?Dimitir? Solo en ingl¨¦s o alem¨¢n
Los cargos de Reino Unido y Alemania renuncian para no debilitar a sus l¨ªderes
En todos lados cuesta que rueden cabezas, pero hay pa¨ªses que han sabido conjugar el verbo dimitir con mayor acierto. Aunque sea para lavar la imagen del primer ministro de turno. Reino Unido y Alemania son r¨¢pidos en hacerlo y buscan dar ejemplo o evitar males mayores. En Italia, ni por asomo.
REINO UNIDO. Rodar¨¢n cabezas
Reino Unido presta menos tolerancia a los casos de corrupci¨®n pol¨ªtica que la que est¨¢ proyectando en Espa?a la difusi¨®n de los papeles de B¨¢rcenas, y cuesta creer que un supuesto equivalente brit¨¢nico del esc¨¢ndalo no se hubiera traducido ya en alguna dimisi¨®n. Otra cosa es el falso puritanismo brit¨¢nico y la imagen err¨®nea de que no consiente las corruptelas identificadas con los socios de la Europa meridional. Porque las hay y no siempre se traducen en una depuraci¨®n de responsabilidades.
Pero cuando un primer ministro intuye que el comportamiento irregular de los miembros de la administraci¨®n puede debilitar su imagen s¨ª ruedan las cabezas. En los menos de tres a?os que el conservador David Cameron lleva en el poder, ha forzado la dimisi¨®n de dos de sus ministros: el titular de Defensa, Liam Fox, por su trato de favor a un amigo que ejerci¨® de su asesor personal, y el de Energ¨ªa y Medio Ambiente, Chris Huhne, tras ser pillado mintiendo sobre una infracci¨®n de tr¨¢fico que le ha costado la carrera pol¨ªtica. Un tercer miembro del gobierno de coalici¨®n, el n¨²mero dos del Tesoro David Laws, renunci¨® al puesto al conocerse que carg¨® indebidamente gastos de su piso al erario p¨²blico. Mantuvo en secreto el pago del alquiler a su propio novio solo para ocultar su sexualidad, y nadie le cuestion¨® por ello, pero sinti¨® que su autoridad moral quedaba mermada como responsable de los dr¨¢sticos recortes del presupuesto del Estado.
La sombra de la corrupci¨®n empa?¨® los sucesivos gobiernos del laborista Tony Blair, que no siempre respondi¨® a las acusaciones de tr¨¢fico de influencias. Pero en diferentes momentos tuvo que aceptar la renuncia del titular de Trabajo David Blunkett (por ocultar el cargo que ocupaba en una compa?¨ªa privada) y, por dos veces consecutivas, las del reincidente ministro Peter Mandelson. Para los pol¨ªticos de las islas se trata al menos de salvar la cara.
ITALIA. ?Dimitir?
Al poco de hacerse con el poder, Mario Monti se enter¨® por la prensa de que uno de los hombres por ¨¦l elegidos para dar ejemplo en la gesti¨®n de un pa¨ªs asolado por la corrupci¨®n ten¨ªa trapos sucios escondidos en el armario. Se trataba de Carlo Malinconico, subsecretario de la Presidencia encargado del sector editorial. Durante los a?os 2007 y 2008, Malinconico, en aquella ¨¦poca a las ¨®rdenes del primer ministro Romano Prodi, se dej¨® convidar a unas vacaciones en un lujoso hotel de la Toscana por un grupo de empresarios envueltos en un sonoro caso de corrupci¨®n. Monti llam¨® a su despacho a Malinconico y, sin marear la perdiz ni diez minutos, acept¨® su dimisi¨®n.
Este es el ejemplo m¨¢s claro de lo que no se hace en Italia. El ejemplo m¨¢s claro de lo que s¨ª se hace es Silvio Berlusconi, sus viejos amigos indagados y condenados por conexiones con la Mafia o el gobernador de Lombard¨ªa desde 1995, Roberto Formigoni, alto exponente de la organizaci¨®n ultracat¨®lica Comuni¨®n y Liberaci¨®n, con quien no va aquello de predicar con el ejemplo. A pesar de estar envuelto desde hace a?os en un sinf¨ªn de investigaciones judiciales y period¨ªsticas y de que un buen n¨²mero de sus colaboradores han sido detenidos, Formigoni jam¨¢s ha ca¨ªdo en la tentaci¨®n de dejar el cargo voluntariamente.
