Albert Rivera, el martillo del catalanismo que exaspera al PP

Albert Rivera es l¨ªder de Ciutadans porque se llama Albert y no David o Joan. Este abogado de 33 a?os dotado de una brillante oratoria y que en sus comienzos tuvo algunos escarceos con el PP fue elegido presidente de su partido en un alocado congreso que, por desacuerdos entre sectores, acab¨® escogiendo a su l¨ªder por orden alfab¨¦tico. As¨ª fue como en 2006 el reci¨¦n creado partido Ciutadans-Partido de la Ciudadan¨ªa encumbr¨® al joven Albert, con apenas 26 a?os. Para darle a conocer lanzaron una campa?a de impacto: el candidato pos¨® desnudo en un cartel electoral que supo combinar frescura y radicalidad justo cuando Catalu?a se encontraba hastiada por el debate del Estatuto de Autonom¨ªa. Consigui¨® tres esca?os.

Populista para unos y valiente antisistema para otros, Rivera se ha dedicado a martillear todo lo que oliera a nacionalismo catal¨¢n. Pese a encuadrarse en el ¡°centro izquierda liberal¡± no le ha importado cultivar su popularidad fuera de Catalu?a con constantes apariciones tanto en canales generalistas como en otros pr¨®ximos a la derecha extrema.

Su punto de anclaje ha sido el ataque al sistema de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, en el que Rivera se form¨® como la mayor parte de catalanes de su edad. Sin embargo, el ¨¦xito en las ¨²ltimas elecciones lo recolect¨® con cr¨ªticas a la corrupci¨®n y a la banca. Este jurista exabogado de La Caixa logr¨® as¨ª nueve diputados, con lo que impidi¨® al PP capitalizar el voto antinacionalista.

Su simplicidad discursiva y desenvoltura en las redes sociales ¡ªtiene m¨¢s de 51.000 seguidores en Twitter¡ª han seducido a miles de j¨®venes urbanitas que en otras circunstancias habr¨ªan votado PSC o PP. Para ambos Albert es hoy un serio rival a batir.