Del 20-N a los papeles de B¨¢rcenas: la progresiva erosi¨®n de un caudal electoral

En las elecciones del 20 de noviembre de 2011 el PP obtuvo un espectacular 44.6% de los votos que le vali¨® no su primera pero s¨ª su m¨¢s amplia mayor¨ªa parlamentaria. Desde entonces, su capital electoral parece haber ido decreciendo severamente por el efecto cruzado de dos factores: uno con el que sin duda se contaba (las medidas para afrontar la crisis) y otro inesperado y que est¨¢ resultando especialmente da?ino (lo que se conoce, gen¨¦ricamente, como caso B¨¢rcenas).

La oleada de abril de 2012 del Bar¨®metro mensual que Metroscopia elabora para este diario ¡ªy que coincidi¨® con los 100 primeros d¨ªas del Gobierno de Rajoy¡ª registr¨® ya una primera ca¨ªda brusca del apoyo ciudadano al Gobierno y al partido que lo apoya. En ese momento, tan solo cuatro meses despu¨¦s de las elecciones, la estimaci¨®n de voto para el PP en unas hipot¨¦ticas nuevas elecciones fue ya seis puntos y medio inferior al resultado real obtenido en los comicios. En tan breve lapso de tiempo la realidad econ¨®mica hab¨ªa dejado ya de coincidir con la expectativa alimentada por Rajoy durante la campa?a electoral de que, con el PP en el gobierno, llegar¨ªa la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. No solo no se percib¨ªa mejora alguna sino que se hizo predominante entre la ciudadan¨ªa la sensaci¨®n de que el Gobierno improvisaba y de que no estaba sabiendo hacer frente a la crisis.

Tras el paquete de medidas anticrisis propuesto por el Gobierno de Rajoy aprobado por el Congreso el 19 de julio de 2012 ¡ªsin m¨¢s votos a favor que los del propio PP¡ª se produjo un segundo descenso abrupto de los potenciales apoyos electorales al partido gobernante. A primeros de agosto de 2012, la estimaci¨®n de voto favorable al PP para el supuesto de unas hipot¨¦ticas inmediatas elecciones generales elaborado por Metroscopia registraba una ca¨ªda de siete puntos con respecto al mes de julio, y, por vez primera desde octubre de 2006, el PP pas¨® a tener una fidelidad de voto inferior a la del PSOE. Este progresivo deterioro del capital electoral del PP se produjo en asociaci¨®n con una paralea contracci¨®n de la predisposici¨®n a participar en unas supuestas nuevas elecciones: el 71.7 % de participaci¨®n real del 20-N de 2011 pas¨® a reducirse a una hipot¨¦tica nueva participaci¨®n de tan solo el 59%.

La por ahora ¨²ltima, y quiz¨¢ m¨¢s significativa, contracci¨®n del voto popular potencial se registr¨® tras la publicaci¨®n por el diario EL PA?S el 31 de enero de este a?o de la primera entrega de los papeles de B¨¢rcenas. En la oleada de febrero de 2013 del Bar¨®metro de Metroscopia, el PP volvi¨® a perder otros seis puntos de potencial apoyo electoral, al tiempo que se produc¨ªa otra nueva contracci¨®n de la predisposici¨®n ciudadana a acudir a las urnas (la hipot¨¦tica participaci¨®n electoral pas¨® a ser de tan solo el 53%, y ah¨ª se ha mantenido desde entonces).

El impacto que, en caliente y de forma m¨¢s inmediata, tuvo el caso B¨¢rcenas sobre la ciudadan¨ªa, en general, y de forma especialmente destacable, sobre los votantes del PP, no se ha atenuado, sino m¨¢s bien consolidado y extendido, en estos ¨²ltimos cuatro meses. En febrero pasado el 80 % de los espa?oles (y lo que es m¨¢s significativo, el 59% de los votantes del PP) pidi¨® la inmediata dimisi¨®n de sus cargos de los dirigentes que aparec¨ªan como posibles beneficiarios de pagos irregulares, una reacci¨®n claramente expresiva de la ya nula paciencia y tolerancia ciudadana ante la cascada de noticias referidas a conductas improcedentes en nuestra vida p¨²blica. Asimismo, ya entonces el 70% de los espa?oles (y una clara mayor¨ªa de los propios votantes populares: 54% frente a 36%) ped¨ªan la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario del partido gobernante que permitiera el relevo de sus actuales dirigentes y el inicio de una nueva etapa, discontinua de la anterior

?El nulo ¨¦xito, a todo lo largo de este a?o 2013, del actual equipo dirigente del Partido Popular en el intento de conectar con el sentir ciudadano queda reflejado en los siguientes dos datos: por un lado, en febrero, el 76% de los espa?oles (y lo que sin duda es m¨¢s relevante, el 58% de los propios votantes del PP) no consideraba ni cre¨ªbles ni convincentes las explicaciones entonces recibidas respecto del caso B¨¢rcenas; por otro, ahora, a finales de julio, el 90% de los espa?oles (y el 79% de los votantes del PP) cree que Rajoy no comparece en las Cortes de forma voluntaria y escogiendo libremente el momento de hacerlo; el 89% (y el 78% de los votantes del PP) no espera que lo que vaya a decir contribuya a aclarar el caso; y, lo que probablemente es especialmente grave, solo un 14% de los espa?oles (y solo un 37% de los votantes populares) tiende a prestar m¨¢s credibilidad a Rajoy que a B¨¢rcenas.

Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz es vicepresidente de Metroscopia.