El PP publica un resumen de sus cuentas sin detallar pagos ni ingresos
Las partidas son gen¨¦ricas e impiden el cotejo con los papeles de B¨¢rcenas
El PP decidi¨® este viernes difundir un resumen de sus cuentas de 2008 a 2011 ante las exigencias de transparencia pr¨¢cticamente un¨¢nimes, incluso dentro del partido, derivadas del estallido del caso B¨¢rcenas. Pero los cuadros publicados en la web del partido a ¨²ltima hora de la ma?ana no permiten aclarar las partidas de gasto incluidas en los apuntes manuscritos del extesorero de los populares.
Esta documentaci¨®n, que incluye las cuentas de toda la estructura nacional del partido y de los grupos parlamentarios nacionales y auton¨®micos, ya ha sido remitida al Tribunal de Cuentas y est¨¢ pendiente del informe definitivo de ese organismo. La contabilidad refleja 22 cap¨ªtulos de p¨¦rdidas y ganancias muy gen¨¦ricos. Los gastos, agrupados bajo seis ep¨ªgrafes, recogen los pagos en concepto de servicios exteriores, tributos, gastos de personal, gastos financieros, excepcionales y dotaciones para amortizaciones. Entre los ingresos figuran las subvenciones, que pasaron de los 94,7 millones en 2008 a los 120 millones en el ejercicio de 2011. Las partidas difundidas por el PP en lo que la direcci¨®n del partido califica de ¡°compromiso con la transparencia ante todos los espa?oles¡± no permiten, sin embargo, una comparaci¨®n con los datos incluidos en los papeles de Luis B¨¢rcenas y, por tanto, identificar las coincidencias entre las cuentas oficiales y las notas publicadas en EL PA?S ya confirmadas por varios afectados y en algunos casos por el partido.
? Gastos de personal. Los gastos de personal, de los 29, 2 millones de euros en 2008, se incrementaron en 5,6 millones en estos cuatro ejercicios, hasta 34,8. La partida concreta de ¡°sueldos y salarios¡± tambi¨¦n creci¨® en ese per¨ªodo casi cinco millones, pasando de 20,7 a 25,3, lo que supone un incremento del 22% en plena crisis y cuando la mayor¨ªa de las empresas privadas empezaban a plantear o ejecutar recortes presupuestarios. El aumento general del gasto de personal incluye un mill¨®n en ingresos a la Seguridad Social, mientras que lo invertido en ¡°colaboraciones¡± se mantiene constante, entre 3,4 y 4 millones. Desde el PP minimizan ese aumento y destacan que en el ¨²ltimo ejercicio publicado, en 2011, se celebraron comicios auton¨®micos y municipales en mayo elecciones generales en noviembre, con el consiguiente incremento de gastos. El resultado operativo del balance baj¨®, en cambio, de 10,15 millones a casi 2,2.?
