Los detectives pisaron la mina de los partidos
Los casos Pitiusa y M¨¦todo 3 llegan a los juzgados cuando se toca a pol¨ªticos
M¨¦todo 3 sufr¨ªa exceso de marketing.Tal era la obsesi¨®n de su director, Francisco Marco, por publicitar los presuntos ¨¦xitos de su agencia, que a alguien se le escap¨® el pinchazo a un responsable pol¨ªtico, en este caso a Alicia S¨¢nchez Camacho en medio de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en Catalu?a. Lo que hac¨ªa o dejaba de hacer M¨¦todo 3 era sobradamente conocido en el sector, as¨ª como sus colaboraciones con algunos medios de comunicaci¨®n. Su problema fue no cuidar las formas con la pol¨ªtica.Su forma de operar estaba extendida. Desde 1995 ha sido sancionada en cuatro ocasiones por Interior, que tiene la potestad de inspeccionar las agencias (habr¨¢ unas 2.700 licencias de detectives en Espa?a, unas 1.800 operativas). Algo tan sencillo como echarle un vistazo al registro de clientes est¨¢ al alcance de la comisar¨ªa de seguridad privada, por lo que no har¨ªa falta haber hecho tanto ruido para saber quien encargaba trabajos a M¨¦todo 3.
Los gestores de la agencia han estado imputados por escuchas telef¨®nicas ilegales, empezando por la fundadora, Marita Fern¨¢ndez Lado, a la saz¨®n madre de Francisco Marco. De Marita hablan bien muchos profesionales, no as¨ª de su hijo, que alcanz¨® el c¨¦nit de la celebridad en 2007 cuando manifest¨® haber sido contratado por el matrimonio McCann para buscar a los raptores de su hija Madeleine. Unos meses antes, M¨¦todo 3 se atribuy¨® el ¨¦xito de haber localizado vivo y coleando al esp¨ªa Francisco Paesa en Par¨ªs, dado por muerto tiempo atr¨¢s. Entonces, afirmaba tener 40 empleados y facturar unos cuatro millones.
?Investigaba M¨¦todo 3 o espiaba? Esa parece ser la frontera en la que se mueven estos profesionales. ¡°Parece que una investigaci¨®n se convierte en espionaje cuando se toca a los pol¨ªticos¡±, explica el detective Agust¨ªn Ruiz, ¡°cuando es l¨ªcito que se investigue a un pol¨ªtico, por ejemplo cuando un empresario piensa que puede estar en connivencia con un competidor¡±. Detectives consultados ponen el ejemplo del seguimiento hecho a Ignacio Gonz¨¢lez cuando era vicepresidente de la Comunidad de Madrid y encargado por empresarios. Todos dudan de las versiones que est¨¢n circulando sobre el caso: ¡°Una conversaci¨®n no se pincha sin una connivencia con alguno de los actores de la entrevista o con personal del restaurante¡±. Tambi¨¦n sorprende que un responsable pol¨ªtico encargue una investigaci¨®n sin utilizar una persona o una empresa interpuesta.
Todo puede valer si se respeta la deontolog¨ªa. Pero no todo vale, parece ser, si el afectado es un pol¨ªtico. Despu¨¦s de Pitiusa y M¨¦todo 3, el temor de las agencias es que la nueva ley de seguridad privada en estudio termine por blindar a los partidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.