¡°Est¨¢is libres: Es un regalo del rey a vuestro rey¡±
Diego C.M., uno de los espa?oles indultados por Mohamed VI recuerda su liberaci¨®n Fue condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel por tr¨¢fico de hach¨ªs
Eran las 18.30 del lunes de la semana pasada cuando un guardia de la prisi¨®n de T¨¢nger le dijo a uno de los presos espa?oles, natural de C¨¢diz, que quedaba libre. ¡°Est¨¢bamos grit¨¢ndole ¡®?qu¨¦ suerte tienes!¡¯ cuando el guardia se acerc¨® a nosotros y nos dijo: ¡®Qued¨¢is libres. Es un regalo del rey a vuestro Rey¡±. Diego C.M., de 55 a?os, relata a EL PA?S, ya en San Fernando (C¨¢diz), c¨®mo supo que ¨¦l y su sobrino, de 26 a?os, eran dos de los 48 presos espa?oles indultados por Mohamed VI. ¡°?No me lo esperaba! Sent¨ª una alegr¨ªa muy grande. Estoy muy, muy agradecido a mi Rey. Nos ha dado otra vida¡±.
Diego, pescador, fue detenido en T¨¢nger junto a su sobrino el 13 de agosto de 2012 porque en su barco hallaron 258 kilos de hach¨ªs que Diego mantiene que no eran suyos. ¡°Nos cayeron cuatro a?os a cada uno¡±, recuerda. No era la primera vez que ten¨ªa problemas con la justicia. En Espa?a ya hab¨ªa cumplido cuatro a?os de c¨¢rcel por otro delito de drogas. ¡°Estuve en la c¨¢rcel del Puerto II y en Granada. Sal¨ª en 2001 y no volv¨ª a tener problemas hasta que me detuvieron el a?o pasado¡±.
Diego no esperaba el indulto porque no lo hab¨ªa solicitado. Lo que s¨ª hab¨ªa pedido al consulado de T¨¢nger, una vez fue firme su condena, fue el traslado a una c¨¢rcel espa?ola. Para eso, explica la Plataforma de Presos Marruecos, es necesario pagar antes la indemnizaci¨®n correspondiente o en su caso, obtener una declaraci¨®n de insolvencia que demuestre que no hay bienes a su nombre. ¡°Yo no tengo nada. Mi ¨²nica posesi¨®n es una moto por arreglar¡±, aclara Diego.
El pr¨®ximo 13 de agosto habr¨ªa cumplido un a?o de c¨¢rcel en la abarrotada prisi¨®n de T¨¢nger. ¡°All¨ª no hay nada. Ni mesas, ni sillas. Treinta personas comparten cinco metros cuadrados. La gente duerme en el suelo, con mantas. Yo consegu¨ª cama hace tres meses y mi sobrino tuvo que pagar 80 euros para que le dieran una¡±, explica. ¡°En la c¨¢rcel te com¨ªan los bichos. Ibas a la enfermer¨ªa a por una crema y te daban una pastilla para otra cosa. La comida no se pod¨ªa comer y est¨¢bamos mezclados presos que hab¨ªan matado, con violadores, con ladrones... Ah¨ª hab¨ªa de todo¡±.
Diego cuenta que la mayor¨ªa de presos marroqu¨ªes est¨¢n llenos de cortes ¡°porque las peleas son con cuchillas. All¨ª hay cuchillas, cuchillos y de todo. Y hay presos que llevan m¨¢s de 30 a?os all¨ª, se han vuelto locos y hasta se pelean con los guardias¡±, relata.
Con Diego salieron otros 13 espa?oles presos en T¨¢nger, entre ellos Antonio Garc¨ªa, condenado a diez a?os tras ser detenido con casi 9 toneladas de hach¨ªs en su cami¨®n. ¡°Pero su padre [Antonio Garc¨ªa Vidriel, de 58 a?os] sigue all¨ª y est¨¢ muy enfermo. Como no lo saquen pronto, ese se?or se muere all¨ª. A ver si el Rey puede hacer algo. Yo le pido ese favor¡±, dice Diego desde su nueva vida. ¡°Ahora necesito un trabajo y disfrutar de mis cuatro hijos y mis ocho nietos¡±.
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