Rajoy prepara una nueva financiaci¨®n para frenar el soberanismo catal¨¢n
La estrategia de pacto con Mas alerta a otros barones, que aspiran a lo mismo El PP vuelve de vacaciones con varios frentes abiertos, en especial el de B¨¢rcenas
A Mariano Rajoy y a su Gobierno se les da bien desaparecer. El Ejecutivo busca la menor presencia p¨²blica posible. En especial su presidente. El Gobierno trata de salir solo cuando tiene algo realmente importante que contar. Si hay noticias negativas, lo mejor es pasar inadvertidos. Esa ha sido siempre la estrategia de Rajoy. Y en ese sentido las ¨¦pocas vacacionales son muy ¨²tiles. Sin embargo, el presidente y los suyos tratan de aprovechar el regreso de un par¨®n como el de Semana Santa ¡ªRajoy est¨¢ en Do?ana y pr¨¢cticamente todo el Ejecutivo ha desaparecido con ¨¦l¡ª para recuperar impulso pol¨ªtico. El Gobierno y el PP tienen abiertos en canal encima de la mesa pr¨¢cticamente todos los temas importantes. Los populares temen una ¡°primavera caliente¡±, y esperan que su l¨ªder mueva ficha para gestionarla.
Del desaf¨ªo soberanista catal¨¢n al caso B¨¢rcenas, del batall¨®n de desahuciados concentr¨¢ndose a las puertas de los domicilios de diputados a las crecientes tensiones en Europa ¡ªcon el corralito de Chipre como ¨²ltimo sobresalto¡ª, el Ejecutivo enfrentar¨¢ un panorama m¨¢s que complicado a la vuelta de vacaciones. La soluci¨®n al primer asunto, adem¨¢s, podr¨ªa provocar un terremoto en el PP y en las comunidades que este gobierna: Rajoy sopesa frenar la deriva soberanista en Catalu?a ofreciendo a Artur Mas un nuevo modelo de financiaci¨®n.
El problema de Catalu?a
La soluci¨®n econ¨®mica
El Gobierno ha percibido un giro clar¨ªsimo en el entorno del presidente catal¨¢n, Artur Mas, cada d¨ªa m¨¢s agobiado por los problemas financieros de su comunidad aut¨®noma. Los ministros cuentan c¨®mo los consejeros de la Generalitat, siguiendo una orden de Mas, han cambiado completamente el tono tambi¨¦n en las cuestiones sectoriales. En los entornos del presidente catal¨¢n y de Rajoy se fue preparando el terreno para una reuni¨®n que, de forma completamente inusual entre dos presidentes, se hizo en secreto ¡ªel jueves de la semana pasada¡ª, sin fotograf¨ªas, sin ruedas de prensa, sin comunicados oficiales.
Mas, indirectamente, ha pedido ox¨ªgeno. Y Rajoy est¨¢ dispuesto a d¨¢rselo. Pero para ello el presidente se arriesga a una aut¨¦ntica revuelta en el PP. Rajoy, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y Crist¨®bal Montoro, los tres principales encargados de bajar la tensi¨®n con Catalu?a, han ofrecido tres cosas. Primero, la m¨¢s urgente, una relajaci¨®n del objetivo de d¨¦ficit, esto es, que Catalu?a no tenga que recortar este a?o los 4.000 millones que le corresponder¨ªan y que Andreu Mas-Colell, consejero de Econom¨ªa, no sabe de d¨®nde sacar. En los pr¨®ximos d¨ªas, Luis de Guindos, ministro de Econom¨ªa, se ver¨¢ con Olli Rehn, comisario econ¨®mico europeo, para intentar cerrar una flexibilizaci¨®n para Espa?a que pase del 4,5% actual para 2013 a un 6%. Bruselas no quiere dar tanto. Del ¨¦xito de esa negociaci¨®n depende el margen que el Gobierno de Rajoy d¨¦ a su vez a Catalu?a.
