Assange, riesgo para la seguridad

Entre los elementos que pueden generar nuevos riesgos o amenazas o multiplicar y agravar sus efectos figura ¡°la creciente interferencia de individuos cuyas actuaciones, como la difusi¨®n de informaci¨®n sensible o de rumores de forma indiscriminada, son distorsionadores o pueden afectar a la confianza de las instituciones¡±. La alusi¨®n de la estrategia tiene un claro destinatario: Julian Assange y su organizaci¨®n Wikileaks, convertida en arma de desvelaci¨®n masiva de secretos.

La preocupaci¨®n por mantener los secretos impregna el documento. Por ejemplo, cuando, al hablar del espionaje, advierte de la proliferaci¨®n de ¡°sofisticados programas de capacitaci¨®n tecnol¨®gica, susceptibles de proporcionar acceso a ingentes vol¨²menes de informaci¨®n y, en el peor de los escenarios, a datos sensibles¡±.

No sorprende por ello que una de sus recomendaciones sea la ¡°elaboraci¨®n de una normativa actualizada para regular la protecci¨®n de la informaci¨®n clasificada¡±, lo que deber¨ªa llevar a la reforma de la Ley de Secretos Oficiales, que ya tiene tres d¨¦cadas.

Lo que s¨ª recoge la estrategia, de modo expreso, es el mandato de aprobar una Ley Org¨¢nica de Seguridad Nacional, que modificar¨¢ parcialmente la Ley de Defensa Nacional de 2005. El anteproyecto ser¨¢ elaborado en un plazo de seis meses por el nuevo Consejo de Seguridad Nacional, cuya creaci¨®n se aprob¨® ayer por decreto. Anualmente, el Gobierno remitir¨¢ al Congreso un Informe sobre Seguridad Nacional para su debate. El documento no aclara si ser¨¢ secreto.