El ¡®caso B¨¢rcenas¡¯ reabre la guerra en el Partido Popular
Los dirigentes m¨¢s pr¨®ximos a Rajoy temen que las denuncias del extesorero sobre sobresueldos sean parte de una ¡°operaci¨®n interna¡± para debilitarle
Entre las m¨²ltiples preocupaciones de Mariano Rajoy, la situaci¨®n dentro del PP no destacaba: el partido parec¨ªa una balsa. Pero la revelaci¨®n de las cuentas secretas suizas de Luis B¨¢rcenas, durante casi 20 a?os hombre clave en las finanzas del PP, ha desencadenado una fort¨ªsima ¡°inquietud, desconcierto y preocupaci¨®n¡± en la formaci¨®n de Rajoy no solo por el descr¨¦dito p¨²blico que supone, sino, sobre todo, porque la aparici¨®n de informaci¨®n sensible que el extesorero pueda guardar sobre las v¨ªas de financiaci¨®n y la situaci¨®n econ¨®mica de los distintos dirigentes que han pasado por G¨¦nova 13 se ha convertido en un motivo de fractura dentro de la direcci¨®n nacional. Se empieza a hablar otra vez de crisis y guerra interna como en los proleg¨®menos del traum¨¢tico congreso de Valencia en 2008.
¡°Estas denuncias tienen un componente interno clar¨ªsimo¡±, sostiene uno de los dirigentes nacionales del PP de mayor relevancia y cercan¨ªa al l¨ªder. ¡°Aqu¨ª lo que est¨¢ pasando es que hay una serie de personas clave, dentro del PP y en alg¨²n medio de comunicaci¨®n, que siguen sin aceptar que Rajoy gan¨® aquel congreso de Valencia en 2008 y ahora, como entonces, quieren poner en marcha una operaci¨®n para debilitarle¡±, a?ade el mismo responsable pol¨ªtico tras haber intercambiado impresiones con el l¨ªder despu¨¦s de las revelaciones aparecidas esta semana. Rajoy mantuvo una cena este viernes en Almer¨ªa con un grupo selecto de sus colaboradores. Varios de los presentes defienden esta tesis.
El papel de Cospedal es determinante para interpretar esta operaci¨®n
Las interpretaciones y explicaciones sobre las denuncias de los sobresueldos pagados por B¨¢rcenas y sobre la posibilidad de una financiaci¨®n en negro, negada ayer de nuevo por Rajoy y por los ¨²ltimos tres secretarios generales, tienen dentro del PP otra l¨ªnea argumental m¨¢s cl¨¢sica. Hay varios dirigentes que mantienen que es el extesorero el m¨¢s interesado en poner en una situaci¨®n cr¨ªtica al PP y a Rajoy para que tome nota de su peligro potencial y haga las gestiones oportunas para aliviar su situaci¨®n jur¨ªdica. Son llamativas, en este sentido, las quejas de persecuci¨®n contra la fiscal¨ªa y la abogac¨ªa del Estado que B¨¢rcenas lanz¨® en un encontronazo con el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.
Varios dirigentes nacionales del PP han manifestado a este peri¨®dico, en esta l¨ªnea, que esta operaci¨®n debe entenderse como una maniobra del extesorero a la desesperada para chantajear a Rajoy en un momento especialmente delicado para su situaci¨®n procesal. Los que mantienen, sin embargo, que B¨¢rcenas no ha sido el inspirador en este caso de las noticias argumentan que la conmoci¨®n creada podr¨ªa generar precisamente el efecto contrario. De hecho, Rajoy lanz¨® ayer varios mensajes de desmarque y rechazo rotundo a la actuaci¨®n del extesorero y destac¨® que ya no est¨¢ en el PP, aunque durante bastante tiempo fue precisamente ¨¦l uno de sus valedores para que no dimitiera ante la presi¨®n que ejerc¨ªa la secretaria general, Mar¨ªa Dolores de Cospedal.
El papel de Cospedal es tambi¨¦n determinante en las interpretaciones sobre esta operaci¨®n, como lo es la amenaza latente que en el entorno de Rajoy a¨²n se siente ante las constantes y sonadas irrupciones pol¨ªticas de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que esta semana casualmente ha tenido una gran presencia medi¨¢tica.
Hay dirigentes del PP que consideran la opci¨®n de que esta operaci¨®n forme parte de una maniobra al m¨¢ximo nivel para intentar desactivar las posibles bombas de relojer¨ªa que B¨¢rcenas tenga en su poder; una explosi¨®n controlada que salva de salpicaduras a Cospedal, la actual secretaria general del PP, y a Rajoy, presentados ambos como desconocedores de las actuaciones ilegales de B¨¢rcenas y, desde luego, como los que las frenaron en cuanto las supieron. En esa estrategia, los que quedar¨ªan peor, por comparaci¨®n, ser¨ªan los tres anteriores secretarios generales: Javier Arenas, ?ngel Acebes y Francisco ?lvarez Cascos. Claro que Rajoy lo ha sido todo org¨¢nicamente en el PP, desde responsable de campa?as a organizaci¨®n, vicesecretario, secretario general y presidente, con B¨¢rcenas de tesorero.