Montoro ha ofrecido algo m¨¢s, que ha roto las costuras del PP: la posibilidad de un d¨¦ficit a la carta, es decir, que unas comunidades puedan tener topes de d¨¦ficit m¨¢s altos que otras. Esta no era una reclamaci¨®n solo catalana; tambi¨¦n Andaluc¨ªa, en manos socialistas, lo reclamaba. Madrid, Galicia, Castilla y Le¨®n, Arag¨®n, Castilla-La Mancha y otras comunidades del PP que han cumplido este a?o el objetivo han trasladado a Montoro el mensaje de que no aceptar¨¢n esta especie de trato de favor. Madrid, con Ignacio Gonz¨¢lez al frente, uno de los barones con m¨¢s autonom¨ªa, parece la m¨¢s guerrera, pero no est¨¢ sola. Montoro puede verse con una situaci¨®n como la creada por la reforma local, en la que los ayuntamientos del PP han frenado los planes del Gobierno. De momento la cosa se ha quedado en un grupo de trabajo. Pero la propuesta est¨¢ encima de la mesa.
Y la tercera oferta que ha hecho el Gobierno a la Generalitat es la m¨¢s importante: una reforma en profundidad del sistema de financiaci¨®n. Aqu¨ª la guerra est¨¢ garantizada. Todas las comunidades est¨¢n ahogadas y a nadie le gusta el sistema. Pero muchas recelan de la v¨ªa que se est¨¢ tanteando. Rajoy quiere intentar frenar la ola independentista en Catalu?a con una mejora evidente de la financiaci¨®n. Una f¨®rmula que, sin llegar al pacto fiscal que propon¨ªa Mas en septiembre de 2012 ¡ªy que abandon¨® para apostar por el refer¨¦ndum soberanista¡ª s¨ª pueda satisfacer a Catalu?a. Algunos en el Ejecutivo y en el PP plantean ya un sistema de limitaci¨®n de la solidaridad, para evitar que las comunidades m¨¢s ricas acaben teniendo peores servicios p¨²blicos que las menos desarrolladas por culpa de la oleada de recortes actual. Se mira el modelo alem¨¢n, que impone l¨ªmites a esa solidaridad entre territorios.
Ser¨ªa algo que favorecer¨ªa tambi¨¦n a Madrid, pero abrir¨ªa una guerra con otras comunidades del PP. En la Comunidad Valenciana, tal vez la m¨¢s ahogada, pero tambi¨¦n en Galicia o Extremadura, con barones fuertes como N¨²?ez Feij¨®o y Jos¨¦ Antonio Monago, ya se prepara esta batalla; y todo apunta a que no obedecer¨¢ a la disciplina de partido. El problema de Montoro es que, al contrario de lo que sucedi¨® en otros momentos en los que se reform¨® el sistema, Hacienda no tiene m¨¢s dinero, as¨ª que para dar m¨¢s a alguien tiene que quitar a otros.
Ser¨¢ el asunto central de debate interno en el PP de los pr¨®ximos meses, una batalla formidable que sin embargo en La Moncloa ven como la ¨²nica salida para intentar frenar la ola independentista catalana; un problema, que aunque no se diga p¨²blicamente, preocupa mucho entre otras cosas por la imagen que puede ofrecer en el exterior una tensi¨®n separatista en plena crisis econ¨®mica.
Algunos responsables del Gobierno creen incluso que, para rebajar la tensi¨®n, se podr¨ªa pactar con Mas la discrepancia en el tema de la consulta. Bastar¨ªa con que el Gobierno catal¨¢n intentara llevarla a cabo ¡ªse ha comprometido a ello con ERC y tiene dif¨ªcil marcha atr¨¢s¡ª; luego el Ejecutivo central la recurrir¨ªa al Tribunal Constitucional, que la frenar¨ªa, y Mas deber¨ªa acatar la suspensi¨®n y esperar al fallo, que podr¨ªa tardar a?os. Si lo hiciera as¨ª, Mas habr¨ªa cumplido su promesa de intentarlo pero a la vez evitar¨ªa el enfrentamiento institucional. Aun as¨ª, dado el ambiente pol¨ªtico en Catalu?a, incluso est¨¢ opci¨®n se antoja compleja.
