El Ciberquijote que os¨® luchar contra los molinos del aparato

¡°Pens¨¦ que ¨ªbamos a atravesar el muro. Un d¨ªa m¨¢s y lo logramos. Ahora, los aparatos de los partidos, y no solo el m¨ªo, tienen razones para preocuparse. Les hemos puesto contra las cuerdas. Las campa?as en la Red funcionan. David le ha dado una pedrada a Goliath, y la pr¨®xima vez, el peque?o puede tumbar al gigante¡±.

Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez Salas, el alcalde del pueblo granadino de Jun, rumia todav¨ªa, y no precisamente en silencio, su ¡°falsa¡± derrota frente a la aplastante victoria de la candidata oficialista, Susana D¨ªaz. ¡°No he perdido¡±, insiste, inmune a la contundencia de los 21.179 avales que ha acreditado D¨ªaz frente a los 6.664 que dice haber reunido ¨¦l. ¡°Me considero ganador porque he despertado conciencias¡±, replica, ¡°esto es como la piedra que agita el agua estancada, solo que el estanque es el partido, y las piedras, los tuits¡±.

M¨¢s all¨¢ de su tendencia a la autorreivindicaci¨®n permanente, la gesta de Rodr¨ªguez no es peque?a. Ha rozado la candidatura ¡ªle han faltado 196 avales, seg¨²n su contabilidad, dado que no entreg¨® los documentos a la Comisi¨®n de Garant¨ªas para evitar delatar a sus disidentes avalistas ante el partido¡ª partiendo de la nada.

El alcalde de un municipio de 3.500 habitantes, un perfecto desconocido en la calle m¨¢s all¨¢ de su hiperactividad en Twitter, donde tiene 220.000 seguidores, osa plantarle cara a la heredera se?alada por Gri?¨¢n, una fontanera del partido desde adolescente, y casi logra forzar unas primarias que muy pocos ve¨ªan factibles dado lo cantado del resultado.

Un ciberquijote luchando con lanzas virtuales (tuits, reivindicaci¨®n de la validez del aval electr¨®nico, creaci¨®n de redes y n¨®dulos de apoyo) la contra la terca solidez de los molinos de la realidad pol¨ªtica (m¨ªtines, peso de la jerarqu¨ªa, manejo de las lealtades y deslealtades internas). Al final, se ha impuesto apabullantemente la l¨®gica anal¨®gica. Pero hay quien piensa que el agua ha temblado.

¡°Se ha abierto la espita¡±, dice el polit¨®logo Antoni Guti¨¦rrez Rub¨ª. ¡°El entorno digital permite desaf¨ªos antes impensables. Que los peque?os, r¨¢pidos y conectados puedan ganar a los grandes, lentos y desenchufados. Vamos a un nuevo ecosistema. Y las especies que no se adaptan tienden a extinguirse¡±, vaticina. Mientras tanto, anal¨®gicos y digitales siguen a la gre?a. Los partidarios de D¨ªaz ¡°no se creen¡± los avales de Rodr¨ªguez, y viceversa. Ya lo dijo Adenauer: hay enemigos, enemigos mortales, y compa?eros de partido.