Bajo el agua se muere en silencio

El agua se lleva cada a?o m¨¢s de 400 vidas de ba?istas que, por accidente o imprudencia, acaban convirtiendo sus vacaciones en una tragedia. Solo con las muertes que han trascendido, este a?o suman casi 120 desde que empez¨® el verano, contando los fallecidos hasta el momento. Esta semana se cierra con seis fallecidos, entre ellos dos adolescentes ecuatorianas ahogadas el domingo pasado en el embalse de Valmayor (Madrid), donde el ba?o est¨¢ prohibido.

Diego C¨¢ceres Raso ten¨ªa 51 a?os. Este jueves estaba en la playa de Las Dunas, en Mazag¨®n (Huelva), con su compa?era sentimental, cuando una ola y el cansancio despu¨¦s de un rato nadando lo arrastraron mar adentro. Lo rescataron sin vida los servicios de Protecci¨®n Civil. Ese mismo d¨ªa hab¨ªan logrado salvar a dos j¨®venes en la misma playa.

C¨¢ceres se hab¨ªa aficionado a la nataci¨®n por prescripci¨®n facultativa. Hace varios a?os, despu¨¦s de un accidente de coche, los m¨¦dicos le pusieron un collar¨ªn y le recomendaron nadar para facilitar la rehabilitaci¨®n. Le gust¨® y sigui¨® practicando. Pero, como en la mayor¨ªa de los casos, saber nadar no evita el ahogamiento, una de las principales causas de muerte accidental (incluso la primera en el grupo de edad de hasta los tres a?os, se?alan algunos expertos).

En 2011, seg¨²n el Ministerio de Sanidad, 473 personas murieron ahogadas en piscinas, playas, r¨ªos, embalses y otras zonas de ba?o, casi las mismas que por exceso de velocidad en el mismo a?o ¡ª475, una tercera parte del total de v¨ªctimas en accidentes de tr¨¢fico, de acuerdo con los datos de la DGT¡ª. Pese a que la principal causa por la que han disminuido las v¨ªctimas mortales en las carreteras ha sido la introducci¨®n del carn¨¦ por puntos, tambi¨¦n las campa?as de concienciaci¨®n han servido para educar al ciudadano en la forma de conducir.

¡°Las campa?as dan su fruto:los espa?oles hemos aprendido el gesto de ponernos el cintur¨®n¡±, apunta Alberto Gonz¨¢lez, vicepresidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de T¨¦cnicos en Salvamento Acu¨¢tico y Socorrismo, que lamenta la falta de medios dedicados a la prevenci¨®n de los ahogamientos, medios que no se emplean porque todo el mundo alega dificultades presupuestarias.

El Gobierno catal¨¢n se ha comprometido a dise?ar un plan para frenar este tipo de accidentes entre la poblaci¨®n anciana, que es la m¨¢s afectada por este problema y en cuyo comportamiento m¨¢s se detecta la imprudencia. ¡°Trabajaremos muy seriamente con personas de edad avanzada para que sean muy conscientes de los riesgos¡±, declar¨® ayer Ramon Espalader, el consejero de Interior, a la Agencia Catalana de Noticias.

Uno de cada dos fallecidos el a?o pasado ten¨ªa m¨¢s de 60 a?os y el 85% eran hombres, seg¨²n un estudio elaborado por la Universidad de A Coru?a, basado en la informaci¨®n publicada en los medios de comunicaci¨®n sobre este tema durante el verano (entre junio y septiembre). Por lo general solo incluye a los fallecidos en el momento, que ascendieron a 186. Los datos oficiales m¨¢s recientes, que contabilizan tambi¨¦n a los que mueren en el hospital como consecuencia de un ahogamiento, se remontan a 2011 y no distinguen entre edad, sexo o circunstancias del accidente.

El ahogamiento es una muerte que se produce en silencio. Luis Miguel Pascual, director de la Escuela Segoviana de Socorrismo, explica que ocurre, aproximadamente, en cinco minutos, por lo que es primordial la prevenci¨®n. ¡°El desencadenante es algo que afecta a la respiraci¨®n, a la flotaci¨®n o al movimiento. Si no tienes ayuda externa y no puedes solucionarlo por ti mismo, te ahogas¡±, se?ala.

La primera fase, en la que el ahogado intenta sacar la nariz o la boca para respirar, dura entre 30 segundos y un minuto. Si no lo consigue, aspira agua, y tras otro medio minuto pierde el conocimiento. ¡°Aqu¨ª est¨¢s perdido. No hay vuelta atr¨¢s si no te sacan antes de cinco minutos¡±, insiste. El domingo, un socorrista consigui¨® sacar del agua a un ni?o de 12 a?os en esta ¨²ltima fase en la piscina municipal de Orcasitas (Madrid). Le hizo vomitar el agua que se hab¨ªa tragado y desde entonces se encuentra en coma en el hospital 12 de Octubre.

La falta de homogeneidad en las exigencias en la formaci¨®n de los socorristas, en la se?alizaci¨®n de los peligros y en la recogida de datos es uno de los principales escollos para reducir el n¨²mero de v¨ªctimas. La competencia de la normativa recae en las autonom¨ªas, pero garantizar la seguridad en los primeros 200 metros de costa es asunto de los municipios. El Ministerio de Sanidad asegura estar trabajando con las comunidades en una norma para incrementar las medidas de seguridad en playas y piscinas y en otra que obligue a las regiones a mandar datos actualizados para poder seguir el problema de cerca.

Algunos Ayuntamientos asumen la vigilancia de playas y piscinas con personal propio, mientras que otros externalizan la labor. Cullera (Valencia), por ejemplo, ha externalizado este a?o el servicio, con lo que se ha ahorrado m¨¢s de 130.000 euros (de los 200.000 previstos), sobre un presupuesto de alrededor de 340.000. Cruz Roja trabaja en la mitad de las playas espa?olas. Aunque este a?o est¨¢ presente en 320 playas, cuatro m¨¢s que el a?o pasado, la entidad asegura que ha desestimado presentarse a concurso en algunos municipios porque considera que el presupuesto es demasiado bajo para garantizar el dispositivo m¨ªnimo de seguridad. En lo que va de verano han realizado casi 1.500 evacuaciones a hospitales.

Municipios como Ferrol, Tarragona, Lorca o Valencia ponen multas de hasta 3.000 euros a los ba?istas que desobedecen la bandera roja. Es una medida disuasoria con la que intentan imponer la idea de que el peligro existe y de que ba?arse en lugares peligrosos no solo pone en riesgo la vida de uno mismo, sino tambi¨¦n la del socorrista. ¡°A nadie le gusta que le den ¨®rdenes. Una reacci¨®n t¨ªpica hacia el socorrista es la de ¡®tranquilo, campe¨®n¡±, critica Gonz¨¢lez. ¡°Una vez saqu¨¦ a un hombre que vino borracho a la playa, directo del hotel¡±, recuerda Krystian Abelairas, de 26 a?os, un socorrista gallego que ha trabajado durante a?os en Catalu?a. ¡°Se meti¨® en el agua y se qued¨® boca abajo. Le salv¨¦ la vida, pero nunca m¨¢s supe de ¨¦l¡±.

Con informaci¨®n de Antonio J. Mora, Felipe Betim y David Fern¨¢ndez.