En el Ejecutivo creen, de todas formas, que Mas tiene mucha presi¨®n para frenar sus iniciativas independentistas y aseguran que el hecho de que Oriol Pujol, uno de los mayores defensores del soberanismo, haya dado un paso atr¨¢s por su imputaci¨®n en un caso de corrupci¨®n ayudar¨¢ tambi¨¦n a buscar un punto de encuentro entre Madrid y Barcelona.
'Caso B¨¢rcenas'
Un mes sin respuestas
El asunto que m¨¢s preocupa, y del que menos habla el PP p¨²blicamente, es el de la corrupci¨®n. Cada d¨ªa se complica m¨¢s la situaci¨®n, con los papeles de B¨¢rcenas ¡ªque incluyen supuestas donaciones fuera de la ley y pagos a la c¨²pula, donde est¨¢ el propio Rajoy¡ª investig¨¢ndose nada menos que en la Audiencia Nacional. El entorno del presidente insiste en que el asunto est¨¢ ¡°pol¨ªticamente encapsulado¡± y no toca a Rajoy, pero lo cierto es que esta cuesti¨®n sigue robando mucho tiempo y tiene bloqueado al PP. A pesar de que ahora, seg¨²n se?alan los populares, tienen al PSOE inhabilitado para la cr¨ªtica por el esc¨¢ndalo de los ERE andaluces.
Rajoy ha convocado el mi¨¦rcoles a su junta directiva, un ¨®rgano de 600 personas en el que lo habitual es que el presidente ofrezca un discurso ¡ªque el PP televisa¡ª para tratar de subir la moral. Rajoy no cita a su direcci¨®n desde que estall¨® el caso B¨¢rcenas, el 2 de febrero. Desde entonces se ha sabido que el extesorero ocultaba una fortuna en Suiza (de 22 millones se pas¨® a 38); se ha conocido que el partido le pag¨® un sueldo de 22.300 euros al mes hasta el d¨ªa en que se publicaron los papeles en EL PA?S; ¨¦l ha denunciado al PP por despido improcedente; y, adem¨¢s, el juez Pablo Ruz ha imputado en el caso a otros dos extesoreros del PP, ?lvaro Lapuerta y ?ngel Sanch¨ªs, lo que coloca la posible financiaci¨®n ilegal del partido en primer plano.
Rajoy ha tenido mucha presi¨®n, no solo externa sino tambi¨¦n interna, para que d¨¦ una explicaci¨®n del caso. Hasta Alberto N¨²?ez Feij¨®o ha dicho en el diario Abc que ¡°el PP debe pedir perd¨®n¡± por este asunto. El presidente se niega incluso a pronunciar el nombre de B¨¢rcenas, y el PP ha suspendido durante cuatro semanas su conferencia de prensa de los lunes (ma?ana tampoco habr¨¢: ser¨¢ la quinta). Algo tendr¨¢ que decir Rajoy el mi¨¦rcoles. El presidente lleva tres meses sin atender a la prensa en Espa?a. Al d¨ªa siguiente del discurso de la junta directiva, el jueves, estar¨¢ obligado a hacerlo, porque recibir¨¢ en La Moncloa a Ban Ki Moon, secretario general de la ONU.
Rajoy no va a hacer cambios en el PP y, pese a las cr¨ªticas a la gesti¨®n de Cospedal, algunos creen que ella ha logrado que, si en alg¨²n momento hubo una imagen de connivencia del PP con B¨¢rcenas, ahora esa imagen se haya roto. Entre otras cosas por la brutalidad del enfrentamiento entre el extesorero y la exsecretaria general. ¡°Estaremos a lo que diga la justicia¡±, es lo ¨²ltimo que ha dicho Rajoy sobre el caso. Y, en ese campo, los c¨¢lculos del Gobierno son complicados. Se trabaja con el escenario de que aparezcan m¨¢s millones escondidos en cuentas bancarias, una fortuna superior a los 38 millones que ha admitido B¨¢rcenas. Y que el esc¨¢ndalo siga creciendo a medida que la investigaci¨®n avance.
