¡°El bipartidismo no deja espacio para la sociedad¡±
Es la segunda mujer que accede a la Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas
"El bipartidismo ha convertido la Constituci¨®n espa?ola en papel mojado". Quien as¨ª se expresa es Araceli Mangas, la segunda mujer que accede como acad¨¦mica a la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas, desde la fundaci¨®n en Madrid de esta instituci¨®n hace 150 a?os. La primera fue Adela Cortina. Ella acaba de ser designada para disponer de la medalla n¨²mero nueve de la entidad, que anteriormente lucieran personalidades como el pol¨ªtico Francisco Silvela, el catedr¨¢tico Antonio Truyol Serra o el jurista Jos¨¦ Antonio Carrillo Salcedo, a quien sustituye tras su reciente fallecimiento.
Salmantina de Ledesma, nacida en el hogar de un agricultor y un ama de casa, la m¨¢s peque?a de una familia con nueve hijos, es una mujer resuelta y dialogante. Cuando cursaba segundo de Derecho y ¡°asfixiada por el sistema franquista¡±, seg¨²n sus palabras, viaj¨® a Ginebra donde, en unas jornadas sobre organizaciones internacionales, descubri¨® que exist¨ªa ¡°un mundo m¨¢s grande con muchas implicaciones sobre nuestro mundo propio¡±. Gracias a una beca facilitada por la decana de la facultad salmantina de Derecho, entonces Gloria Begu¨¦, se traslad¨® a Estrasburgo donde decidi¨® dedicar su vida al Derecho Internacional P¨²blico, disciplina de la cual ha sido catedr¨¢tica en Salamanca y ahora en la Universidad Complutense de Madrid. Es considerada como una autoridad jur¨ªdica en Derecho Internacional P¨²blico y en legislaci¨®n y jurisprudencia europeas.
![Araceli Mangas.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VK2CZ4DA4LJCDGC6KEKM6RK7IQ.jpg?auth=cd99c6391401a24d01476843ac481babff263fe52f99f2d52410127f789870c7&width=414)
¡°En Estrasburgo me maravill¨¦ con la idea de la aventura Europa, un continente con naciones dispuestas a compartir su soberan¨ªa en aras de la paz y del bienestar¡±, asegura. Hoy, recibe con emoci¨®n su nombramiento, decidido por designaci¨®n mayoritaria de 23 acad¨¦micos frente a los 12 que apoyaron la candidatura de un exministro. Subraya que su elecci¨®n obedece a que ¡°la Academia necesita tropas de refresco¡± y se propone llevar consigo, para aportar a la instituci¨®n, ¡°una perspectiva europe¨ªsta e internacionalista imprescindible ya en cualquier ¨¢mbito del saber¡±. A juicio de Araceli Mangas, ¡°no se pueden solucionar problemas globales, como son ya los que nos aquejan, con instrumentos locales y eso es precisamente lo que nos est¨¢ sucediendo hoy aqu¨ª y en Europa y que explica buena parte de lo que sucede¡±.
La acad¨¦mica no oculta su preocupaci¨®n por la actual situaci¨®n pol¨ªtica en Espa?a. ¡°Pol¨ªticos con moralidad son una excepci¨®n, la corrupci¨®n pol¨ªtica es casi sist¨¦mica; adem¨¢s, los dos grandes partidos pol¨ªticos, PP y PSOE, no est¨¢n dispuestos a desmontar un sistema que casi ¨²nicamente les ha beneficiado a ellos. ¡°Adem¨¢s, el bipartidismo no deja espacio para la sociedad, la democracia de baja calidad que sufrimos es culpa suya¡±. A su juicio, ¡°no se trata de aplicar la ecuaci¨®n ¡°menos Estado y m¨¢s sociedad, sino la que consiste en m¨¢s sociedad y menos partidos¡±, dice con convicci¨®n. ¡°Nos han demolido la democracia y han convertido la Constituci¨®n en papel mojado¡±.
Con respecto a si la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas en particular y las Reales Academias, en general, pueden o no ejercer alg¨²n tipo de magisterio u orientaci¨®n que reduzca la actual incertidumbre pol¨ªtica que denuncia, Araceli Mangas remarca: ¡°Creo que s¨ª, como muestra la Academia Espa?ola de la Lengua¡±. Y explica: ¡°Hay que tener en cuenta que las academias integran buena parte de la inteligencia espa?ola, pero el problema es que ni los Gobiernos ni el Estado conf¨ªan en la inteligencia. Parecen aplicar el principio de que ¡°para sabios, ellos¡±.
En cuanto a la proyecci¨®n internacional de Espa?a, sus cr¨ªticas se dirigen a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y se pregunta: ¡°?C¨®mo Espa?a, el pa¨ªs donde naci¨® el Derecho Internacional de la mano de Francisco de Vitoria, pudo participar en una guerra claramente ilegal como la invasi¨®n de Irak, sin que fuera refrendada por Naciones Unidas?¡± Y agrega: ¡°Aquella decisi¨®n de Aznar, adem¨¢s de trastocar el eje europeo de relaciones internacionales de Espa?a para virarlas hacia el Reino Unido y Estados Unidos, nos enemist¨® con nuestro vecino el mundo ¨¢rabe, entre otras consecuencias adversas¡±.
