¡°?De d¨®nde se han sacado lo de la Infanta? Es alucinante¡±

La sorpresa todav¨ªa no se le ha borrado a F. J. O, residente en Bizkaia, comprador y actual propietario del piso frente a la playa de Alicante que figura como vendido por la Infanta en 2005.

?La Infanta? ?Y yo qu¨¦ tengo que ver?¡±, se pregunta una mujer al ver mencionada? la que siempre hab¨ªa sido la finca de su abuelo

¡°Estoy sorprendido y mosqueado. ?Pero de d¨®nde se han sacado lo de la Infanta? ?Esto es alucinante!¡±, se queja, estupefacto. El actual titular, que acaba de pasar unos d¨ªas de descanso en el apartamento, recuerda con detalle cada aspecto de la transacci¨®n. ¡°Tengo en casa las escrituras y otros documentos que demuestran que la Infanta no tiene nada que ver¡±, dice con indignaci¨®n. ¡°Se lo compr¨¦ a un matrimonio de Alicante que rondaba los 70 a?os. Se estaban divorciando y quer¨ªan liquidar la casa para arreglar la separaci¨®n de bienes¡±, justifica. Asegura que los anteriores propietarios vivieron aproximadamente una d¨¦cada en la vivienda y que la adquirieron directamente del promotor inmobiliario. ¡°Fueron los primeros due?os del piso¡±, declara.

Tan sorprendida como F. J. O. est¨¢ la mujer que figura como la compradora a la infanta Cristina de una finca del n¨²mero 99 de la calle Sant Joan de Calella (Barcelona), de 315 metros cuadrados y valorada en 450.000 euros. La propiedad tambi¨¦n figura en el informe de la Agencia Tributaria entregado al juez del caso N¨®os.

¡°?La Infanta? ?Y yo qu¨¦ tengo que ver?¡±, se pregunta esta mujer tras ver mencionada en las p¨¢ginas de EL PA?S la que siempre hab¨ªa sido la finca de su abuelo. El inmueble es ahora propiedad del frutero que despacha en el local de los bajos ¡ªantes hab¨ªa una panader¨ªa¡ª. Esta mujer, que ha pedido expresamente guardar el anonimato, fue quien se la vendi¨® al actual propietario. ¡°No conozco a la Infanta. ?Ni ganas!¡±, exclama, antes de contar la historia de la finca: ¡°Era de mi abuelo. La compr¨® hace muchos a?os, no s¨¦ cu¨¢ntos. Cuando mi abuelo muri¨®, la hered¨® mi padre. Y al morir mi padre, pas¨® en herencia a mi t¨ªa y a m¨ª¡±.

Ambas la vendieron al panadero: seg¨²n la Agencia Tributaria, lo hicieron el 16 de marzo de 2006 por valor de 450.000 euros. La fecha cuadra con el momento de la venta y la cifra es menor al valor de la transacci¨®n. La vendedora no se explica c¨®mo se ha podido producir el error ni cree que sea por un fallo al teclear un DNI, ya que ning¨²n d¨ªgito de su documento coincide con el n¨²mero de identificaci¨®n de la Infanta. Y, sobre todo, quiere olvidar el asunto.

Seg¨²n el actual propietario, cuando adquiri¨® el inmueble all¨ª solo estaba la panader¨ªa. Los vecinos lo avalan. Un comerciante de la zona ¡ªen la que la mayor¨ªa de los que pasean a primera hora de la tarde son for¨¢neos¡ª explica que la vivienda se construy¨® hace apenas dos a?os. ¡°Antes hab¨ªa un local. El resto se construy¨® luego¡±, sostiene. La misma versi¨®n dan en una pensi¨®n que hay junto al edificio. Nadie va m¨¢s all¨¢.

?ngela Rold¨¢n Ca?izares garantiz¨® el pasado s¨¢bado haber heredado las propiedades de Valenzuela de Calatrava que figuran en el documento. ¡°?C¨®mo va a vendernos la hija del Rey la casa de mi madre y nuestras cuatro fincas si ya eran nuestras? ?C¨®mo puede vender alguien algo que no es suyo?¡±.