Financiaci¨®n como moneda de cambio
Rajoy sigue la senda de tres presidentes que pactaron con Catalu?a Las comunidades se benefician de la reivindicaci¨®n catalana reiterada
¡°Esto se ha convertido en una gran subasta y en una chapuza¡±, clamaba Mariano Rajoy en julio de 2009, cuando era l¨ªder de la oposici¨®n y el entonces presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, negociaba un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica. Ahora Rajoy est¨¢ a punto de abrir ese mismo mel¨®n ante la presi¨®n soberanista de Catalu?a y anticipando un a?o la revisi¨®n del modelo pactado en 2009 y con una vigencia de cinco a?os.
El actual presidente sigue la misma pauta que sus antecesores en el cargo, Felipe Gonz¨¢lez, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Zapatero. Los cuatro jefes del Ejecutivo, dos del PSOE y dos del PP, han pactado diferentes modelos, cada vez m¨¢s favorables para las comunidades, siempre a iniciativa de Catalu?a, casi siempre directamente con CiU y acuciados por problemas de inestabilidad territorial y, en algunos casos, de aritm¨¦tica parlamentaria.
Los diferentes modelos pactados como moneda de cambio atemperaron en esos momentos las posiciones de los nacionalistas catalanes, aunque a la larga han resultado insuficientes por errores de c¨¢lculo en la proyecci¨®n de la recaudaci¨®n de impuestos o por ca¨ªdas de consumo por la crisis. As¨ª ha sido hasta completar seis sistemas distintos, con multitud de retoques incluidos, que han ido desde los acuerdos bilaterales con cada traspaso de competencias hasta la cesi¨®n de tributos completos y la creaci¨®n de una mara?a de fondos de compensaci¨®n con criterios como la dispersi¨®n de la poblaci¨®n, su envejecimiento o el porcentaje de inmigrantes, pasando por lo que se llam¨® la ¡°cesta de impuestos¡± traspasados.
Ahora esas nuevas exigencias se sit¨²an en el llamado pacto fiscal que fue rechazado expresamente por Rajoy en septiembre, lo que dio excusa formal al desaf¨ªo soberanista de Artur Mas. El actual presidente ofreci¨® entonces negociar un nuevo sistema, anticipando en la Conferencia de Presidentes de noviembre la expiraci¨®n en 2014 del actual, y ahora ha retomado esa oferta aprovechando la asfixia financiera de Catalu?a, para evitar la consulta de autodeterminaci¨®n. Pero esa situaci¨®n no es nueva en Espa?a y lleva al d¨¦j¨¤ vu de pacto de financiaci¨®n como salida al desencuentro entre el Gobierno central y Catalu?a.
En 1993, Felipe Gonz¨¢lez gobernaba con apoyo de CiU y, por eso, introdujo un retoque notable al sistema de 1992: cesi¨®n del 15% del IRPF. El PP vot¨® contra el pacto, pero las discrepancias dividieron tambi¨¦n al PSOE. No lo aceptaron en primera instancia Extremadura, Castilla y Le¨®n y Galicia que, a la larga, fueron los beneficiados por un error de c¨¢lculo de ingresos. Hasta 1986 simplemente hab¨ªa acuerdos bilaterales con cada traspaso y entre 1987 y 1991 la financiaci¨®n se bas¨® en un fondo de compensaci¨®n interterritorial, similar a los fondos europeos. Se compensaba con tasas, tributos cedidos y porcentaje de Participaci¨®n en los Ingresos del Estado (PIE).
En 1997 Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no ten¨ªa mayor¨ªa absoluta y en los acuerdos de legislatura con CiU se incluy¨® un nuevo sistema de financiaci¨®n que se aprob¨® con el rechazo de Andaluc¨ªa, Castilla-La Mancha y Extremadura, es decir, las tres que sustentaban el poder territorial del PSOE. Se introdujo el principio de corresponsabilidad fiscal; con cesi¨®n de hasta el 30% del IRPF y la concesi¨®n de facultades normativas en relaci¨®n con los tributos cedidos.
Aznar accedi¨® a dar garant¨ªas a las comunidades para que sus ingresos crecieran al ritmo de la econom¨ªa espa?ola. En 2000, con mayor¨ªa absoluta, aprob¨® limitar por primera vez la capacidad de endeudamiento.
En 2001 se aprob¨® el cuarto sistema de financiaci¨®n auton¨®mica que estuvo en vigor hasta 2009. Este sistema mejoraba la responsabilidad fiscal de las comunidades, al ceder la recaudaci¨®n de m¨¢s impuestos y dar competencia normativa a algunos, especialmente, el IRPF.
Desde 2004 Zapatero gobern¨® en minor¨ªa con acuerdos puntuales con distintos partidos, entre ellos CiU y ERC, e hizo un retoque en 2005 para aligerar la presi¨®n de las comunidades para financiar la sanidad, que se aprob¨® en la primera Conferencia de Presidentes. Tambi¨¦n se aplic¨® a todos, pero la reivindicaci¨®n naci¨® de Catalu?a, donde gobernaba el PSC con apoyo de ERC.
En 2009, en plena efervescencia por el nuevo Estatuto de Catalu?a, el Gobierno central y el catal¨¢n pactaron otro modelo de financiaci¨®n que, obviamente, se extendi¨® a todas las comunidades a las que se les dieron m¨¢s recursos. La particularidad de este sistema es que es el primero con el que CiU, entonces en la oposici¨®n, no estuvo de acuerdo. ERC, que ahora alienta el pacto fiscal y la consulta de autodeterminaci¨®n, vot¨® a favor de ese sistema. Todos se beneficiaron, pero Catalu?a actu¨® como siempre como catalizador del cambio que ahora tambi¨¦n necesitan comunidades del PP como Madrid.
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