?Tendr¨¢ o no que ver con lo sucedido, adem¨¢s de las culpas atribuidas a los partidos, el economicismo que parece haberse adue?ado completamente del discurso dominante? ¡°Desde luego, ha habido una p¨¦sima praxis. Si bien el expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero proclamaba que la banca espa?ola era ¡°ejemplar¡± ahora vemos lo que ha hecho la banca espa?ola: ha habido miles de personas masivamente enga?adas por las preferentes, mientras el Banco de Espa?a no se enteraba y las instituciones de control no funcionaron, tampoco ante las pr¨¢cticas de los grandes grupos inmobiliarios¡¡±.
?Y Europa? ¡°Hasta ahora y durante 60 a?os, Europa ha funcionado muy bien gracias a la locomotora franco-alemana; a su vera se hallaba una cohorte de pa¨ªses, como el Benelux o Italia, que funcionaron como un grupo federado asociado a ella; y ello hac¨ªa que todos vivi¨¦ramos bien. Sin embargo hoy nadie tira ya del carro europeo y lo ¨²nico que acaece es que Alemania se limita a ordenar y mandar, sin ejercer un liderazgo responsable¡±.
Seg¨²n resalta la nueva acad¨¦mica de Ciencias Morales y Pol¨ªticas, Araceli Mangas, ¡°mientras Estados Unidos se ha avenido a reestructurar la deuda de Am¨¦rica Latina y establecer un sistema de avales, al igual que China lo ha hecho con los peque?os pa¨ªses asi¨¢ticos, Alemania parece querer ahogarnos a los europeos para que los alemanes ahorren; parece creer que lo prioritario es el dinero que Alemania ha puesto; pero el liderazgo, en esta ocasi¨®n, no puede medirse por el dinero puesto sobre la mesa; hay una enorme torpeza por parte de Angela Merkel en la conducci¨®n de la situaci¨®n, ya que ha colocado los intereses gubernamentales propios por ganar las elecciones por encima de los intereses generales de Europa; asimismo, de la soluci¨®n de los problemas generados por la presente crisis, el Parlamento Europeo y la Comisi¨®n Europea tambi¨¦n han pasado, han abdicado de ejercer sus funciones de cr¨ªtica y de control¡±.
¡°Los espa?oles aportamos a la aventura europea una gran ilusi¨®n, porque estuvimos alejados de ella desde el siglo XVIII hasta 1986¡±, opina Mangas. Sin embargo, admite que muchos espa?oles ven hoy Europa como una especie de Consejo de Administraci¨®n de los mercados.
¡°En verdad, las instituciones europeas no han estado a la altura de las circunstancias que la crisis determinaba¡±. Por ello, asegura que ¡°a los espa?oles se nos ha ca¨ªdo nuestro sue?o de Europa, que concebimos como la ¨²ltima esperanza de racionalidad pol¨ªtica¡±.
Ahora, Mangas hace aflorar apasionadamente sus convicciones europe¨ªstas y pasa a definir las que considera sus principales ventajas: ¡°Europa es una magn¨ªfica aventura de civilizaci¨®n, de bienestar y de igualdad; es una superpotencia normativa, que ha generado leyes que han contribuido a construir un mundo m¨¢s justo e igualitario, sobre la mujer, sobre la circulaci¨®n libre de sus ciudadanos, sobre derechos humanos, o laborales; es extraordinario contar¡±, a?ade, ¡°con un espacio de 27 pa¨ªses, pronto 28, al que cada cual puede desplazarse para establecerse, vivir, trabajar o estudiar en id¨¦nticas condiciones y requisitos de ciudadan¨ªa y libertad que los ciudadanos de all¨ª, donde podemos recibir nuestras pensiones, la misma atenci¨®n sanitaria de nuestra seguridad social o cursar estudios, como prueba el sistema Erasmus, por ejemplo¡±. Y destaca tambi¨¦n: ¡°no es lo mismo producir para -o consumir en- un mercado de 47 millones de espa?oles, que hacerlo para o en otro mucho m¨¢s amplio, de 500 millones de europeos¡±.
Admite no obstante que en Bruselas ¡°hay hoy muy pocas personas m¨¢s interesadas en el desarrollo de una Europa social que en una Europa de los mercados, pero recuerda que muchas de las leyes consideradas m¨¢s avanzadas, como la que impide los abusos hipotecarios, o la de igualdad, que tan buen encaje hallaron y encuentran en la sociedad espa?ola, ¡°tuvieron su origen en directivas europeas precedentes¡±. Y concluye la conversaci¨®n con una sentencia: ¡°La bandera de Europa no exige a nadie que muera, ni que mate, por ella: es una bandera de soberan¨ªa compartida que permanece a la espera de que sepamos crear un demos, una conciencia de pueblo europeo, como factor de civilizaci¨®n y de paz¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.