Sin noticias de Pepito Grillo
Ciudadanos hartos e indignados con el paro, la corrupci¨®n y los recortes del Gobierno afirman sentirse cada vez m¨¢s alejados de la clase pol¨ªtica
Hartos. Desesperados. Cabreados hasta la indignaci¨®n por el paro, los recortes y la corrupci¨®n, los ciudadanos se declaran cada vez m¨¢s alejados de los pol¨ªticos que te¨®ricamente defienden sus intereses. Como la parte agraviada de una pareja en trance de divorcio, los electores no se f¨ªan un pelo de los elegidos. Crucifican a los partidos. Suspenden a sus l¨ªderes. Los consideran la causa de sus problemas. No les pasan ni una.
En ese clima de ruptura total, no ser¨ªa inaudita la aparici¨®n de una tercera persona, un nuevo gu¨ªa que ilusionara a los desenga?ados y rentabilizara la crisis entre ciudadan¨ªa y pol¨ªtica. Sin embargo, nadie ve en el horizonte un Pepito Grillo que encarne, y seduzca, a la parte de la conciencia colectiva que se siente abandonada.
Buenafuente: ¡°?Yo? No¡±
?Se ver¨ªa usted como el Beppe Grillo espa?ol? Sorprendentemente, Andreu Buenafuente no se sorprende con la pregunta. De hecho, lleva semanas recibiendo peticiones de cientos de sus 1,4 millones de seguidores en Twitter anim¨¢ndolo a dar el paso de implicarse en pol¨ªtica.
Su respuesta, en cualquier caso, es igual de segura: ¡°?Yo? No, gracias. Con lo que me cuesta mantener un programa en la tele, como para pensar y cumplir un programa electoral¡±, ironiza.
Buenafuente cree que el 15-M inici¨® ¡°la revoluci¨®n tranquila de los ciudadanos que no se sienten representados¡± y opina que les falta un l¨ªder para ser del todo influyentes. Pero, aunque considera que, ¡°para lo bueno y para lo malo, no somos italianos¡±, la brecha entre la clase pol¨ªtica y la calle se hace cada d¨ªa m¨¢s grande y podr¨ªa surgir alguien que coja la bandera de esa calle especialmente cabreada.
¡°No importa que la coja un c¨®mico. Lo que importa es que la coja alguien con sentido com¨²n, capacidad de liderazgo y una base moral honesta. Que no se enfangue en el populismo y transforme la fuerza de la gente en gesti¨®n pol¨ªtica de verdad¡±.
Beppe (diminutivo de Giuseppe) Grillo, el histri¨®nico c¨®mico erigido en imagen del Movimiento 5 Estrellas, s¨ª ha logrado en Italia aglutinar ese hartazgo. En italiano, su nombre no posee la misma connotaci¨®n que en espa?ol ¡ªPepito Grillo se llama la conciencia con que el hada dota a Pinocho; en italiano, es el Grillo Parlante¡ª, pero algo de eso puede haber en el triunfo de esta fuerza populista. Un movimiento an¨®nimo liderado por un rostro popular. No es casualidad que, sin embargo, en Espa?a se hable de mareas ciudadanas. Millones de personas salen a protestar por casi todo. Pero nadie, en concreto, quiere ser la cara del descontento.
Ni siquiera Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y, quiz¨¢, el rostro m¨¢s visible de la indignaci¨®n desde que su vibrante interpelaci¨®n al Congreso lograra el cambio de postura del PP y la admisi¨®n a tr¨¢mite de la Iniciativa Popular para la daci¨®n en pago. ¡°La clave del movimiento no soy yo, es el propio movimiento. Yo no soy la que ha conseguido un mill¨®n y medio de firmas. Es este sistema caduco el que se est¨¢ cargando al propio sistema. Van a pasar cosas, y no s¨¦ si surgir¨¢ un Grillo, porque caldo de cultivo, hay, pero no ser¨¦ yo. Solo he asumido mi cota de visibilidad en un momento determinado¡±, arguye. La condici¨®n que pone la persona al otro lado del tel¨¦fono para opinar es, justamente, no ser identificada. Es una de las portavoces del Partido X. Heredero declarado de los principios del 15-M, se present¨® con cierto ruido a principios de a?o con un programa titulado: Democracia, y punto.
Aunque admiten ¡°cierto paralelismo¡± con Cinco Estrellas ¡ª¡°no somos pol¨ªticos, somos ciudadanos para los ciudadanos¡±¡ª, ven con ¡°satisfacci¨®n y preocupaci¨®n¡± el ascenso de Grillo. Precisamente, por Grillo. ¡°Es la consecuencia l¨®gica del divorcio entre la sociedad civil y las ¨¦lites que nos gobiernan, que no tienen contacto con la realidad. Pero hay riesgo en personalizar. Grillo dice burradas. La gente tiene que acostumbrarse a no delegar en figuras concretas, sino a ejercer un control constante, no somos ni?os dependientes de pap¨¢¡±.
