Rajoy invoca medidas de regeneraci¨®n que anunci¨® en el debate de la naci¨®n

¡°Yo, como todos ustedes, estoy dispuesto a perseguir la corrupci¨®n donde aparezca, pero no podemos permitir que se escriba, otra vez de Espa?a, una Leyenda Negra. Y tampoco quiero que Espa?a se convierta en un pa¨ªs inhabitable porque se aplaudan las acusaciones sin pruebas. Porque causan da?os que ni la rectificaci¨®n podr¨¢ reparar, porque ya son irreparables¡±. As¨ª se manifestaba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado 20 de febrero de 2013 en la primera jornada del debate del estado de la naci¨®n en la que propuso ¡° un amplio acuerdo en esta materia desde la lealtad institucional, la autoexigencia y la responsabilidad colectiva con nuestros conciudadanos¡±.

A las medidas que esboz¨® como contenido del acuerdo que propuso es a las que ha remitido hoy el presidente desde su comparecencia en el Palacio de la Moncloa. Antes de que la oposici¨®n le sacara en ese debate los ¡°papeles de B¨¢rcenas¡±, publicados por EL PA?S veinte d¨ªas antes el presidente quiso atajar el asunto con la propuesta de un conjunto de medidas de regeneraci¨®n democr¨¢tica de mayor control sobre los partidos y los cargos pol¨ªticos. Entre ellas, la Ley de Transparencia; Un Estatuto del cargo p¨²blico y un mayor control en la financiaci¨®n de los partidos, aunque ninguna de ellas se ha elaborado - la m¨¢s avanzadas es la de Transparencia - pero se mantiene el compromiso de su aprobaci¨®n a lo largo de la legislatura.

Control sobre las cuentas y la gesti¨®n de los partidos, a trav¨¦s de una ley de la actividad econ¨®mico ¨C financiera de los partidos fue una de las medidas propuestas. Los tesoreros y gerentes de los partidos podr¨¢n ser llamados a comparecer en el Parlamento para pedirles cuentas sobre las cuentas de su organizaci¨®n. Un mayor control de las fundaciones vinculadas a los partidos, fue otra de las propuestas junto a un cambio total de la funci¨®n del Tribunal de Cuentas con otra composici¨®n, alejada de los partidos, y m¨¢s medios para una fiscalizaci¨®n adecuada de los partidos.

El Estatuto del Cargo P¨²blico fue otra de las medidas propuestas, en el que figurar¨ªa ¡°las escalas de retribuci¨®n, los sistemas de protecci¨®n social y los casos en los que puede haber derecho a compensaci¨®n tras el cese¡±. Asimismo los altos cargos tendr¨¢n que someterse a una auditor¨ªa de su situaci¨®n patrimonial al final de su mandato.

En su cat¨¢logo el presidente incluy¨® el endurecimiento de las penas previstas para los casos de corrupci¨®n y el aumento de los plazos de prescripci¨®n, as¨ª como la agilizaci¨®n de los procedimientos para que ¡°el tiempo de respuesta no favorezca la impunidad del delincuente y que no se condene p¨²blicamente a quien no lo es¡±.

En ese debate Rajoy utiliz¨® expresiones muy duras contra la corrupci¨®n aunque afirm¨® que ¡°ni Espa?a es la naci¨®n m¨¢s corrupta, ni todos los pol¨ªtico son corruptos, ni nos hundimos por culpa de la corrupci¨®n¡±. Hoy como el pasado mes de febrero, Rajoy se reafirma en el funcionamiento de los poderes del Estado. "Me repugna que en Espa?a surjan casos de corrupci¨®n, pero me enorgullece que las instituciones funcionen en su persecuci¨®n. Que fiscales y jueces, la Administraci¨®n de Justicia, sigan actuando en el cumplimiento de su deber. Es misi¨®n de todos nosotros ofrecerles instrumentos que faciliten su tarea", dijo entonces

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