T¨¦cnica de un golpe de mano
El fin y los medios del ¡®caso B¨¢rcenas¡¯ en la Audiencia Nacional
Que la Secci¨®n Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estaba predispuesta a darle la competencia al juez Pablo Ruz para investigar los llamados papeles de B¨¢rcenas, el extesorero nacional del PP, en el marco del caso G¨¹rtel, no es un secreto. Que lo har¨¢ cuando toque, quiz¨¢ a finales de la semana pr¨®xima, tampoco es dif¨ªcil de adivinar. Ahora bien, cuando lo que est¨¢ en juego es la investigaci¨®n de una trama de corrupci¨®n que afecta al partido en el Gobierno es necesario extremar m¨¢s que nunca el respeto escrupuloso de la ley y las normas procesales.
Problema: la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y la Secci¨®n Segunda han cocinado un golpe de mano sin precedentes en la Audiencia Nacional al anular el pasado jueves mediante una operaci¨®n fulminante la declaraci¨®n de Luis B¨¢rcenas ante el juez Berm¨²dez. ?Que el fin de garantizar la competencia para el juez Ruz justifica los medios usados? La respuesta es: de ninguna manera.
Veamos la secuencia de los hechos. B¨¢rcenas estaba citado a declarar ante el juez G¨®mez Berm¨²dez el pr¨®ximo lunes. El pasado mi¨¦rcoles, Alfonso Trallero, abogado del extesorero del PP, se presenta ante el juez y le pregunta si tiene inconveniente en que su cliente declare el viernes (por ayer), ya que estaba citado a declarar ante el juez Ruz. El juez no ve obst¨¢culo y dicta una providencia en la que da cuenta del cambio de d¨ªa.
La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n fabrica la imagen del ¡°esperpento¡±, un producto que vende, mediante sus medios de comunicaci¨®n afines y un recurso de apelaci¨®n fantasma (porque no cabe) contra la providencia, a la Secci¨®n Segunda de la Sala de lo Penal. Esta, bien preparada, se re¨²ne de urgencia y resuelve a trav¨¦s de un auto la suspensi¨®n cautelar de la declaraci¨®n de B¨¢rcenas ante el juez G¨®mez Berm¨²dez.
No existe precedente de este tipo de irrupci¨®n ¡°cautelar¡±, en esta fase procesal, como elefante en cacharrer¨ªa. El auto lo deja en evidencia. No puede citar ning¨²n precepto legal. Se limita a disfrazar su decisi¨®n con una apariencia legal, al invocar el art¨ªculo 22 de la ley de Enjuiciamiento Criminal, que presenta de facto manipulada, adulterada, quiz¨¢ por la premura. Sostiene que Berm¨²dez solo podr¨ªa adoptar medidas ¡°urgentes¡±. Y que la declaraci¨®n de Luis B¨¢rcenas no lo es.
?Es acaso verdad? De ninguna manera. Dice la ley: ¡°Cuando dos o m¨¢s jueces de instrucci¨®n se reputen competentes para actuar en un asunto, si a la primera comunicaci¨®n no se pusieren de acuerdo sobre la competencia, dar¨¢n cuenta con remisi¨®n de testimonio al superior competente; y este, en su vista, decidir¨¢ de plano y sin ulterior recurso cu¨¢l de los jueces instructores debe actuar. Mientras no recaiga decisi¨®n, cada uno de los jueces instructores seguir¨¢ practicando las diligencias necesarias para comprobar el delito y aquellas otras que considere de reconocida urgencia¡±.
Est¨¢, pues, muy claro. Apliquemos la ley. Uno: no ha reca¨ªdo decisi¨®n, es decir, el tema todav¨ªa no est¨¢ en manos del tribunal superior, esto es, la sala; ergo, no puede hacer un intervencionismo forzado. Dos: los jueces pueden seguir practicando las diligencias, las necesarias y las otras ¡°urgentes¡±.
?Y qui¨¦n puede negar que entre las diligencias necesarias est¨¢, ante todo, la de llamar a prestar declaraci¨®n al imputado? El paso de G¨®mez Berm¨²dez por esta historia ser¨¢ breve. Pero sus decisiones han tenido el m¨¦rito de retratar a todos, aunque solo sea por el p¨¢nico que ha diseminado aqu¨ª y all¨¢. A la Fiscal¨ªa, que primero consider¨® inconexos el caso G¨¹rtel y los papeles de Barcenas; al juez que rechaz¨® incorporar esos papeles, como ped¨ªa el partido socialista de Valencia; y al PP, que est¨¢ personado y que consider¨® tambi¨¦n que ambos asuntos carec¨ªan de conexidad. Han descubierto la conexidad cuando apareci¨® el juez G¨®mez Berm¨²dez. Bienvenida sea la conexidad, pero no los medios para apartar a otro juez cuando todav¨ªa no era el momento procesal oportuno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.