Tampoco creen que funcione la estrategia del extesorero de buscar la nulidad para que todo acabe como el caso Naseiro (la investigaci¨®n por presunta financiaci¨®n irregular del PP que termin¨® archivada en los a?os noventa al anularse las escuchas de la instrucci¨®n). Este no es el caso Naseiro, explican los consultados. All¨ª el ¨²nico elemento de imputaci¨®n eran esas escuchas; aqu¨ª, aunque las grabaciones que dieron origen al caso G¨¹rtel se anularan, hay much¨ªsimos m¨¢s elementos para armar una acusaci¨®n.
En cualquier caso el Ejecutivo est¨¢ relativamente tranquilo porque sostiene que no hay financiaci¨®n ilegal del PP. La versi¨®n oficial que se va consolidando cada d¨ªa, y que tal vez Rajoy desarrolle el mi¨¦rcoles ¡ªaunque insiste en no querer hablar del extesorero¡ª, es que B¨¢rcenas ha robado al PP, y que incluso es posible que sacara dinero a distintos empresarios haci¨¦ndoles pensar que iba para el PP. ¡°No era as¨ª¡±, insisten. Todo est¨¢ preparado pues para que Rajoy descargue la presi¨®n lanz¨¢ndola sobre el malo de la pel¨ªcula, el extesorero. Pero el presidente, que desde 2009 no ha pronunciado nunca una mala palabra sobre B¨¢rcenas ¡ª¡°nadie podr¨¢ probar que no es inocente¡±, lleg¨® a decir¡ª mantiene la prudencia. La pr¨®xima ocasi¨®n para romperla es el mi¨¦rcoles.
Acoso a los pol¨ªticos
El PP se la juega con la ley antidesahucios
Otro frente que inquieta mucho al Gobierno y al PP est¨¢ en la crispaci¨®n social. Hay divisi¨®n de opiniones: algunos dirigentes quieren contar con detalle todos los incidentes violentos que est¨¢n sufriendo, denunciarlos y pedir que act¨²e la polic¨ªa; otros prefieren no darles publicidad y tratar de calmar las aguas. Pero dentro del partido casi todo el mundo tiene alguna situaci¨®n desagradable que contar. La presi¨®n social contra el PP es creciente, especialmente en Catalu?a, la Comunidad Valenciana o Baleares, pero tambi¨¦n en Madrid y Galicia.
Rajoy no parece tener bajo control ninguno de estos dos asuntos centrales, ni el de la corrupci¨®n, donde est¨¢ en manos de los jueces y de las posibles maniobras de su extesorero B¨¢rcenas, ni el de la presi¨®n social, incrementada por el drama de los desahucios. Frente a los dos parece haber optado por lo mismo: esperar a que escampe. Y, en el caso del segundo, el PP y su presidente se concentran en atacar a los responsables de los acosos y hostigamientos para intentar defenderse y lanzar a la opini¨®n p¨²blica contra ellos. Los populares creen que con sus cr¨ªticas han logrado frenar ligeramente los denominados escraches (las protestas a las puertas de los domicilios particulares de pol¨ªticos del PP) pero saben que volver¨¢n. El escaso margen con el que dicen contar en el Gobierno para reformar la ley hipotecaria ¡ªen el Ejecutivo apelan al riesgo de hundir un sistema financiero muy debilitado si se va m¨¢s all¨¢¡ª provocar¨¢ m¨¢s tensi¨®n.
El mensaje de Rajoy a los suyos en las ¨²ltimas semanas ha sido claro. El presidente est¨¢ convencido de que la presi¨®n social, el desgaste en las encuestas y la mala imagen seguir¨¢n mientras no haya una m¨ªnima recuperaci¨®n econ¨®mica. ?l no ve un problema pol¨ªtico, sino solo econ¨®mico, detr¨¢s de esa presi¨®n. Rajoy insiste en su forma de ver la pol¨ªtica, como un ciclo en el que la influencia de la propia acci¨®n de los pol¨ªticos es muy relativa. As¨ª lo ve¨ªa en la oposici¨®n y no ha cambiado en La Moncloa. El presidente est¨¢ convencido, y se lo ha dicho a los suyos, de que todas las cr¨ªticas que ahora angustian a ministros y dirigentes regionales bajar¨¢n en 2014, cuando empiece a haber datos m¨¢s positivos. De hecho el Ejecutivo conf¨ªa en alg¨²n dato de paro un poco menos malo en los pr¨®ximos meses.
