Rajoy trata de justificarse: ¡°No me pidan explicaciones, p¨ªdanselas a quien acusa¡±

Mariano Rajoy se ha enfrentado desde el estallido del caso B¨¢rcenas, el pasado enero, a una exigencia constante: las explicaciones. Una reclamaci¨®n de la oposici¨®n y tambi¨¦n interna. Todos han pedido al presidente del Gobierno que se pronunciara y aclarara las dudas sobre el esc¨¢ndalo del extesorero y la financiaci¨®n del PP. Lo han hecho el PSOE y todos los partidos de la oposici¨®n. Lo han hecho destacados dirigentes populares. Las bases de su formaci¨®n. Y, seg¨²n todas las encuestas, lo exige la mayor¨ªa de los ciudadanos.

En este contexto, la comparecencia de este jueves, forzada por el clima generado por el caso, ha servido al jefe del Ejecutivo para dejar claro qu¨¦ entiende por explicaciones. Tras admitir el error de haber confiado en Luis B¨¢rcenas a lo largo de dos d¨¦cadas, Rajoy ha pasado al ataque y, dirigi¨¦ndose a la oposici¨®n ha tratado de justificarse, dando la vuelta al argumento esgrimido en decenas de ocasiones por Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Cayo Lara o Rosa D¨ªez: ¡°No me pidan explicaciones de hechos que no se han producido. Ni que me disculpe por lo que afirman otros¡±.

Acto seguido, el presidente ha defendido que no le corresponde a ¨¦l explicarse: ¡°Esas explicaciones p¨ªdanselas a quien acusa, a quien difunde, a quien aplaude, a quien secunda, porque, insisto, en nuestra democracia la carga de la prueba corresponde al que acusa y nunca a su v¨ªctima¡±.

Rajoy, que durante su intervenci¨®n ha nombrado a B¨¢rcenas m¨¢s de diez veces, se ha presentado como v¨ªctima de sus acusaciones aferr¨¢ndose a una evidencia: ¡°Si no exigi¨¦ramos pruebas, cualquiera podr¨ªa deshacerse de todos sus adversarios muy f¨¢cilmente¡±. ¡°Hoy en d¨ªa¡±, ha proseguido, ¡°con un esfuerzo m¨ªnimo se pueden alcanzar niveles de infamia m¨¢ximos. En un vileza, cierto, pero es mayor vileza pedirle, encima, a la v¨ªctima que se defienda¡±. El presidente del Gobierno admite que B¨¢rcenas le enga?¨®. ¡°S¨ª. Lo ten¨ªa muy f¨¢cil¡±, ha reconocido, ¡°nunca condeno de manera preventiva¡±. ¡°Si pasara a considerar que la buena intenci¨®n o la buena fe es culpable, tendr¨ªa que cambiar muchas cosas en mi tabla de valores, y a eso no estoy dispuesto¡±, ha mantenido.

As¨ª, antes de que Rubalcaba le pidiera que su dimisi¨®n como ¡°acto de generosidad¡±, el jefe del Ejecutivo se ha pronunciado al respecto, lanzando adem¨¢s un reproche a los medios. ¡°Si hubiera que dimitir por cada insidia que se propaga sobre nosotros, si hubiera que renunciar al esca?o por cada informaci¨®n tendenciosa que circula, ?cu¨¢ntos de ustedes seguir¨ªan en esta C¨¢mara?, ?cu¨¢ntos diputados quedar¨ªan hoy aqu¨ª?¡±.