Lo que falta, quiz¨¢, es un l¨ªder, y capacidad organizativa¡±, Josep Borrell
Llama la atenci¨®n esa especie de iconoclastia en un pa¨ªs en el que, aunque nunca han arrasado las propuestas personalistas ¡ªreciente est¨¢ el batacazo de Mario Conde en Galicia¡ª peri¨®dicamente aparece un l¨ªder con el suficiente culto a su personalidad para ponerle su nombre a su partido: Agrupaci¨®n de Electores Ruiz Mateos, Grupo Independiente Liberal (iniciales de Jes¨²s Gil y Gil, que logr¨® la alcald¨ªa de Marbella) y, ¨²ltimamente, el Foro Asturias Ciudadano (de Francisco ?lvarez Cascos, que lleg¨® a presidir Asturias).
En el actual panorama, sin embargo, solo Ciutadans de Catalunya, con vocaci¨®n an¨®nima pero encarnado ¡ªal desnudo, por cierto¡ª por Albert Rivera; y UPyD, te¨®ricamente horizontal pero conocido como el partido de Rosa D¨ªez, podr¨ªan compararse con Grillo y sus bases.
¡°En Espa?a tenemos vacunas contra la eclosi¨®n de personajes antisistema tipo Grillo¡±, opina Juan Jos¨¦ Toharia, responsable de Metroscopia. ¡°Una cosa que aprendes haciendo encuestas es que somos un pa¨ªs extremadamente sensato y c¨ªvico. Por muy cabreados que estemos, ante unas elecciones nos entra el sentido com¨²n. Tenemos cercana la Transici¨®n y la gente expresa nostalgia de ese esp¨ªritu de di¨¢logo y hartazgo de esta pelea de gallos¡±, a?ade, refiri¨¦ndose al Debate sobre el Estado de la Naci¨®n, deplorado por una ampl¨ªsima mayor¨ªa. ¡°Adem¨¢s, el referente del 15-M es muy poderoso, y no es antisistema, sino que apostaba por la regeneraci¨®n de la democracia que ahora tantos pregonan. Lo que sucede es que, si no encuentra un l¨ªder que les aglutine, puede pasar a la irrelevancia¡±.
El socialista Josep Borrell, hasta hace poco presidente del Instituto Universitario Europeo en Florencia, tampoco cree que haya ning¨²n Grillo a la vista. ¡°En Italia, la desafecci¨®n y la corrupci¨®n lleva much¨ªsimos a?os, y eso ha fraguado en un rostro que est¨¢ al frente de una organizaci¨®n. En Espa?a, ese clima es m¨¢s reciente, y ha sido la crisis la que ha atizado la rabia. Lo que hay aqu¨ª es un desahogo casi psiqui¨¢trico, visceral. Pero las manifestaciones se quedan en eso, en mera pasi¨®n democr¨¢tica. Lo que falta, quiz¨¢, es el rostro, el l¨ªder, y la capacidad organizativa para articular una alternativa¡±.
Puede pasar como cuando uno est¨¢ desahuciado y va a un curandero¡±, Fernando Savater
¡°No s¨¦ si aqu¨ª habr¨¢ alg¨²n Grillo, que me parece un tipo peligroso que dice barbaridades y nadie se lo hace pagar, pero lo que s¨ª que hay es alg¨²n grillado, y ese es el riesgo¡±, opina el fil¨®sofo Fernando Savater. ¡°La situaci¨®n es grave, y puede pasar como cuando uno est¨¢ desahuciado por los m¨¦dicos y acude a un curandero. Como los pol¨ªticos no nos ofrecen soluciones, est¨¢ la tentaci¨®n de pedir que se vayan todos y que vengan los antipol¨ªticos. Pero eso no es pol¨ªtica, eso es un exabrupto que puede desahogar, pero ser¨ªa muy preocupante que adquiriera carta institucional como en Italia¡±.
Independientemente de la desafecci¨®n con los pol¨ªticos, la pol¨ªtica interesa. Y mucho. Twitter arde con comentarios a cada incidencia. Los programas de debate han incrementado su audiencia y se han convertido, desde 13 TV, en una esquina, a La Sexta, en la otra, en apuestas seguras para el prime-time.
?ltimamente, El Intermedio, el informativo sat¨ªrico de La Sexta ha ganado al telediario de TVE. Jos¨¦ Miguel Monz¨®n, El Gran Wyoming, conductor del programa y veterano c¨®mico que reh¨²ye precisamente el compromiso pol¨ªtico, no quiere ni o¨ªr hablar de Beppe Grillo. ¡°Me parece pura demagogia. Decir que se vayan todos a tomar por culo, o que izquierda y derecha son lo mismo, da idea de su nivel. No me interesa en absoluto¡±.
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