La imagen del Gobierno
Sin cambios a la vista
Una vez m¨¢s, el presidente del Gobierno traslada a los suyos que hay que aguantar, que vendr¨¢n tiempos mejores. De hecho, pese al enorme deterioro de la imagen de algunos ministros y la sensaci¨®n muy extendida en el PP en que ser¨ªan necesarios cambios en el Gobierno y en el partido para ganar impulso, nadie los ve inminentes. Algunos, los m¨¢s aventurados, creen que antes del verano podr¨ªa haber alguno. Pero la mayor¨ªa augura que ni eso. Todos apelan a la personalidad de Rajoy y recuerdan un dato demoledor: ¨¦l nunca ha destituido a nadie.
Su equipo desde que era vicepresidente con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar sigue a su alrededor ¡ªSoraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz¡ª, y sus colaboradores m¨¢s cercanos en La Moncloa son exactamente los que ten¨ªa en la oposici¨®n desde 2008. Los que han ido desapareciendo desde 2004 ¡ªEduardo Zaplana, ?ngel Acebes, Gabriel Elorriaga, Jaume Matas, Francisco Camps¡ª se han ido sin que ¨¦l formalmente los echara. Por eso muchos creen que esperar¨¢ a una ocasi¨®n que fuerce a un cambio ¡ªlas elecciones europeas, la salida del Ejecutivo de Miguel Arias Ca?ete para ser comisario europeo o alguna excusa similar¡ª para reorganizar su equipo. Esto es, va para largo. Aunque siempre con la salvedad de que nadie sabe lo que piensa Mariano Rajoy realmente.
El rescate, aparcado
Las elecciones en Alemania marcan la pauta
A la vuelta de Semana Santa tambi¨¦n espera a Rajoy su enemiga m¨¢s temida: la prima de riesgo, de nuevo disparada ¡ªaunque a¨²n por debajo de los 400 euros¡ª por la crisis de Chipre y la inestabilidad en Italia. El presidente y los suyos pueden alegar que esta vez no es culpa de Espa?a, pero el contagio es total y la bolsa espa?ola tambi¨¦n se ha desplomado.
Rajoy intentar¨¢ dar la batalla hasta la cumbre europea de junio para evitar que se imponga el criterio alem¨¢n y de otros pa¨ªses del norte de que los dep¨®sitos de m¨¢s de 100.000 euros y los tenedores de deuda senior asuman p¨¦rdidas en caso de que caiga otro banco. El Gobierno espa?ol teme que el pavor a que eso suceda va a provocar m¨¢s fuga de capitales de los pa¨ªses del sur a los del norte. As¨ª, cuando parec¨ªa controlado el asunto de la fuga de capitales y la prima de riesgo, vuelve con fuerza. En La Moncloa preocupa que hasta las elecciones alemanas de septiembre pueda haber m¨¢s disgustos porque a la opini¨®n p¨²blica alemana le gustan los mensajes de dureza de Angela Merkel contra el sur de Europa.
En cualquier caso, en el Gobierno se vanaglorian de que ya no hay rumores de rescate de Espa?a. El ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, ha asegurado a los ministros que ese fantasma est¨¢ despejado. Y eso es algo b¨¢sico para el equipo de Rajoy, que vivi¨® todo 2012 pendiente de esa amenaza. Aun as¨ª, si los datos no mejoran en verano la presi¨®n volver¨¢, o eso temen los m¨¢s pesimistas.
Rajoy, por tanto, vuelve de Do?ana con todos los frentes abiertos. Aunque en su entorno insisten en que la mayor parte de su tiempo la dedica a las cuestiones econ¨®micas y a Europa, varios dirigentes admiten que el caso B¨¢rcenas es lo que verdaderamente le amarga la existencia.
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