Papeles
?Con qu¨¦ cara se presentar¨¢ hoy Rajoy ante Merkel? ?La mirar¨¢ a los ojos? ?Confesar¨¢ sus culpas buscando absoluci¨®n?
La publicaci¨®n en este peri¨®dico de los papeles de B¨¢rcenas, que ya son los papeles del PP, ha dado la vuelta al mundo, desacreditando quiz¨¢ para siempre la honorabilidad no s¨®lo de todas las c¨²pulas de ese joven partido refundado con liderazgo de J. M. Aznar, sino lo que es mucho peor: la del actual presidente del Gobierno espa?ol, cuya reputaci¨®n ha quedado destruida con una simple portada period¨ªstica. Ahora se habla mucho de la revoluci¨®n Twitter o Facebook, como si s¨®lo las (llamadas) redes sociales tuvieran el poder m¨¢gico de derribar a los gobernantes. Pero si finalmente Rajoy y sus hombres resultan empapelados por el fiscal general, no ser¨¢ por obra y gracia de las TIC digitales sino del m¨¢s viejo periodismo de papel. Pues no es lo mismo comentar en privado que son unos corruptos, cosa que todos sospech¨¢bamos, que verlo constatado en p¨²blico por la evidencia objetiva de unas pruebas documentales, lo que le confiere la calidad existencial de realidad incontestable aunque no sea oficial todav¨ªa.
Es verdad que pese a ello lo siguen negando con contumacia, como hacen los ni?os cogidos en falta. Pero ya no les creemos ni les creer¨¢n los suyos. No les creer¨¢ nadie, tras verlo en las portadas de todos los medios globales, pues han quedado completamente desacreditados. Y todas sus pueriles protestas de inocencia ser¨¢n recibidas con la m¨¢s absoluta desconfianza. Lo que resulta ir¨®nico, pues la misi¨®n que se marc¨® el Gobierno de Rajoy fue recuperar la confianza de la opini¨®n p¨²blica, seg¨²n rezaba su mantra liberal-conservador. Y ahora la ha dilapidado de un plumazo (o de los muchos plumazos que aparecen en los papeles del PP), ante la patente evidencia de su propio fraude contable. Nadie volver¨¢ a creer en ellos jam¨¢s. Sin embargo, lo seguir¨¢n negando todo, porque piensan que les asiste el derecho constitucional a mentir en defensa propia. Y porque creen como buenos cat¨®licos que la indulgencia divina les absolver¨¢ de todos sus pecados.
Unos pecados que s¨®lo confesar¨¢n en privado pero que jam¨¢s reconocer¨¢n en p¨²blico, a sabiendas de que pueden contar con el secreto confesional de sus c¨®mplices encubridores. Y lo ¨²nico que se les ocurre decir, como hizo Rajoy, es que no se puede generalizar, culpando a todos por el pecado de unos pocos (entre los que parece estar ¨¦l). Pero semejante protesta resulta falaz, pues los partidos pol¨ªticos de los pa¨ªses cat¨®licos se comportan con su corrupci¨®n interna igual que sus organizaciones eclesi¨¢sticas con la pederastia sacerdotal: la toleran, la amparan y jam¨¢s la reconocen, ni mucho menos la denuncian ante la justicia. De ah¨ª que los protestantes, instruidos para confesar sus culpas en p¨²blico, nos miren a los PIGS por encima del hombro. ?Con qu¨¦ cara se presentar¨¢ hoy Mariano Rajoy ante Angela Merkel? ?Le mirar¨¢ a los ojos? ?Le confesar¨¢ sus culpas buscando absoluci¨®n?
Ante el completo descr¨¦dito del presidente espa?ol, nadie puede saber qu¨¦ va a pasar a partir de ahora. Pero la evoluci¨®n futura de los acontecimientos depender¨¢ de la decisi¨®n que tome y el camino que elija ante la bifurcaci¨®n que se abre ante ¨¦l. Una de dos: o insiste en negarlo y taparlo todo, o por el contrario rectifica, admite en p¨²blico las culpas (casi todas prescritas) y asume en consecuencia sus responsabilidades pol¨ªticas. Pero no seamos ilusos, pues lo m¨¢s probable, dados los numerosos precedentes habidos aqu¨ª y fuera de aqu¨ª (como el presidente Camps en Valencia o el presidente Gonz¨¢lez en los noventa, pero tambi¨¦n los presidentes Chirac y Sarkozy) es que opte por la primera opci¨®n de hacerse el inocente sin rendir cuentas.
Una opci¨®n que tiene sus riesgos, pues los papeles del PP no han terminado de salir todav¨ªa. A¨²n queda por aparecer toda la contabilidad de la etapa de Aznar como jefe de la oposici¨®n, cuando lider¨® la campa?a de acoso y derribo contra Felipe Gonz¨¢lez en coalici¨®n con Anguita y con la ayuda del llamado ¡°sindicato del crimen¡± (la conspiraci¨®n period¨ªstica confesada por Ans¨®n). ?Qui¨¦n puede pensar que no hubo entonces tambi¨¦n sobresueldos y donaciones? Por lo dem¨¢s, si opta por seguir negando la mayor puede agravarse la lucha por el poder en el seno del PP. Los que han filtrado los papeles no se rendir¨¢n y tratar¨¢n de lograr que act¨²e de oficio el fiscal general: un hombre con ¨¦tica de h¨¦roe de western nombrado por un ministro de Justicia que no aparece en los papeles de marras, por lo que bien pudiera ofrecerse como ¨¢rbitro y posible soluci¨®n sucesoria. De modo que lo m¨¢s conveniente para la supervivencia de Rajoy quiz¨¢ ser¨ªa tomar la iniciativa m¨¢s inc¨®moda para ¨¦l: decir la verdad, asumir su responsabilidad y cargar con las consecuencias. As¨ª podr¨ªa tratar de liderar ese gran acuerdo anticorrupci¨®n que Espa?a tanto necesita.
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