Un examen con 15.500 preguntas

"?D¨®nde est¨¢ guardado el tri¨¢ngulo reflectante?", le pregunta el examinador Eduardo Almir¨®n a ?ngel (no quiere dar su apellido) antes de que se suba al coche y empiece su examen de conducir. ?ngel localiza el tri¨¢ngulo en el maletero. El examinador le pregunta entonces, "?A qu¨¦ distancia del coche hay que colocarlo en una autopista?". ?ngel tambi¨¦n lo sabe. Contestadas estas preguntas todav¨ªa le queda responder una tercera antes de empezar: "?D¨®nde se encuentra el aceite y el l¨ªquido de frenos?". El cuestionario al que se ha visto sometido ?ngel antes de subir al coche es una de las novedades que han entrado en vigor a partir de hoy con los nuevos ex¨¢menes de conducir. Pero no es la ¨²nica.

La Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) ha introducido un buen n¨²mero de novedades en el acceso al permiso de conducir, tanto en el plano pr¨¢ctico como en el te¨®rico, para armonizar los ex¨¢menes espa?oles con la normativa europea. A pesar de que estas modificaciones ya se han estado probando desde hace m¨¢s de un a?o en siete localidades espa?olas, ayer se volvieron obligatorias para todos los aspirantes a conductores.

?D¨®nde est¨¢n el aceite y el l¨ªquido de frenos?", inquiere el examinador

Entre las modificaciones destacan dos aspectos que han generado pol¨¦mica entre los examinadores. La primera de ellas es la llamada ¡°conducci¨®n aut¨®noma¡±, en la que el examinado debe conducir durante los diez primeros minutos de la prueba libremente, sin indicaciones del examinador, o bien dirigi¨¦ndose a un punto concreto que este le haya indicado. ¡°Est¨¢ mal pensado¡±, explica Eduardo Almir¨®n en el parquin del centro de examen de M¨®stoles, situado en plena carretera nacional. Seg¨²n Almir¨®n, examinador desde hace ocho a?os, el hecho de que les obliguen a realizar este tipo de conducci¨®n justo empezar la prueba es un problema a?adido para los aspirantes a conductores. "Desde aqu¨ª no puedo indicarle al alumno que me lleve a un punto determinado", aclara, refiri¨¦ndose a la falta de indicaciones que hay a la salida de la zona donde empiezan las pruebas. Marcelino Garc¨ªa, profesor de autoescuela, opina en la misma l¨ªnea: ¡°Es incluso peligroso, los alumnos no est¨¢n preparados para ir sin indicaciones¡±.

Examinadores y aspirantes a conductores reconocen que algunas medidas, por ahora, no se aplican al pie de la letra

Tanto los examinadores como los aspirantes a conductores consultados reconocen, sin embargo, que la aplicaci¨®n de esta medida no se est¨¢ aplicando al pie de la letra. ¡°A m¨ª no me lo han pedido¡±, cuenta Roc¨ªo Arranz, una joven madrile?a, a¨²n con l¨¢grimas en los ojos despu¨¦s de haber suspendido por segunda vez. Subidos en uno de los veh¨ªculos comprobamos lo que se comentaba en el aparcamiento. ¡°Siga recto por aqu¨ª hasta que le indique¡±, es la directriz del examinador a su alumno para que realice la llamada conducci¨®n aut¨®noma. El periodo de libertad dura unos cinco minutos y no se realiza al principio de la prueba, tal y como indica la normativa.

La segunda innovaci¨®n controvertida es el hecho de que, a partir de ahora, ser¨¢n los examinadores los que comunicar¨¢n a los aspirantes el resultado de la prueba, funci¨®n reservada hasta la fecha al profesor. ¡°Est¨¢ demostrado que una mayor cercan¨ªa y di¨¢logo entre ambos mejora la comprensi¨®n del resultado¡±, argumenta Marta Carrera, jefa de la unidad de Educaci¨®n y Seguridad Vial, entre el jaleo de periodistas, profesores de autoescuela, examinadores y futuros conductores a los que les tiemblan las piernas de los nervios. Los examinadores no opinan lo mismo. Se sienten inseguros. A pesar de que ¡°en el 99% de los casos no sucede nada¡±, en palabras de un examinador, en m¨¢s de una ocasi¨®n se han dado casos de violencia por parte de conductores que no comprenden por qu¨¦ han suspendido.

La otra modificaci¨®n significativa se da en el examen te¨®rico. Se ha acabado memorizar las preguntas esperando a que caigan en el test. Se aumenta la base de 800 a 15.500 preguntas y se destinar¨¢, seg¨²n fuentes de la DGT, un equipo de seis trabajadores a actualizar continuamente las cuestiones para que nadie pueda retenerlas.