Los socialistas pactan su modelo de Espa?a para frenar la tensi¨®n nacionalista

El PSOE culminar¨¢ este s¨¢bado, con la aprobaci¨®n del documento que recoge su nuevo modelo territorial, el giro federalista que inici¨® hace nueve meses para ofrecer a Catalu?a un ¡°mejor encaje¡± en el conjunto de Espa?a. El Consejo Territorial del partido, que agrupa a los secretarios generales en las 17 comunidades, se re¨²ne en Granada para acordar un texto que hasta ¨²ltima hora han negociado la direcci¨®n del PSOE y la del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC); el prop¨®sito, evitar la ruptura que en el oto?o de 2012, tras la explosi¨®n de la ola independentista en Catalu?a y el paso soberanista dado por el PSC, amenaz¨® la relaci¨®n entre ambos partidos. Otras federaciones, principalmente la andaluza pero tambi¨¦n la valenciana, la balear o la aragonesa, han aportado sus planteamientos y orientado el debate; pero el objetivo ha sido desde el primer d¨ªa encontrar un punto de encuentro entre PSOE y PSC, tratar de contener el ¨®rdago independentista con un envido federalista. Ese ¡ªCatalu?a¡ª fue el origen de la apuesta de mayor calado que han hecho los socialistas en tres d¨¦cadas, y que se ha cerrado en nueve meses: la revisi¨®n del Estado auton¨®mico en sentido federal.

El secretario general del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba ¡ªque anunci¨® su plan de reforma constitucional en televisi¨®n, tras la Diada de septiembre y durante la fren¨¦tica precampa?a de las elecciones catalanas, y solo despu¨¦s la llev¨® al comit¨¦ federal del partido¡ª, ha sostenido siempre que esta es la ¨²nica forma de evitar el triunfo del independentismo en Catalu?a: buscar un ¡°mejor encaje¡± para esa comunidad. Atender algunas de sus reclamaciones para no alimentar el discurso de quienes apuestan por la independencia. En el PSOE hay tambi¨¦n, sin embargo, quienes consideran que ese abrazo al federalismo se ha hecho demasiado r¨¢pidamente, que una propuesta territorial de este alcance requer¨ªa m¨¢s tiempo y que no era la prioridad en un momento de crisis econ¨®mica y social. Pero la opci¨®n de Rubalcaba ha sido respaldada por los ¨®rganos de direcci¨®n del PSOE. Si ha habido cr¨ªticas, no se han hecho p¨²blicas. Adem¨¢s, la federaci¨®n m¨¢s poderosa, la andaluza de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, ha sido tambi¨¦n una firme defensora del camino federalista.

¡°El concepto de Espa?a no se tocar¨¢¡±, dijo Rubalcaba al inicio del proceso. Ofreci¨®, eso s¨ª, ¡°al PSC y a Catalu?a¡± un mayor reconocimiento de la ¡°singularidad¡± de esa comunidad ¡°y de otras¡±. Con un l¨ªmite: no generar ¡°privilegios¡±. Estos nueve meses de negociaci¨®n han estado salpicados de crisis peri¨®dicas con el PSC. Ambos partidos asumieron desde el principio que hab¨ªa una ¡°discrepancia¡± irresoluble entre ellos: los socialistas catalanes hab¨ªan abrazado el ¡°derecho a decidir¡± de Catalu?a en una consulta soberanista (aunque subrayando que deb¨ªa ser legal y pactada con el Gobierno central) y el PSOE rechazaba trocear la soberan¨ªa del pueblo espa?ol. Pero Rubalcaba y el primer secretario del PSC, Pere Navarro, acordaron que esa era una discrepancia menor, y cada crisis se ha solucionado en cuesti¨®n de horas. Incluida la que se vivi¨® el pasado 26 de febrero, cuando los socialistas catalanes votaron en el Congreso a favor de la consulta, salt¨¢ndose las directrices del grupo parlamentario socialista.

Los socialistas pactan su modelo de Espa?a para frenar la tensi¨®n nacionalista

Aquel d¨ªa, el secretario general del PSOE anunci¨®, visiblemente molesto, que el protocolo de relaciones entre los dos partidos, vigente desde hace tres d¨¦cadas, iba a ser cambiado. No lo ha sido. La negociaci¨®n sobre esa cuesti¨®n se ha aparcado. ¡°Si hay acuerdo en el modelo territorial no hay por qu¨¦ modificar el protocolo¡±, rectific¨® despu¨¦s la n¨²mero dos de Rubalcaba, Elena Valenciano. Las escasas voces de socialistas que han propuesto en este tiempo la ruptura con el PSC, como el extreme?o Guillermo Fern¨¢ndez Vara o el exvicepresidente del Gobierno y hoy diputado Alfonso Guerra, han sido desautorizadas por la direcci¨®n.

La apuesta federal del PSOE es relevante desde el punto de vista del discurso pol¨ªtico del primer partido de la oposici¨®n y del PSC, que pretende volver a ser central en Catalu?a. Pero puede quedarse en eso: en el debate interno de los dos partidos. Porque una reforma constitucional ¡ªy m¨¢s de ese calibre¡ª nunca prosperar¨¢ sin el acuerdo del PP.