Dirigentes populares y socialistas se cruzaron este viernes acusaciones a ra¨ªz de la difusi¨®n de estas cuentas. Si Esteban Gonz¨¢lez Pons, miembro de la c¨²pula popular, inst¨® al resto de partidos a que hagan ¡°el mismo ejercicio de transparencia que el PP¡±, y acus¨® al PSOE de ¡°mentir¡±, desde la direcci¨®n del PSOE recuerdan que los presupuestos con previsiones de p¨¦rdidas y ganancias aprobados por el Comit¨¦ Federal se publican en su web desde 2005, por orden expresa de Jos¨¦ Blanco
? Tribunal de Cuentas. El PP, desde que estall¨® el caso B¨¢rcenas, intenta blindarse en que sus cuentas son p¨²blicas y est¨¢n auditadas hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle por el Tribunal de Cuentas. Ambas aseveraciones pueden rebatirse, seg¨²n fuentes del tribunal. En cuanto a su publicidad, los consejeros del tribunal no manejan la documentaci¨®n de base sobre la que elaboran los informes fiscalizadores. Tampoco est¨¢ en el Congreso, donde solo llega el an¨¢lisis de media docena de folios que se dedica a cada partido. Por tanto, tanto los consejeros como los diputados apenas tienen lo mismo que este viernes difundi¨® el PP: el resumen de sus cuentas. Pero c¨®mo se desglosa la partida de salarios o de donaciones, apenas lo conocen los peritos del tribunal y muy por encima los consejeros ponentes del informe. Pero si su opacidad es notoria por culpa de este sistema de funcionamiento del Tribunal de Cuentas, m¨¢s grave es c¨®mo se fiscalizan: ¡°Se auditan sobre la base de las cuentas presentadas por el partido. Y solo saltan las alarmas si el que las redact¨® comete un error de bulto. Pero no se acude al partido a revisar tales datos, ni se revisan los datos internos de gesti¨®n, las salidas o entradas de caja, los libros auxiliares contables. Si salta una duda, se consulta al partido, que responde y punto. Nadie va a la sede del PP para comprobar sus datos contables, sus ingresos o pagos¡±, apunta un consejero
? Agencia Tributaria, Banco de Espa?a y Seguridad Social. Una prueba de la endeblez de esta fiscalizaci¨®n es la moci¨®n que present¨® el Tribunal de Cuentas en febrero de 2011, redactada por el socialista Ciriaco de Vicente, y que parad¨®jicamente recibi¨® el apoyo de los consejeros del PP pero no de sus correligionarios. La explosiva moci¨®n, que duerme en el Congreso desde entonces y caus¨® conflictos a De Vicente, denunciaba los tres grandes agujeros del Tribunal de Cuentas:
¡ª No cuenta con el apoyo de la Agencia Tributaria, salvo que investigue a la propia agencia. Por tanto, no puede pedir qu¨¦ datos tiene Hacienda sobre el PP ni sobre ning¨²n otro partido. En suma, se ve privado de los ¡°datos con trascendencia tributaria¡± del fiscalizado.
¡ª No cuenta con el apoyo del Banco de Espa?a para conocer el grado de endeudamiento de cada partido y acceder a la base de la central de informaci¨®n de riesgos. As¨ª, el Tribunal de Cuentas solo puede acceder a los datos bancarios que le da el partido y los que le otorga cada entidad crediticia, pero no puede verificarlo con el supervisor institucional por excelencia, el Banco de Espa?a. No hay forma pues de contrastar los cr¨¦ditos para funcionamiento ordinario de los partidos ni para campa?as.
¡ª Tampoco se cuenta con la colaboraci¨®n de la Seguridad Social, salvo que sea la investigada, pero no para pedirle datos del personal, por ejemplo, al que el PP paga n¨®minas.
? Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. El Tribunal de Cuentas tambi¨¦n ped¨ªa mayor grado de colaboraci¨®n de las personas f¨ªsicas y jur¨ªdicas con relaci¨®n con los perceptores de subvenciones p¨²blicas, por ejemplo, los partidos. En las elecciones de 2011, por ejemplo, el Tribunal de Cuentas hall¨® decenas de proveedores electorales del PP que hab¨ªan incumplido su obligaci¨®n de contestar a este organismo sobre sus contratos. Tal anomal¨ªa ocurre informe tras informe, elecci¨®n tras elecci¨®n. Ni hay sanci¨®n, ni se presiona de nuevo al contratista hasta que lo aclare.
Por eso, la fiscalizaci¨®n de las cuentas del PP de los ¨²ltimos a?os no va a venir de la mano de este tribunal, sino de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n que va a cruzar por primera vez los datos que posea Hacienda sobre sus pagos ¡ªcualquier falta de informaci¨®n tambi¨¦n ser¨ªa noticia¡ª, con los que ha presentado ante el tribunal. Y ah¨ª deber¨ªa aflorar todo ingreso y pago del PP, incluidos todos sus salarios, que deber¨ªan contar con su retenci¨®n legal.
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