El PP aprueba en solitario en el Senado la nueva Ley Hipotecaria
Unos 40 miembros de la PAH protestan en el Senado por la aprobaci¨®n de la ley hipotecaria del Gobierno, que no respeta la Iniciativa Legislativa Popular
Paralizaci¨®n de los desahucios, daci¨®n en pago con car¨¢cter retroactivo y alquileres sociales. Son los tres objetivos m¨ªnimos que planteaba la?Iniciativa Legislativa Popular de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que lleg¨® al Congreso avalada por 1.400.000 firmas. Y ninguno de ellos est¨¢ recogido en la ley del Gobierno de protecci¨®n de los deudores hipotecarios, que ha sido aprobada esta tarde por el pleno del Senado. El Partido Popular, con su mayor¨ªa absoluta, ha rechazado las 275 enmiendas presentadas por el resto de grupos. Una veintena de activistas de la PAH ha asistido desde la tribuna, impotente, a las seis horas de debate. En el momento de la votaci¨®n, se han puesto de pie y han dado la espalda a los miembros de la C¨¢mara para mostrar su repulsa. ¡°Lo que se ha tumbado hoy aqu¨ª es la democracia, la voluntad de la mayor¨ªa de los ciudadanos¡±, ha declarado, indignada, Marta Afuera a la salida.
No ha habido sorpresas. Este mediod¨ªa, una veintena de activistas de la PAH se ha dado cita frente al Senado para dejar constancia de que, pese al previsible voto a favor de la propuesta del Ejecutivo, los afectados no se rendir¨¢n ¡°ni por asomo¡±. As¨ª lo ha explicado Rafael Mayoral, asesor jur¨ªdico de la plataforma, quien se ha mostrado convencido de que la ley condenar¨¢ a los afectados a una deuda perpetua, a la exclusi¨®n social. ¡°Supone una violaci¨®n de los derechos humanos y no respeta la sentencia del Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea, por lo que el Gobierno, m¨¢s tarde o m¨¢s temprano, tendr¨¢ que reformarla. Tiene cada viernes para hacerlo, a trav¨¦s de un decreto ley. Nosotros seguiremos en las calles¡±, ha resumido el portavoz de la PAH.
Su intervenci¨®n ha sido el principio de una larga jornada. Mientras un grupo de activistas asist¨ªa al debate, otro ¨Ctambi¨¦n formado por unas 20 personas, fundamentalmente afectados- ha permanecido a las puertas de la C¨¢mara alta, custodiados por un fuerte dispositivo policial ¨Chab¨ªa un agente por cada dos personas-. Meg¨¢fono en mano, los miembros de la PAH no han parado de corear consignas en contra de los desahucios y a favor de la iniciativa legislativa popular. ¡°Que no nos representan¡±, ¡°Nuestros ni?os tambi¨¦n son importantes¡± o ¡°Senado, escucha, seguimos en la lucha¡± han sido algunos de sus lemas.
¡°Much¨ªsimas personas, como mi mujer o yo, no podremos beneficiarnos de esta ley porque nos desalojaron en 2009. ?Y ahora qu¨¦? Yo quiero que mis nietos sean libres. Y estoy aqu¨ª por eso¡±, ha relatado ?ngel Guzm¨¢n, de 42 a?os. ?l pas¨® 108 d¨ªas acampado en la plaza de Celenque (Madrid), frente a una sucursal de Bankia. Conoce a la mayor¨ªa de los all¨ª presentes. Se ven manifestaci¨®n tras manifestaci¨®n. Han hecho de la lucha antidesahucios su causa. Como la incombustible Gladis Cerna, de 50 a?os, que, con la voz af¨®nica, ha pasado la tarde gritando frente al Senado, ante la mirada curiosa de peatones y turistas, que se paraban a leer los carteles de los asistentes a la protesta. En ellos se le¨ªan lemas como Procedan a aprobar la daci¨®n en pago retroactiva¡ Co?o!!! Una pareja de canadienses no daba cr¨¦dito al descubrir, tras buscar en el diccionario el significado, que en Espa?a los afectados siguen debiendo dinero al banco tras perder su casa.
Tampoco pod¨ªan creerse lo que all¨ª ocurr¨ªa los miembros de la PAH que entraron al Senado y asistieron a la votaci¨®n. A su salida, l¨¢grimas de frustraci¨®n y de rabia ante la actitud prepotente de algunos senadores, ha descrito Mar¨ªa Mor¨¢n, de 45 a?os. Pero tambi¨¦n ha habido promesas de perseverancia. Las distintas delegaciones de la PAH comienzan ahora un debate interno para decidir cu¨¢les ser¨¢n sus pr¨®ximas l¨ªneas de protesta. No descartan ninguna. Desde recurrir judicialmente a instancias internacionales hasta promover la ¡°obra social¡± de la PAH, que consiste en la ¡°liberaci¨®n¡± de casas, que pasar¨¢n a ser ocupadas por familias desahuciadas, ha explicado una activista. Piensan seguir parando desalojos. Su lucha no ha acabado.
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