Rubalcaba emplaza a sus barones a fijar los l¨ªmites del proyecto federalista
El ensamblaje de las distintas propuestas arranca hoy con Gri?¨¢n y Fern¨¢ndez
El PSOE tiene apenas un mes para cerrar su propuesta de nuevo modelo territorial para Espa?a, el dise?o concreto de eso que llam¨® en septiembre ¡°reforma constitucional en clave federal¡± y que fue su respuesta al desaf¨ªo independentista del Gobierno de Catalu?a. El Consejo Territorial de los socialistas debe aprobar a principios de julio el documento final que recoja ese nuevo modelo, una apuesta de enorme calado que el PSOE no hab¨ªa planteado en 35 a?os de democracia y a la que ahora est¨¢ dando forma en tiempo r¨¦cord.
Queda, sin embargo, una fase fundamental: terminar de ensamblar en el texto definitivo ¡ªque ha coordinado Ram¨®n J¨¢uregui¡ª los distintos documentos aportados por las federaciones, integrar o descartar la letra peque?a de esas propuestas; y poner los l¨ªmites: decidir hasta d¨®nde lleva el PSOE el federalismo. En el arranque de esa recta final del debate, el secretario general, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, ha citado hoy en Madrid al presidente del partido y de la federaci¨®n m¨¢s poderosa, el andaluz Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, y al coordinador del Consejo Territorial, el asturiano Javier Fern¨¢ndez. Los dos ¨²nicos presidentes auton¨®micos que tiene el PSOE.
El viernes pasado, en Barcelona, Rubalcaba ya comi¨® con el catal¨¢n Pere Navarro (primer secretario del PSC), y har¨¢ lo mismo a lo largo del mes de junio con todos los barones territoriales del PSOE, para llegar con consenso a la cita clave de julio. ¡°Hay que buscar el com¨²n denominador¡±, resume un miembro de su equipo.
El objetivo declarado es aplacar el ¨®rdago soberanista, cambiar la Constituci¨®n para que Catalu?a tenga un mejor ¡°acomodo¡±, en palabras del secretario general. Aunque la propuesta va m¨¢s all¨¢ ¡ªafectar¨ªa a todas las comunidades y pretende incorporar reclamaciones de todas, seg¨²n sostiene la ejecutiva¡ª, el punto de partida es ese: Catalu?a. Por eso la premisa es que PSOE y PSC se pongan de acuerdo en un modelo com¨²n y lo defiendan despu¨¦s en Catalu?a y en el resto de Espa?a. Nadie en Ferraz (sede del PSOE) quiere imaginar la posibilidad de que el documento que salga del Consejo Territorial no comprometa a ambos partidos.
Pero el PSC, hasta la fecha, lo que defiende es su propio documento, que contiene varios elementos en principio inasumibles para el PSOE: la descentralizaci¨®n del Poder Judicial, el concepto de Espa?a como ¡°naci¨®n de naciones¡±, los ¡°referendos territorializados¡±, el vidrioso principio de ordinalidad en la financiaci¨®n. Tambi¨¦n generan inquietud en Ferraz algunos puntos de la propuesta de los socialistas valencianos, y de los de Baleares. A ellos se a?ade, en otra l¨ªnea, el documento de Andaluc¨ªa y el de los socialistas de Arag¨®n. ¡°Hay que sintonizar esos textos, y todos los que haya. Pero habr¨¢ acuerdo¡±, conf¨ªa otro responsable federal. La acelerada apuesta por el federalismo no ha generado, de hecho, grandes resistencias en el seno del PSOE ¡ªal menos no han trascendido p¨²blicamente¡ª.
Dif¨ªcil apuesta de pacto de Estado
"En el momento en el que Alfredo abra un di¨¢logo con Mariano Rajoy para tratar de alcanzar un pacto de Estado, todo el PSOE tiene que estar con ¨¦l. Es fundamental que, si ocurre, el partido est¨¦ unido y detr¨¢s del secretario general; porque esa apuesta, aunque es imprescindible, tiene un riesgo", asevera un alto dirigente del PSOE que no es del equipo m¨¢s cercano a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. El riesgo es que la fotode los socialistas tendiendo la mano al Gobierno en este momento de m¨¢xima impopularidad lleve a muchos ciudadanos a identificar a PSOE y PP como dos partidos iguales, socios; que tape la labor de oposici¨®n de los socialistas y los hunda a¨²n m¨¢s en las encuestas.
