Censura
Los conservadores tienden a encubrir sus verg¨¹enzas bajo el manto absolutorio del patriotismo indulgente
El pasado jueves 1 de agosto el presidente Rajoy super¨® con ¨¦xito evidente, pero tambi¨¦n con algunos apuros, bastantes omisiones y demasiadas trampas, lo que en la pr¨¢ctica result¨® su primera moci¨®n de censura por impl¨ªcita que fuera. Pero semejante ¨¦xito pol¨ªtico se fund¨® tan solo en sorpresas trucadas (al pronunciar el apellido del antes innombrable B¨¢rcenas), en argucias ret¨®ricas (al redirigir contra el jefe de la oposici¨®n sus propias citas pret¨¦ritas de ocasiones an¨¢logas) y en una ma?osa trampa argumental: la de conceder la menor, confesando su error de haber confiado en B¨¢rcenas, pero s¨®lo para negar la mayor, rehusando explicar la financiaci¨®n irregular de su partido que investiga la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Meros adornos formales que lograron distraer la atenci¨®n de la audiencia para ocultar la grave ausencia de cualquier contenido sustancial m¨ªnimamente consistente.
Y digo grave ausencia porque el l¨ªder del partido en el poder contin¨²a eludiendo enfrentarse a nuestro primer problema p¨²blico, que no es la estabilizaci¨®n econ¨®mica (esta se resolver¨¢ con el tiempo), sino la irreversible p¨¦rdida de legitimidad de nuestra clase dirigente, cuya verdadera catadura moral ha quedado c¨ªnicamente registrada en la contabilidad de B¨¢rcenas. Y a esto el presidente del Gobierno no tiene nada mejor que decir que el vergonzante ?y t¨² m¨¢s! Con lo cual el se?or Rajoy demuestra que no es mucho mejor que su antecesor, quien ocultaba su inconsistencia pol¨ªtica con una vana imagen de telenovela. Como contraste frente a Zapatero, el actual presidente pareci¨® situarse en las ant¨ªpodas, optando por renunciar al efectismo medi¨¢tico para refugiarse en un prudente mutismo. Pero ha resultado ser otro truco publicitario m¨¢s. Pues a la hora de la verdad, cuando el jueves pasado estaba emplazado a dar la cara ante la soberan¨ªa popular, eludi¨® su compromiso de explicar la financiaci¨®n de nuestro primer partido y opt¨® por echar balones fuera, desviando la atenci¨®n hacia el tesorero infiel, la oposici¨®n desleal y la prensa canallesca.
Pero m¨¢s que con el talante de Zapatero, con quien hay que comparar la actuaci¨®n de Rajoy el 1 de agosto es con la precedente intervenci¨®n que escenific¨® la v¨ªspera en el Parlamento de Catalu?a su colega el president Mas. Pues en efecto, estamos ante un caso flagrante de performances paralelas, ya que no de vidas paralelas al estilo Plutarco. El mi¨¦rcoles 31 de julio se celebr¨® en el Parc de la Ciutadela una comparecencia del MHP de la Generalitat destinada a ofrecer explicaciones sobre el caso Palau, que seg¨²n el auto de procesamiento, oculta la financiaci¨®n ilegal del partido en el poder en Catalu?a. Un debate estrictamente an¨¢logo al que deb¨ªa producirse al d¨ªa siguiente en las Cortes de Madrid con el caso B¨¢rcenas. Pues bien, la defensa de sus posiciones respectivas que hicieron ambos presidentes catal¨¢n y espa?ol (los cito por orden cronol¨®gico de intervenci¨®n) fueron pol¨ªti-camente id¨¦nticas, fund¨¢ndose en dos cl¨¢usulas sim¨¦tricas.
Primera: descargar todas las responsabilidades pol¨ªticas y jur¨ªdicas sobre el tesorero infiel (Daniel Os¨¢car y Luis B¨¢rcenas), con lo que tanto el partido (colectivamente) como sus l¨ªderes (personalmente) quedan exonerados de todo cargo como si estuviesen limpios de polvo y paja. Y segunda: identificar a su propio partido gobernante (CDC y PP) con la comunidad pol¨ªtica (Catalu?a y Espa?a), con lo que exigirle responsabilidades por su financiaci¨®n ilegal implica poner en peligro a la patria. Lo cual implica recurrir al estado de excepci¨®n o necesidad (al estilo Carl Schmitt), suspendiendo la primera norma democr¨¢tica (la accountability o exigencia de responsabilidades) por su presunto riesgo para el fin supremo: la nation building en el caso de Mas, y la estabilizaci¨®n econ¨®mica en el de Rajoy. Un paralelismo muy curioso, dada la actual deriva secesionista, pero que revela la tendencia de los partidos conservadores a encubrir sus verg¨¹enzas inconfesables bajo el manto absolutorio del patriotismo indulgente.
Pero la peor amenaza para el futuro de Espa?a no es la desestabilizaci¨®n del Gobierno, sino la persistencia de la impunidad pol¨ªtica de una clase dirigente habituada a la corrupci¨®n. Lo ¨²nico respetable del discurso de Rajoy del jueves pasado fue su propuesta de un plan de regeneraci¨®n democr¨¢tica y lucha contra la corrupci¨®n. El problema es que su forma de proponerlo anula cualquier posibilidad de futura realizaci¨®n. Y ello por dos razones. La primera es que, para que su propuesta fuera cre¨ªble, deber¨ªa haber partido del reconocimiento previo de la corrupci¨®n interna de su partido. Y la segunda es que, al romper relaciones con la oposici¨®n, anul¨® toda esperanza de alcanzar el consenso necesario para que dicha regeneraci¨®n resulte viable.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Comparecencias parlamentarias
- Artur Mas
- Opini¨®n
- Palau M¨²sica
- Mariano Rajoy
- Partidos conservadores
- Caso B¨¢rcenas
- Esc¨¢ndalos pol¨ªticos
- Caso G¨¹rtel
- Conservadores
- Financiaci¨®n ilegal
- Luis B¨¢rcenas
- PP
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Financiaci¨®n partidos
- CDC
- Corrupci¨®n
- Instituciones culturales
- Casos judiciales
- Parlamento
- Partidos pol¨ªticos
- Ideolog¨ªas
- Delitos
- Pol¨ªtica
- Justicia