Mainardo Benardelli, un embajador vocacional

Dec¨ªa Max Aub que ¡°se es de donde se hace el bachillerato¡± y, si respetamos la m¨¢xima aubiana, Mainardo Benardelli de Leitenburg ¡ªo, para ser m¨¢s exactos Mainardo Alvise Mar¨ªa Benardelli de Leitenburg Plastino, su nombre completo¡ª era espa?ol. M¨¢s concretamente, madrile?o.

La vida hizo que el embajador Benardelli, fallecido el 10 de enero en Roma a los 48 a?os tras sufrir un infarto, recalara en Madrid desde muy joven. Era un ni?o cuando lleg¨® a una gris Espa?a de comienzos de los setenta. Su padre, Gualtiero Benardelli, iba a ser nombrado embajador de Italia en Madrid, pero seg¨²n se le hab¨ªa anunciado en la Farnesina ¡ªsede del Ministerio de Exteriores de Italia¡ª ese nombramiento no llegar¨ªa hasta algunos meses m¨¢s tarde, por lo que la madre, sus dos hijas y el peque?o Mainardo viajaron a Madrid para empezar el curso escolar en el Liceo Italiano y esperar la llegada del padre.

Pero los planes de los Benardelli se fueron al traste cuando el padre de Mainardo muri¨® repentinamente estando ya su mujer e hijos instalados en Madrid. Comienzan entonces unos a?os dif¨ªciles que vendr¨ªan marcados por la decisi¨®n familiar de ¡°terminar el curso¡± en Madrid. Y as¨ª Mainardo y sus hermanas terminaron un curso y otro; y otro y otro. Primero en el Liceo y luego en colegios espa?oles. Y as¨ª hasta los 18 a?os en que se traslad¨® a Padua para empezar sus estudios universitarios de Ciencias Pol¨ªticas.

Tras licenciarse en 1987 y cumplir el servicio militar, volver¨ªa a Espa?a a preparar el ingreso a la carrera diplom¨¢tica italiana, a la que finalmente acceder¨ªa en 1991. As¨ª comienza una trayectoria en la que los destinos dif¨ªciles marcan la pauta: Uganda, Sri Lanka, Irak ¡ªen plena guerra¡ª o Guatemala. Tambi¨¦n estuvo destinado en La Haya.

Mainardo no hablaba espa?ol, no. Hablaba madrile?o. Era tan castizo en su acento y expresiones que todos sus interlocutores quedaban impresionados ante un personaje ¡ªy he utilizado bien la palabra, ya que Mainardo era un personaje de novela del XIX¡ª de porte aristocr¨¢tico ¡ªdescend¨ªa de una familia de la nobleza del norte de Italia¡ª, de aspecto germ¨¢nico ¡ªsangre austriaca corr¨ªa por sus venas¡ª y de nacionalidad italiana que se expresaba con un espa?ol del madrile?o barrio de Arg¨¹elles.

Compagin¨® su carrera con la literatura: de hecho es autor de varios libros de historia, geopol¨ªtica e, incluso, de una novela.Tambi¨¦n recibi¨® varias condecoraciones entre las que destaca la Encomienda del M¨¦rito de la Rep¨²blica Italiana que se le otorg¨® en 2005 por sus servicios al frente de la Embajada de Italia en Bagdad en uno de los m¨¢s sangrientos momentos del conflicto en aquel pa¨ªs o la Encomienda de la Orden del M¨¦rito Civil de Espa?a que el Rey le concedi¨® en 1998 tras su acertada intervenci¨®n en la repatriaci¨®n, en dificil¨ªsimas condiciones, de unos religiosos espa?oles de Uganda.

Viajero apasionado, lector empedernido, diplom¨¢tico vocacional, analista riguroso, dotado de un fin¨ªsimo humor, amigo de sus amigos¡­ Pero Mainardo fue ante todo alguien que quiso vivir intensamente.

Miguel Fern¨¢ndez-Palacios es embajador de Espa?a en Etiop¨ªa.