Blanco califica la acusaci¨®n del fiscal de completa fantas¨ªa

Tras a?o y medio de investigaci¨®n exhaustiva al exministro de Fomento Jos¨¦ Blanco por supuesto cohecho ¡ªcobrar 200.000 euros de un empresario corrupto, Jorge Dorribo, a cambio favores que nunca se produjeron¡ª y tr¨¢fico de influencias ¡ªmediar para lograr una licencia ambiental de la nave industrial de un amigo en Sant Boi¡ª, el juez del Supremo resolver¨¢ en breve si abre juicio o si archiva la causa. El abogado de Blanco, Gonzalo Mart¨ªnez-Fresneda, present¨® ayer un escrito donde rechaza las supuestas pruebas que el fiscal esgrime y sostiene que son ¡°una completa fantas¨ªa¡±.

? Tr¨¢fico de influencias. ¡°El fiscal prescinde de argumentar d¨®nde advierte el prevalimiento, la presi¨®n, la instrucci¨®n precisa que habr¨ªa dado Blanco o alguien a sus ¨®rdenes al alcalde de Sant Boi (Barcelona) para que la licencia se concediese a despecho de su legalidad. La solvencia jur¨ªdica de la pretensi¨®n de la fiscal¨ªa equivale a cero¡±. El abogado sostiene que Blanco nunca habl¨® con el alcalde de Sant Boi, y que lo ¨²nico que hizo fue conseguirle a su amigo empresario que se entrevistase con el alcalde para hablar de la licencia, algo que el regidor hubiera hecho, seg¨²n declar¨® al juez, sin mediaci¨®n alguna.

¡°El t¨¦cnico declar¨® que jam¨¢s habl¨® con el alcalde y que nadie le presion¨®¡±

? Prevaricaci¨®n. ¡°Para el fiscal, la prueba de que hubo tr¨¢fico de influencias ¡ªno encontr¨¢ndola en ning¨²n otro sitio¡ª es que la licencia se concedi¨® de forma ilegal (...) La prueba de que el fiscal no se debe creer su propio discurso es que no ha impulsado la imputaci¨®n de quienes dictaron la licencia supuestamente prevaricadora. Si hubo prevaricaci¨®n, esta habr¨ªa sido cometida por el propio alcalde, por la comisi¨®n de Gobierno de Sant Boi que concedi¨® la licencia y por el t¨¦cnico que, en el forzado relato del fiscal, habr¨ªa redactado un informe favorable a la licencia a¨²n a sabiendas de su injusticia. El fiscal no ha impulsado la imputaci¨®n de ninguno de ellos porque la prevaricaci¨®n no existe (...)¡±.

¡°El t¨¦cnico, que declar¨® ante el juez que jam¨¢s hab¨ªa hablado con el alcalde y que nadie le hab¨ªa presionado o influido para que cambiara su parecer, propuso la concesi¨®n de la licencia una vez comprobado que los defectos subsanables advertidos en un principio hab¨ªan quedado resueltos (...) Parece hoy poco discutible que la licencia no exig¨ªa la instalaci¨®n de los rociadores inicialmente solicitados, los cuales el Ayuntamiento de El Prat (donde se hallaba otra parte de la nave) llamado a pronunciarse sobre la misma instalaci¨®n, tampoco requiri¨®.

El escrito del abogado denuncia investigaciones abiertas por la polic¨ªa que el juez no autoriz¨® y que tampoco hallaron prueba alguna de delitos.