La asistencia a los refugiados est¨¢ en riesgo por la morosidad de las ayudas

Cada d¨ªa, miles de personas salen de su pa¨ªs aterradas y dejan todo atr¨¢s. Necesitan cobijo porque su vida corre peligro. Demandan asilo. El n¨²mero de solicitudes de protecci¨®n internacional ha disminuido en Espa?a en un 65% respecto a 2001. Cada vez hay m¨¢s controles, por lo que es m¨¢s dif¨ªcil llegar a la frontera. El a?o pasado, 2.588 inmigrantes pidieron ser acogidos, un 24,37% menos que en 2011, pero el Ministerio del Interior solo resolvi¨® 230 a favor. "Las cifras demuestran que aqu¨ª los est¨¢ndares son mucho m¨¢s restrictivos que en el resto de la Uni¨®n Europea", relata Estrella Gal¨¢n, secretaria general de la Comisi¨®n Espa?ola de Ayuda al Refugiado (CEAR), la principal ONG del sector, que lleva 35 a?os atendiendo a esta poblaci¨®n a lo largo de todo el pa¨ªs. La organizaci¨®n no pasar¨¢ de septiembre si las Administraciones no saldan el mill¨®n de euros que le adeudan.

Ahmed Yaffa prefiere no dar su apellido. Tiene 29 a?os y aterriz¨® en el aeropuerto de Barajas en 2009 procedente de Siria. All¨ª hab¨ªa llegado un a?o antes desde Gaza. Hab¨ªa huido ante el peligro que corr¨ªan los palestinos en general ¡ª"en esas fechas los israelitas mataron a 1.500 personas", cuenta¡ª y ¨¦l en particular. Defensor de los derechos de su pueblo y muy cr¨ªtico con la autoridad palestina, hab¨ªa sido detenido hasta siete veces "por ambas partes", recuerda Ahmed. As¨ª que consigui¨® un visado para hacer escala en Madrid de camino a Cuba y, nada m¨¢s pisar Espa?a, pidi¨® protecci¨®n internacional. Sabe que ha tenido suerte: en solo siete meses le fue concedido el asilo.

La legislaci¨®n espa?ola establece que esta condici¨®n debe reconocerse a quienes tengan temores fundados de ser perseguidos por su raza, religi¨®n, nacionalidad, opiniones pol¨ªticas, g¨¦nero u orientaci¨®n sexual o por pertenencia a determinado grupo social.

La Oficina de Asilo y Refugio, dependiente de Interior, gestiona los expedientes. Una comisi¨®n interministerial en la que participa, con voz pero sin voto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) determina si la resoluci¨®n es positiva o negativa. Interior sostiene que el 98% de sus decisiones coinciden con las de ACNUR. Fuentes del alto comisionado replican que las discrepancias son elevadas y que en esos casos no se suele seguir su consejo.

Durante el proceso, los solicitantes han de ser atendidos por un abogado. CEAR asesora legalmente de forma gratuita a unas 7.000 personas cada a?o. Adem¨¢s, cuenta con 300 plazas de acogida que reciben anualmente a m¨¢s de 700 refugiados. La organizaci¨®n tambi¨¦n promueve su integraci¨®n social para garantizar una vida aut¨®noma a unos 15.000 inmigrantes al a?o. "Yo creo que el 90% de quienes pedimos protecci¨®n internacional en Espa?a tenemos alg¨²n tipo de contacto con CEAR: sus trabajadores nos dan clases de espa?ol, nos ayudan a buscar trabajo, nos asisten psicol¨®gicamente¡­", se?ala Ahmed Yaffa. Todo eso est¨¢ en peligro. Fuentes de ACNUR consideran que la desaparici¨®n de esta ONG generar¨ªa un vac¨ªo "muy dif¨ªcil de cubrir". Gal¨¢n, secretaria general de la organizaci¨®n, se manifiesta en la misma l¨ªnea y asegura que el cierre, adem¨¢s de poner a sus 148 trabajadores en la calle, supondr¨ªa un "verdadero drama social".

Deber¨ªan incluir a las ONG en el plan de pago a proveedores. Estamos desempe?ando servicios sociales que deber¨ªan ser p¨²blicos Estrella Gal¨¢n, secretaria general de CEAR

Para evitar que esto suceda, Gal¨¢n reclama 1.100.000 euros en subvenciones a las Administraciones. Seg¨²n explica, hay deuda acumulada incluso desde 2009 y los m¨¢s morosos son el Ayuntamiento de Madrid (270.000 euros), la Generalitat Valenciana (100.360) y el Gobierno canario (100.000 euros). Gal¨¢n defiende que es preciso cambiar el modelo e incluir a las ONG en el plan de pago a proveedores impulsado por el Ejecutivo. "Estamos desempe?ando servicios sociales que deber¨ªan ser p¨²blicos. Adem¨¢s, somos la ¨²nica organizaci¨®n en nuestro pa¨ªs que recurre a organismos europeos para denunciar violaciones de la protecci¨®n internacional", a?ade.

Paloma Favieres, coordinadora del servicio jur¨ªdico de CEAR, insiste en que el mayor lastre para el derecho al asilo es que Espa?a, y la Uni¨®n Europea, se han convertido "en una fortaleza", por lo que "resulta muy complicado solicitar refugio". Una vez aqu¨ª, "tambi¨¦n es dif¨ªcil que lo concedan", contin¨²a.

Una guineana de 28 a?os, que prefiere no revelar su identidad, sabe bien de lo que habla Favieres. Ella consigui¨® llegar a Madrid en 2009, cuando, despu¨¦s de una matanza en su pa¨ªs, la llamaron por tel¨¦fono y le dijeron: "Sal corriendo. Tu marido ha hecho algo muy grave y van a ir a buscarte". Su solicitud de asilo fue denegada en octubre. Sigue asustada y muy nerviosa. No tiene papeles y vive una situaci¨®n de angustia constante. Ahora sobrevive gracias a la ayuda de CEAR. Y se lamenta: "No s¨¦ qu¨¦ voy a hacer si desaparece".