Hace apenas cuatro meses Rubalcaba estaba pidiendo solemnemente la dimisi¨®n del presidente del Gobierno por el caso B¨¢rcenas. En las ¨²ltimas tres semanas le ha ofrecido un acuerdo global ¡ªdesde Europa al modelo fiscal, Estado del bienestar o las pensiones¡ª para trazar la salida de la crisis. En esa apuesta por los pactos Rubalcaba tiene el apoyo firme del presidente del partido, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n.
La ejecutiva del PSOE sostiene que va a seguir haciendo oposici¨®n a muchas de las pol¨ªticas del PP, como la ley del aborto o la reforma laboral. ¡°Pero ponerse radicalmente enfrente del Gobierno, en las circunstancias en las que est¨¢ Espa?a, ser¨ªa irresponsable¡±, argumenta el mismo dirigente, que ve ¡°evidente¡± que ¡°los ciudadanos piden acuerdos¡±. Y a?ade este otro argumento: ¡°PP y PSOE nos estamos desangrando. De alguna manera, lo que fortalezca a uno o al otro es bueno para los dos. Si cae uno, pueden caer los dos¡±.
La p¨¦rdida de confianza en los dos grandes partidos es vista con preocupaci¨®n en Ferraz; pero, a la vez, como algo transitorio. La ¡°desconfianza brutal de los ciudadanos hacia la pol¨ªtica¡± ocupa m¨¢s conversaciones. ¡°No se puede movilizar a todo el partido por una encuesta sobre intenci¨®n de voto ahora, a dos a?os de las generales; pero s¨ª por el desistimiento ciudadano que refleja esa misma encuesta. Es muy preocupante¡±, se?ala un miembro de la c¨²pula.
El documento coordinado por J¨¢uregui tiene varias patas. En primer lugar, plantea modificar el reparto de competencias y acabar con las ¡°transferencias eternas¡±, fijando una lista de competencias del Estado central y dejando el resto para las autonom¨ªas; todav¨ªa no est¨¢ decidido hasta qu¨¦ punto ese reparto ser¨ªa asim¨¦trico (competencias distintas para comunidades distintas), como pide, por ejemplo, el PSC. Pero s¨ª habr¨ªa, seg¨²n ha anunciado J¨¢uregui, un cap¨ªtulo de ¡°singularidades¡± de las comunidades, otorgando una dimensi¨®n ¡°m¨¢s solemne¡± a los ¡°hechos diferenciales¡± (y ah¨ª lo que est¨¢ en discusi¨®n es hasta qu¨¦ punto eso puede dar lugar a una diferencia de trato). Rubalcaba, no obstante, ha dicho que ¡°el concepto de Espa?a¡± no se tocar¨¢.
Adem¨¢s, el PSOE quiere introducir en la Constituci¨®n los ¡°principios¡± del modelo de financiaci¨®n auton¨®mica, como la participaci¨®n en tributos estatales o el concepto de solidaridad. Una de las batallas se dar¨¢ en este punto: el PSC ha abrazado la defensa del principio de ¡°ordinalidad¡± (que las comunidades ricas no pierdan posiciones tras aportar a la solidaridad) y el PSOE no. Aunque fuentes de Ferraz admiten que ¡°se sigue debatiendo¡±. Hay, por ¨²ltimo, una fuerte discusi¨®n en las federaciones sobre la conveniencia de sustituir el Senado por una C¨¢mara elegida por los Gobiernos o por los Parlamentos aut¨®nomos.
La Conferencia Pol¨ªtica de octubre deber¨¢ ratificar el documento que salga del Consejo Territorial de julio, y a partir de entonces ese ser¨¢ el modelo federal del PSOE. Sin el respaldo del PP, en cualquier caso, nunca podr¨ªa traducirse en una reforma de la Constituci¨®n.
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