Sube el gas¨®leo, caen los ¨¢rboles
La crisis provoca la tala abusiva de los bosques gallegos para utilizar la madera como combustible, seg¨²n denuncian grupos ecologistas
![Imagen de un monte de pinos cortado con la técnica de “tala rasa” en Vilar de Barrio (Ourense).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HHDZE6AS2WZBNZXGOHWLV545GU.jpg?auth=eafcbdeb25be9a403314da22d82c9c6f9cb2df74c361f3ab5750267a2245a1cc&width=414)
En Galicia, la denominada gran reserva forestal, el aumento de la concentraci¨®n de di¨®xido de azufre y mon¨®xido de carbono en el ambiente comienza a ser inversamente proporcional a los maltrechos indicadores socioecon¨®micos. Se impone la le?a. Seg¨²n datos de la Consejer¨ªa de Medio Rural y Mar de la Xunta, en 2012 el n¨²mero de comunicaciones de talas ¡ªsolo para uso dom¨¦stico, que por ley no pueden ser objeto de comercializaci¨®n¡ª aument¨® en un 19% con respecto a 2011. Todo apunta a que subir¨¢ en 2013 en la misma proporci¨®n en la que se hunde la econom¨ªa de muchas familias. La comunidad es una de las zonas forestales m¨¢s importantes del continente, con 1,4 millones de hect¨¢reas, el 48% del territorio.
Pero Medio Rural no tiene datos comparativos de esta apuesta energ¨¦tica por la le?a con respecto a ¨¦pocas anteriores. La consejer¨ªa no analiza tampoco el significado de este tir¨®n a costa de los recursos naturales en relaci¨®n con el ahorro por m¨¢s que la propia Xunta de Galicia se haya apuntado a ello. Pero las agrupaciones medioambientalistas gallegas ya aprecian que la crisis econ¨®mica tiene su propio paisaje, de deforestaci¨®n, una circunstancia que califican como ¡°inusual¡±.
¡°Cuando el gas¨®leo sube, bajan los ¨¢rboles¡±, sentencia el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), Seraf¨ªn Gonz¨¢lez, para explicar que, efectivamente, la crisis modela el paisaje. Gonz¨¢lez atribuye adem¨¢s al envejecimiento de la poblaci¨®n de las zonas rurales el que se haya sustituido la poda de ramas por la tala. ¡°Los ancianos no se suben a la escalera con la motosierra en la mano, optan por talar el ¨¢rbol¡±, se?ala. Pero no son estos los que cambian el paisaje.
Junto a la SGHN, Amigos da Terra y la Asociaci¨®n para a Defensa Ecol¨®xica de Galiza (Adega) llevan a?os alertando al Gobierno aut¨®nomo de los ¡°aprovechamientos fraudulentos¡± de madera en las concentraciones parcelarias y aseguran que ahora estas comienzan a multiplicarse al mismo tiempo que se devastan los per¨ªmetros arb¨®reos de zonas en donde se realizan grandes infraestructuras ¡ªlas de las obras de la Alta Velocidad fundamentalmente¡ª con una ¡°completa dejadez¡± por parte de la Administraci¨®n.
Xos¨¦ Santos, presidente de Amigos da Terra en Galicia, afirma que buena parte de esas ¡°talas abusivas¡± a tala rasa (t¨¦cnica que elimina todos los ejemplares de ¨¢rboles, sin distinci¨®n) afectan a ¡°bosques aut¨®ctonos de gran biodiversidad¡± y sostiene que, en este duro azote de la crisis, el recurso del que tiran los gallegos es, entre otros, el roble de calidad, de gran poder calor¨ªfico y al que las Administraciones han dejado de lado, ¡°prescindiendo de su poder en la industria de la transformaci¨®n pese a su alto valor a?adido¡±. ¡°Quemamos nuestros robles tras da?ar el ecosistema con sus talas abusivas e importamos robles en parqu¨¦, muebles y puertas que le compramos a los franceses¡±. Santos explica de este modo la espiral de p¨¦rdida de valor a?adido de la despensa del bosque gallego.
¡°Hay quien cruza el bosque y solo ve le?a para el fuego¡±, ironiza, y cita a Tolstoi para reprochar la ¡°visi¨®n economicista a corto plazo¡± que en su opini¨®n tiene la Administraci¨®n gallega con una Ley de Montes, del a?o 2012, que ¡°promociona la plantaci¨®n de pinos o eucaliptos, de r¨¢pido crecimiento y escaso valor¡±. Esto es, que se potencia que haya muchos ¨¢rboles pero poco bosque.
Los ¨¢rboles han sido hist¨®ricamente como las vacas para los gallegos: una segura sucursal bancaria gestionada por ellos mismos en su propia casa y de la que han podido tirar en momentos de apuro. Pero las asociaciones ecologistas sostienen que las talas no se destinan ahora ya solo al autoconsumo. ¡°La venta de tractores de le?a tambi¨¦n se ha disparado¡±, como la transformaci¨®n de calderas de gas¨®leo en calderas de pellets (combustible granulado creado a base de restos de maderas) o como la venta en las grandes superficies comerciales de paquetes de le?a de roble y encina que normalmente procede de otros pa¨ªses.
Las agrupaciones medioambientalistas culpan a la Xunta de haber especializado a Galicia en la producci¨®n de madera de mala calidad (esa sustituci¨®n del carballo por pinos y eucaliptos) destinada a la industria de los tableros y a la producci¨®n de la pasta de papel de las celulosas. Sin embargo, el sector industrial bendice esa ¡°especializaci¨®n¡±. Y remacha: ¡°No somos un pa¨ªs forestalista, sino un pa¨ªs que tiene ¨¢rboles¡±.
El presidente de la patronal Confemadera Galicia, Elier Ojea, destaca la contradicci¨®n de una comunidad que tiene en el sector maderero su tercera actividad industrial (1.700 millones de euros de facturaci¨®n y el 50% de la madera que se corta en Espa?a) y 800.000 hect¨¢reas de bosque abandonadas. Ojea culpa al minifundismo de impedir la ordenaci¨®n de un monte que, distribuido en grandes superficies, podr¨ªa llegar a triplicar su producci¨®n actual. El sector industrial reconoce que Galicia tiene mucha madera ¡°pero de muy mala calidad¡±. Y minimiza el poder¨ªo del roble o del casta?o aut¨®ctonos. ¡°Te paseas a partir de este mes y ves ¨¢rboles nobles y frondosos por todas partes, pero no es m¨¢s que le?a; no est¨¢n podados, no sirven para nada¡±.
El presidente de Confemadera Galicia cree que la actual apuesta por el consumo de biomasa impulsada por la crisis e incluso por la Xunta ¡ªque se ha comprometido a fomentar el ahorro en hospitales y otros centros sociales mediante el uso de la madera como combustible¡ª ¡°es bueno, pero no la soluci¨®n econ¨®mica¡± para una industria que este a?o report¨® 250 millones de euros a 54.200 familias que vendieron su madera de mala calidad fundamentalmente a la empresa papelera Ence, el primer productor de celulosa de eucalipto de Espa?a.
El temor de los industriales es que, espoleada por la crisis, Galicia entre en calor convertida a¨²n m¨¢s en ese pa¨ªs de le?a que nadie quiere pero al que todos parecen abocarla.
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