FRANCIA. Se dimite, pero poco
En Francia los pol¨ªticos no suelen dimitir tan f¨¢cilmente como en Alemania o Gran Breta?a. El actual ministro de Hacienda, J¨¦r?me Cahuzac, se?alado hace tres meses por una investigaci¨®n period¨ªstica de haber tenido una cuenta secreta en Suiza y hoy investigado por la Fiscal¨ªa, ha negado las imputaciones y sigue en el puesto. La oposici¨®n no le ha pedido que dimita. En 2010, el exministro de Hacienda y luego de Trabajo, Eric Woerth, principal encausado del caso L'Or¨¦al, renunci¨® a su cargo de tesorero de la UMP pero no al de ministro cuando se supo que su mujer era contable de la millonaria Lilliane Bettencourt y ¨¦l fue acusado de haber recibido donaciones ilegales para financiar la campa?a de Nicolas Sarkozy en 2007.
El caso salpic¨® al mismo Sarkozy, y aunque la oposici¨®n socialista reclam¨® su dimisi¨®n, el exjefe del Estado se neg¨® a renunciar acusando de ¡°vileza¡± a los medios que destaparon el esc¨¢ndalo e invocando, como hizo hace unos d¨ªas Mariano Rajoy, su presunci¨®n de inocencia. ¡°He sido elegido por cinco a?os, y hasta el ¨²ltimo segundo proseguir¨¦ este trabajo¡±, dijo. Para poder agotar su mandato, el l¨ªder conservador no dud¨® en cortar las cabezas de dos secretarios de Estado y en apartar a su amigo Woerth del Ejecutivo en la crisis de Gobierno de noviembre de 2010. Tres meses despu¨¦s dimit¨ªa la ministra de Asuntos Exteriores, Mich¨¨le Alliot-Marie, despu¨¦s que se supiera que viaj¨® a T¨²nez en el avi¨®n privado de un empresario vinculado al dictador Ben Al¨ª cuando ya hab¨ªan comenzado las protestas.
Portugal. Burlas al sistema
El m¨¢s llamativo y reciente caso de presunta corrupci¨®n ocurrido en Portugal tuvo que ver con el ministro de Asuntos Parlamentarios y verdadero hombre del partido en el poder, el PSD, el todopoderoso Miguel Relvas. En septiembre de 2006, a¨²n antes de ser nombrado ministro pero cuando ya era un dirigente notable del PSD y hab¨ªa sido concejal y secretario de Estado, entre otras cosas, se matricul¨® en la Universidad Lus¨®fona de Lisboa. Relvas, que en su juventud solo hab¨ªa terminado primero de Derecho, logr¨® acabar la licenciatura de Ciencia Pol¨ªtica y Relaciones Internacionales en un mete¨®rico a?o y medio, despu¨¦s de que el centro universitario le convalidara, en funci¨®n de los cargos que hab¨ªa ocupado en sus 26 a?os de carrera pol¨ªtica, 32 asignaturas. Solo tuvo que examinarse de cuatro para poder poner en su curr¨ªculo de ministro de 2011 que era licenciado universitario. La prensa y la oposici¨®n le pidieron que dimitiera, pero Relvas no lo hizo.
¡°Por lo general, en Portugal no se dimite¡±, asegura el experto en temas de corrupci¨®n y miembro de varias asociaciones de lucha contra este tipo de delitos, Luis de Sousa.
ALEMANIA. Los esc¨¢ndalos acaban con la carrera pol¨ªtica
La dimisi¨®n m¨¢s c¨¦lebre de la Rep¨²blica Federal de Alemania fue la del canciller Willy Brandt, que dej¨® el cargo tras conocerse que su asesor y estrecho colaborador G¨¹nter Guillaume era un esp¨ªa de la Alemania socialista. En la actual legislatura, la ministra de Educaci¨®n Annette Schavan protagoniz¨® ayer la cuarta salida forzosa y la tercera provocada por un esc¨¢ndalo. Se va tras perder su doctorado por plagio. Apenas 33 d¨ªas despu¨¦s de asumir la cartera de Trabajo tras las elecciones de 2009, el ministro Franz-Josef Jung tuvo que dimitir como consecuencia de un bombardeo en la regi¨®n afgana de Kunduz, donde murieron casi 150 civiles por el error de un oficial alem¨¢n. Tuvo lugar cuando el democristiano Jung (CdU) era todav¨ªa ministro de Defensa. Se empe?¨® en negar la muerte de civiles. Dos a?os despu¨¦s caer¨ªa su sucesor en Defensa, el socialcristiano b¨¢varo Karl Theodor zu Guttenberg (CSU). Como Schavan, hab¨ªa perdido su t¨ªtulo de doctor por plagio.
Los ministros alemanes no suelen sobrevivir pol¨ªticamente a esc¨¢ndalos sonados.
Con informaci¨®n de Patricia Tubella, Pablo Ordaz, Miguel Mora, Antonio Jim¨¦nez Barca y Juan G¨®mez.
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