Exteriores revoca el nombramiento de una diplom¨¢tica por un veto del CNI
De Mingo fue designada hace un mes secretaria de la Embajada en Jordania
El pasado 18 de abril, el subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, Rafel Mend¨ªvil ¡ªpor delegaci¨®n del ministro Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo¡ª, firm¨® el nombramiento de la diplom¨¢tica Eva de Mingo como secretaria (n¨²mero tres) de la Embajada de Espa?a en Amm¨¢n (Jordania). De Mingo, licenciada en Derecho y Ciencias Pol¨ªticas, diplom¨¢tica de carrera desde hace una d¨¦cada, obtuvo este puesto en el concurso de asignaci¨®n de destinos en el exterior conocido como bombo. El pasado lunes, el propio subsecretario inform¨® a la Junta de la Carrera ¡ªque re¨²ne a representantes de todas las categor¨ªas de la carrera diplom¨¢tica y debe ser o¨ªda en la asignaci¨®n de destinos¡ª de que el nombramiento de De Mingo hab¨ªa sido revocado.
Preguntado sobre qu¨¦ ha sucedido en tan solo un mes para que el subsecretario cambie radicalmente de opini¨®n, un portavoz de la Oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica (OID) se limit¨® a contestar: ¡°Sin comentarios¡±.
El servicio secreto recela de su marido, un espa?ol de origen egipcio
Compa?eros de De Mingo aseguran que la repentina anulaci¨®n de su nombramiento responde a un veto del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que habr¨ªa negado a la diplom¨¢tica la habilitaci¨®n de seguridad necesaria para acceder a documentaci¨®n clasificada.
?Y qu¨¦ ha hecho De Mingo para provocar los recelos del servicio secreto? Nada en su hoja de servicios parece justificarlo. Tras una etapa en protocolo, De Mingo, madrile?a de 38 a?os, estuvo destinada en las embajadas espa?olas en Yakarta (Indonesia) y Tegucigalpa (Honduras), en esta ¨²ltima como encargada de negocios (n¨²mero dos) y, en la pr¨¢ctica, n¨²mero uno en ausencia del embajador, que fue retirado por Espa?a tras el golpe de Estado contra el presidente Zelaya. Se da la circunstancia de que en Honduras trabaj¨® para el embajador Luis Belzuz ¡ªexjefe de Gabinete del director del CNI, F¨¦lix Sanz¡ª, quien la propuso para la Orden del M¨¦rito Civil. Adem¨¢s, ha sido asesora internacional de la ministra de Fomento socialista, Magdalena ?lvarez. Hasta ahora, estaba destinada en la subdirecci¨®n general de No Proliferaci¨®n y Desarme.
El problema de esta diplom¨¢tica parece no ser ella, sino su marido, Mohamed El Masry, con quien est¨¢ casada desde 2012 y tiene una ni?a, Sara, de un a?o. Seg¨²n le han indicado sus jefes, de forma verbal y nunca por escrito, el CNI tiene ¡°la previsi¨®n de que El Masry pudiera ser captado por un servicio de inteligencia extranjero¡±. Nacido en Egipto hace 40 a?os, El Masry est¨¢ plenamente integrado en Espa?a, donde reside desde 1996. Inicialmente trabaj¨® en el servicio de seguridad de la Embajada egipcia en Madrid y, ahora, en la Embajada de Arabia Saud¨ª, donde se encarga de relaciones institucionales. Licenciado en administraci¨®n empresarial, cursa un doctorado en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Pero, sobre todo, tiene la nacionalidad espa?ola desde 2005 y, en consecuencia, disfruta de los mismos derechos que cualquier otro espa?ol.
El Masry no oculta su indignaci¨®n por la discriminaci¨®n que sufre su esposa y la sombra de sospecha que se hace recaer sobre ¨¦l. ¡°Cre¨ªa que Espa?a era un Estado de derecho, pero empiezo a dudarlo. Se lanza contra m¨ª una acusaci¨®n que es falsa y ni siquiera se me da la oportunidad de defenderme¡±, alega.
Seg¨²n El Masry, el CNI no se ha dirigido a ¨¦l para pedirle aclaraciones que se muestra dispuesto a dar. De Mingo no ha recibido ninguna respuesta a su solicitud de obtener la habilitaci¨®n de seguridad; lo que le impide recurrir una eventual negativa. Tampoco ha visto el informe del CNI que supuestamente cuestiona el patriotismo de su marido. ¡°Sentimos una indefensi¨®n absoluta¡±, se lamenta El Masry.
Un portavoz del servicio secreto asegur¨® a EL PA?S que el CNI ¡°no designa a los diplom¨¢ticos y, en consecuencia, tampoco lo veta¡±. Entonces ?qui¨¦n?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.