Seis millones de euros para chalecos antibalas

En uno de los bancos de pruebas del Centro Policial de Canillas (Madrid), un agente equipado con orejeras protectoras dispara con una pistola a un chaleco antibalas. ?Bang! El ruido es seco, como el de todos los disparos. El da?o, sin embargo, inapreciable. La prenda a la que el agente ha disparado es la nueva herramienta del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, destinada a proteger a los agentes de impactos de proyectiles y de cortes de armas blancas. Seg¨²n las previsiones del director general de la Polic¨ªa Nacional, Ignacio Cosid¨®, en 2015 se habr¨¢n repartido 21.126 unidades que habr¨¢n costado m¨¢s de seis millones de euros. "Entendemos que los polic¨ªas no pueden prestar un servicio eficaz si ellos no se sienten protegidos y seguros", ha afirmado Cosid¨® durante la presentaci¨®n de los chalecos.

El nuevo equipamiento se entregar¨¢ en tres fases. Durante la primera, que abarca el a?o 2013, se han distribuido 7.926 unidades, entre ellas a los m¨¢s de 1.100 agentes del Grupo de Atenci¨®n al Ciudadano, es decir, los que patrullan por las calles espa?olas, ya que son el objetivo prioritario. Seg¨²n Cosid¨®, uno de cada tres grupos de crimen organizado que operan Espa?a son violentos, por lo que la posibilidad de que un agente se encuentre con un individuo peligroso es "cierta y real".

Se espera que esta vestimenta acabe siendo parte de la dotaci¨®n de cada polic¨ªa, y para conseguirlo, el objetivo es entregar 6.000 unidades m¨¢s en 2014 y otras tantas en 2015 a miembros de otras unidades como las brigadas m¨®viles, la polic¨ªa en el transporte o los encargados del traslado de detenidos. "Es una vieja reivindicaci¨®n de la polic¨ªa a la que ahora damos cumplimiento para que sigan prestando servicio con la m¨¢xima vocaci¨®n pero tambi¨¦n con la m¨¢xima seguridad".

El agente que ha disparado el proyectil y un compa?ero examinan los da?os y marcan con una tiza blanca las tenues marcas donde se adivinan los impactos. No es de extra?ar que carezca de da?os, ya que est¨¢ pensado para resistir disparos de pistolas como la Parabellum de nueve mil¨ªmetros. El chaleco, que se lleva debajo del uniforme policial, est¨¢ formado por un conjunto de l¨¢minas fabricadas a partir de fibras sint¨¦ticas resistentes al calor al fr¨ªo y al agua, y mantienen sus propiedades entre los 100 grados y los 30 bajo cero. Tambi¨¦n son resistentes al fuego y no se carbonizan antes de los 200 grados. En funci¨®n de la talla, pesan entre 1,3 y 1,7 kilos y duran como m¨ªnimo diez a?os.

"Estamos destinando uno de cuatro euros de los presupuestos de la polic¨ªa a protecci¨®n"; describe Cosid¨®. ?La mejor prueba de que son una buena elecci¨®n? "Muchos compa?eros que se hab¨ªan comprado antes un chaleco a t¨ªtulo individual me han dicho que este es mejor", remacha.