Rajoy reh¨²ye la realidad de los papeles

Mariano Rajoy lanz¨® ayer sobre el caso B¨¢rcenas un discurso de alto voltaje en lo pol¨ªtico y absolutamente medido en lo judicial, hasta el punto de que algunos pasajes daban la impresi¨®n de estar redactados m¨¢s por un abogado que por un equipo de asesores de comunicaci¨®n, como es habitual. El presidente del Gobierno rehuy¨® las profundidades del sumario y los detalles sobre la contabilidad b del PP que han marcado la vida pol¨ªtica desde enero; y opt¨® por ofrecer a los diputados una ¡°visi¨®n de conjunto¡± contra las ¡°mentiras, manipulaciones e insinuaciones maliciosas¡± del extesorero Luis B¨¢rcenas.

La panor¨¢mica trazada por Rajoy, con abundantes invocaciones a la presunci¨®n de inocencia, se resume en esta frase: ¡°En el Partido Popular, ni se ha llevado una doble contabilidad, ni se oculta ning¨²n delito¡±. Esta conclusi¨®n estaba sustentada en argumentos incompletos. En primer lugar, Rajoy dijo que ¡°el ¨²nico hecho cierto hasta ahora¡± es ¡°el dinero que ha aparecido en las cuentas del se?or B¨¢rcenas en la banca suiza¡±. El jefe del Ejecutivo obvi¨® el hecho de que varios de los dirigentes que figuran como receptores de fondos en la contabilidad paralela de B¨¢rcenas, como el presidente del Senado, P¨ªo Garc¨ªa Escudero, o los pol¨ªticos navarros Jaime Ignacio del Burgo o Calixto Ayesa, entre otros, han reconocido los pagos ante el juez Ruz. Tambi¨¦n pas¨® por alto que los 14 folios con las cuentas secretas de extesorero que public¨® EL PA?S el pasado 31 de enero y a los que se refiri¨® despectivamente como ¡°un rengl¨®n escrito al vuelo en un papel arrugado¡± han sido corroboradas por B¨¢rcenas, por los peritos cal¨ªgrafos de la Polic¨ªa y por varios de los supuestos cobradores. Los pr¨®ximos 13 y 14 de agosto, Ruz interrogar¨¢ como testigos sobre esta contabilidad a la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y a sus antecesores en el cargo Javier Arenas y Francisco ?lvarez-Cascos.

El presidente prefiri¨® poner el acento en la colaboraci¨®n del Ejecutivo con la Justicia. Eso le llev¨® en algunos momentos a pronunciar ideas de una obviedad constitucional tan pura que, si se pusieran del rev¨¦s, supondr¨ªan un esc¨¢ndalo similar al de los pagos en negro de 7,5 millones de euros entre 1990 y 2008 de empresarios de la construcci¨®n y los sobresueldos en negro a la c¨²pula de la formaci¨®n conservadora.

Una de esas frases de normalidad legal es la siguiente: ¡°Ni se ha producido, ni se est¨¢ produciendo, ni se producir¨¢ ning¨²n tipo de indicaci¨®n, de sugerencia, o de presi¨®n, ni a la Administraci¨®n de Justicia, ni a la Administraci¨®n Tributaria, ni a la Polic¨ªa Judicial, ni a ning¨²n escal¨®n administrativo que tenga algo que ver con este proceso¡±. O esta otra: ¡°No se ha cambiado a ninguno de los responsables de la investigaci¨®n del caso y la mejor prueba de ello es que las personas que representan al ministerio p¨²blico son exactamente las mismas¡±.

La sustituci¨®n de las fiscales que han llevado desde el principio las pesquisas del caso G¨¹rtel, ha sido, seg¨²n distintas fuentes, una exigencia de Luis B¨¢rcenas para no dejar al descubierto la supuesta financiaci¨®n ilegal del PP. La fiscal¨ªa es un cuerpo jer¨¢rquico y que depende en en ¨²ltima instancia del Gobierno, que nombra y revoca al fiscal general del Estado. Sin embargo, la remoci¨®n de uno de sus miembros en una causa abierta no puede ser un acto discrecional: requiere una ¡°resoluci¨®n motivada¡± del superior jer¨¢rquico del sustituido y la comunicaci¨®n al Consejo Fiscal.

¡°No se ha escuchado por nuestra parte ni una sola cr¨ªtica, ni una sola queja sobre la acci¨®n de la justicia¡±, dijo ayer Rajoy. El Gobierno puede que no haya tratado de influir en la investigaci¨®n del caso B¨¢rcenas. Sin embargo, el PP s¨ª que lo ha intentado. Desde fuera de la Audiencia Nacional, con manifestaciones como la de Carlos Floriano, que el pasado 24 de junio denunci¨® que los casos G¨¹rtel y B¨¢rcenas suponen una ¡°causa general contra el PP y sus dirigentes¡±. Y desde dentro de los juzgados, utilizando su personaci¨®n en la causa como acusaci¨®n popular para buscar con insistencia el archivo de la investigaci¨®n contra B¨¢rcenas y su esposa, Rosal¨ªa Iglesias. Esta actuaci¨®n fraudulenta llev¨® al magistrado instructor, Pablo Ruz, a expulsar al partido como acusador en ambas causas contra la corrupci¨®n.