Cospedal, en varias entrevistas a emisoras de radio, ha subrayado estos d¨ªas la idea clara de que a ella no le constaban los pagos y la financiaci¨®n ilegal en su etapa. En esa l¨ªnea incidi¨® cuando el viernes, en una reuni¨®n del PP de Almer¨ªa, advirti¨® de que, ante este tipo de denuncias, ¡°cada palo debe aguantar su vela¡±. Estas frases no han sentado nada bien en los entornos de los anteriores secretarios generales, con los que Cospedal no mantiene buena sinton¨ªa. Y nadie duda de la estrecha confianza que Rajoy mantiene en Cospedal, con lo que su actuaci¨®n se comprende por su inter¨¦s en proteger a su jefe y dejar limpia su propia imagen.
Tampoco han gustado, en esas filas, algunas de las intervenciones p¨²blicas que ha multiplicado precisamente esta semana Esperanza Aguirre, actual presidenta del PP en Madrid y que, te¨®ricamente, estaba de retirada de la primera fila pol¨ªtica.
Dirigentes del PP cercanos a Rajoy consideran muy sospechosa la declaraci¨®n de Aguirre del jueves de que estaba ¡°muy sorprendida¡± de que nadie en la direcci¨®n nacional del partido tuviese constancia durante estos a?os pasados de las actividades de B¨¢rcenas. Provoc¨® malestar esa insinuaci¨®n. Y que reclamase una investigaci¨®n interna como la que se abri¨® en su d¨ªa con el esc¨¢ndalo del caso Naseiro de financiaci¨®n irregular del PP, que dirigi¨® el hoy ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n.
Cospedal ya encarg¨® el mi¨¦rcoles a la actual tesorera, Carmen Navarro, que se qued¨® en el cargo cuando Jos¨¦ Manuel Romay fue nombrado consejero de Estado, que indagase de nuevo sobre las cuentas internas, y ella, de su absoluta confianza, le ha ratificado que no observa irregularidades. El PP entreg¨® esos datos al Tribunal de Cuentas. Las ocurrencias de Aguirre, como la de nombrar un fiscal anticorrupci¨®n en el partido, distorsionan su mensaje de que todo est¨¢ bajo control.
Sus palabras de que ¡°cada palo aguante su vela¡± indignaron a sus antecesores
Los recelos hacia el papel del PP madrile?o en esta operaci¨®n abarcan m¨¢s aspectos entre algunos dirigentes nacionales cercanos a Rajoy. En ese cap¨ªtulo se incluye, por ejemplo, la aparici¨®n esta misma semana de la noticia sobre que el pol¨¦mico ¨¢tico de lujo alquilado en Marbella durante un tiempo por 2.000 euros por el actual presidente madrile?o, Ignacio Gonz¨¢lez, es de su propiedad desde diciembre, justo cuando la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y una juez iniciaban una investigaci¨®n. El caso B¨¢rcenas ha desactivado esa pol¨¦mica. Gonz¨¢lez tuvo en su d¨ªa varios enfrentamientos internos con B¨¢rcenas y ?lvaro Lapuerta, su antecesor en la tesorer¨ªa, pero se lleva bien con Cospedal.
¡°Manda huevos que la semana haya empezado con Gonz¨¢lez y Aguirre dando explicaciones de sus problemas internos y la hayan acabado como adalides de la investigaci¨®n interna del caso B¨¢rcenas¡±, razona otro dirigente nacional del PP cercano a Rajoy, que, sin embargo, es de la teor¨ªa de que es B¨¢rcenas el que est¨¢ tras las denuncias.
Dirigentes muy cercanos a Rajoy apuntan, en clave madrile?a, que a Aguirre y Gonz¨¢lez les viene bien que el presidente nacional salga debilitado de esta nueva crisis ante la complicada situaci¨®n, todav¨ªa te¨®ricamente lejana, que se va a abrir en el PP de Madrid ante la elecci¨®n de los candidatos al Ayuntamiento de la capital y a la comunidad. En ese entorno pr¨®ximo a Rajoy se especula con que la alcaldesa, Ana Botella, y el propio Gonz¨¢lez podr¨ªan tener pocas opciones de repetir si se abre esa batalla.
Estas dos interpretaciones sobre las denuncias del caso B¨¢rcenas coinciden b¨¢sicamente con los dos bandos enfrentados por el poder en el PP desde antes del congreso que el partido celebr¨® en Valencia en 2008 y que gan¨® por el 84% de los votos. Desde entonces, la situaci¨®n interna parec¨ªa haber dado un vuelco total y el a?o pasado, en el 17? congreso del PP en Sevilla, Rajoy fue refrendado por el 97% de los compromisarios.
Ayer, en Almer¨ªa, Rajoy presumi¨® de unidad. Sabe lo que se juega. Pero a aquella dura prueba del congreso de Valencia en 2008 lleg¨® tras perder las elecciones frente a Zapatero, y sufri¨® el desplante y ninguneo de la vieja guardia del partido, encabezada por Esperanza Aguirre y el expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Y vio tambi¨¦n c¨®mo hasta el ¨²ltimo momento trataban de disputarle la presidencia. Y si gan¨® fue gracias al apoyo decisivo del PP valenciano de Francisco Camps y del andaluz Javier Arenas, al que ofreci¨® cinco veces sin ¨¦xito la secretar¨ªa general. Rajoy gan¨® y crey¨® que dejaba atr¨¢s el pasado, el aznarismo, y nombr¨® un equipo de su confianza, colocando como secretaria general a una candidata de consenso, Cospedal, antigua consejera de Aguirre. Los cr¨ªticos y la vieja guardia se retiraron a los cuarteles de invierno a esperar su momento, que parece florecer con el caso B¨¢rcenas.
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