De Mor¨®n a Sigonella mirando a Libia

La Fuerza de Respuesta R¨¢pida del Cuerpo de Marines de EE UU ya est¨¢ operativa. Sin apenas tiempo para instalarse, menos de un mes despu¨¦s de aterrizar en la base de Mor¨®n de la Frontera (Sevilla), el Pent¨¢gono ha despachado esta semana a 200 de sus 500 militares a Sigonella (Sicilia). El detonante de este imprevisto desplazamiento ha sido el coche bomba que el pasado lunes estall¨® en Bengasi. Washington no quiere arriesgarse a repetir la pesadilla del pasado 11 de septiembre, cuando una multitud infiltrada por elementos yihadistas asalt¨® el consulado estadounidense en dicha ciudad libia linchando a su embajador, Christopher Stevens.

El Pent¨¢gono tiene tres bases en ?frica: Yibuti, N¨ªger (para aviones no tripulados) y Mor¨®n. Geogr¨¢ficamente, la base sevillana no est¨¢ en ?frica, pero estrat¨¦gicamente s¨ª. Vista desde Washington, es un trampol¨ªn para saltar a cualquier punto del Magreb y el Sahel, dos de las regiones m¨¢s inestables del mundo y campo de batalla contra Al Qaeda. Por eso, su m¨¢ximo responsable es el general David Rodr¨ªguez, jefe del US Africom, el Mando de EE UU para ?frica, cuya sede tampoco est¨¢ en dicho continente, sino en Stuttgart (Alemania).

El Consejo de Ministros autoriz¨® el pasado 19 de abril el despliegue en Mor¨®n de 500 marines (la mitad, personal de combate y el resto de apoyo), as¨ª como seis V-22 Osprey (que pueden volar indistintamente como aviones de ala fija y helic¨®pteros) y dos KC-130 de reabastecimiento en vuelo, que ampl¨ªan su radio de acci¨®n. La unidad est¨¢ preparada para salir a las seis horas de recibir la orden y desplazarse en otras tres a casi 1.500 kil¨®metros de distancia.

Su misi¨®n consiste en dar protecci¨®n a ¡°ciudadanos, instalaciones y personal designado de EE UU¡± ante posibles crisis en ?frica, seg¨²n la carta que el responsable del Pent¨¢gono, Chuck Hagel, dirigi¨® el 9 de abril a su hom¨®logo Pedro Moren¨¦s.

Madrid no se lo pens¨® mucho para dar su pl¨¢cet: tras unas consultas del embajador de EE UU, Alan Solomont, la petici¨®n se present¨® ante el Comit¨¦ Permanente Hispano-Norteamericano a mediados de marzo. Se aplic¨® el art¨ªculo 18.5 del convenio de Defensa: ¡°Excepcionalmente y a solicitud (...) debidamente razonada y detallada, Espa?a podr¨¢ autorizar aumentos temporales sobre el nivel de fuerzas acordado para cada base, as¨ª como cambios en la naturaleza de estas¡±. El convenio fija un techo de 500 militares en Mor¨®n, que hasta ahora no se cubr¨ªa, y permite el despliegue temporal en Espa?a de hasta 900 marines.

Un atentado en Bengasi moviliza a la fuerza de reacci¨®n de EE UU

El Gobierno alega que no necesita pedir permiso al Congreso (como hizo con la instalaci¨®n en Rota del componente naval del escudo antimisiles) porque la autorizaci¨®n es temporal. Su duraci¨®n m¨¢xima es de un a?o y EE UU ha sugerido que busca ubicaci¨®n definitiva en suelo africano. No es f¨¢cil que la encuentre y Espa?a quiere que los marines se queden en Mor¨®n. ¡°?Ojal¨¢!¡±, admiten fuentes diplom¨¢ticas. Hasta ahora, su despliegue es operativo; es decir, los militares han llegado sin sus familias, por lo que las inversiones son casi nulas y los beneficios para el entorno muy escasos.

El presidente del comit¨¦ de empresa de la base, Jos¨¦ Armando Rodr¨ªguez, ni siquiera est¨¢ seguro de que se frene la sangr¨ªa de despidos. La firma estadounidense VBR, encargada de los servicios de mantenimiento, prescindi¨® en 2010 de 119 de sus 594 trabajadores, apelando a ¡°causas organizativas¡±, y se ha filtrado un nuevo expediente, a ejecutar en 2014, que afectar¨ªa a otros 144.

El Gobierno italiano ya ha informado a su Parlamento; el espa?ol, no

Fuentes del Gobierno aseguran que ¡°los intereses de ambos pa¨ªses en ?frica coinciden¡±, por lo que la presencia de los marines en Mor¨®n reforzar¨¢ a Espa?a. Pero tambi¨¦n puede traerle problemas. Un portavoz del Pent¨¢gono dijo a la BBC que los marines podr¨¢n actuar en cualquier pa¨ªs africano ¡°sin el permiso del Gobierno local¡±.

La ministra de Exteriores italiana, Emma Bonino, ya ha comparecido ante su Parlamento para informar de la llegada de los marines a Sigonella. En Espa?a, las explicaciones se han delegado en un secretario de Estado, Gonzalo de Benito. Y ni siquiera se sabe cu¨¢ndo acudir¨¢ al Congreso.