Los dos PP exhiben unidad en p¨²blico tras el ingreso de B¨¢rcenas en prisi¨®n

El estallido del caso B¨¢rcenas, a mediados de enero, adem¨¢s de sumir a la direcci¨®n del PP en un laberinto, demostr¨® mejor que nunca que el partido mayoritario es una organizaci¨®n dual. Existen dos PP, aunque la disciplina de la inmensa mayor¨ªa de los dirigentes en los momentos de crisis siempre acaba trasladando la imagen de una formaci¨®n fuerte y unida, preparada para cerrar filas con Mariano Rajoy cuando ¨¦l o el Gobierno lo necesiten.

Existen dos PP, seg¨²n reconocen, con matices, muchos cargos, y queda claro en la forma de afrontar el esc¨¢ndalo del extesorero Luis B¨¢rcenas. Ahora, cuatro d¨ªas despu¨¦s de que el que fuera responsable de finanzas durante casi dos d¨¦cadas ingresara en la c¨¢rcel, hay una parte del partido, sobre todo en algunos sectores auton¨®micos, que cree llegado el momento para una ¡°catarsis¡±. ¡°Los militantes est¨¢n asqueados¡±, manifest¨® sin medias tintas la l¨ªder de los populares vascos, Arantza Quiroga, la semana pasada. ¡°Estamos profundamente abochornados por este tipo de noticias¡±, asegur¨® el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez. Mucho m¨¢s prudente, la direcci¨®n nacional trata, en cambio, de pasar p¨¢gina de forma discreta.

Hay dos PP, que reflejan dos maneras de gestionar el partido. Un PP que gobierna y otro que ya no gobierna pero intenta marcar el rumbo de las decisiones del Ejecutivo. Dos generaciones. Y barones o presidentes regionales que defienden los intereses de sus autonom¨ªas a veces en abierto desaf¨ªo con la c¨²pula o el Ejecutivo central, como el valenciano Alberto Fabra o el extreme?o Jos¨¦ Antonio Monago.

El presidente sacar¨¢ la primera foto fija del partido con el exsenador entre rejas

Estos dos PP, cuyas fronteras son a menudo difuminadas, se cruzan hoy en un d¨ªa clave para la formaci¨®n. Un d¨ªa de balance antes del verano. El d¨ªa de Rajoy, de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y de la n¨²mero dos de los populares, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, que ayer reclam¨® ¡°honradez y honestidad¡± al hacer balance desde Toledo de dos a?os de su gesti¨®n al frente del Gobierno de Castilla-La Mancha.

El expresidente del Gobierno recibe esta ma?ana a la secretaria general en Guadarrama (Madrid) para inaugurar el campus de la Fundaci¨®n para el An¨¢lisis y los Estudios Sociales (FAES). El hecho en s¨ª no es nuevo. Tambi¨¦n ocurri¨® el a?o pasado. Pero en esta ocasi¨®n, todos en el PP est¨¢n pendientes de la foto de Cospedal y Aznar, que hace un mes, atac¨® abiertamente el proyecto pol¨ªtico del Gobierno. Una imagen especialmente simb¨®lica, pues el exjefe del Ejecutivo y la mano derecha de Rajoy al frente de la formaci¨®n representan las caras de los dos partidos: el pasado y el presente.

B¨¢rcenas ascendi¨® y empez¨® a amasar su fortuna, que lleg¨® a los 48 millones de euros, precisamente durante la etapa de Aznar. Cuando Rajoy nombr¨® secretaria general a Cospedal, seg¨²n la versi¨®n m¨¢s extendida, esta se encarg¨® de forzar su salida y de renovar el partido. No obstante, ahora Cospedal, igual que los otros miembros de la c¨²pula nacional, ha evitado salirse del guion. El primer d¨ªa la direcci¨®n emiti¨® un comunicado de dos l¨ªneas, que se limitaba, sin ni siquiera mencionar al extesorero, a manifestar ¡°respeto¡± por las decisiones judiciales. El viernes, fue el propio Mariano Rajoy quien trat¨® de dar por zanjado el asunto desde Bruselas. ¡°Tengo que decir que no, ni ahora ni en ning¨²n otro momento eso se ha producido¡±, asegur¨® al ser preguntado por si se siente preocupado o amenazado por una posible venganza de B¨¢rcenas desde la c¨¢rcel. Rajoy y Cospedal, los dos m¨¢ximos dirigentes de la formaci¨®n, intentan trasladar mensajes de distensi¨®n. El s¨¢bado, la secretaria general mostr¨® su tranquilidad en una conversaci¨®n con periodistas y coment¨®: ¡°No conozco a ning¨²n partido que haya hecho un esfuerzo de estriptis como el PP¡±.

Los dos PP son tambi¨¦n los dos sectores que, ante la noticia del ingreso de B¨¢rcenas en Soto del Real, reaccionaron de forma distinta. Los que aplaudieron aliviados y los que no ocultaban su inquietud, porque entienden que ahora se puede abrir una nueva etapa. Mientras, desde La Moncloa, la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, recurri¨® a una estrategia muy propia de Rajoy: dejar pasar tiempo y esperar a que escampe.

Hoy el presidente del Gobierno ver¨¢ a todo el mundo. Despu¨¦s de la intervenci¨®n de Cospedal en FAES, el jefe del Ejecutivo re¨²ne en G¨¦nova, 13, la sede central del partido, al Comit¨¦ Ejecutivo Nacional. Este c¨®nclave, convocado antes de que el juez Pablo Ruz decretara c¨¢rcel para B¨¢rcenas, ya ten¨ªa un orden del d¨ªa repleto de asuntos que han generado y siguen generando diferencias dentro del PP. Los l¨ªderes territoriales escenificar¨¢n su pulso a cuenta de la financiaci¨®n auton¨®mica, una cuesti¨®n que hace un mes dio pie a un dur¨ªsimo enfrentamiento a puerta cerrada entre el valenciano Alberto Fabra, el murciano Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel y el extreme?o Jos¨¦ Antonio Monago. Sobre la mesa estar¨¢n tambi¨¦n el acuerdo alcanzado en el ¨²ltimo Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera de elevar hasta el 1,3% el objetivo de d¨¦ficit, la reci¨¦n presentada reforma de la Administraci¨®n, que depende en buena medida de que las comunidades cumplan las recomendaciones del Gobierno, y la ¨²ltima cumbre europea.

Pero, sobre todo, Rajoy asistir¨¢ a la primera radiograf¨ªa del partido desde el ingreso de B¨¢rcenas en la c¨¢rcel. Y, en este contexto, el cruce de los dos PP en Guadarrama y en Madrid se quedar¨¢ con toda probabilidad en una imagen de cohesi¨®n y los principales dirigentes se emplear¨¢n en transmitir, al menos p¨²blicamente, que, pese a las diferencias, solo existe un Partido Popular.