Borrar las huellas del crimen
Espero que el PP abra una investigaci¨®n para determinar los autores de esta decisi¨®n delictiva
Todos los delincuentes procuran destruir las huellas del crimen. Lo sucedido con los ordenadores que manejaba el se?or B¨¢rcenas por cuenta del Partido Popular era un acontecimiento previsible que nunca debi¨® suceder. Las anotaciones contables o informaciones sobre el manejo de fondos o cualquier otro dato no son documentos personales y privados. Ninguna ley ampara su destrucci¨®n. Todos sab¨ªamos que el tesorero que los manejaba estaba imputado y que se trataba de un material de inter¨¦s relevante para la investigaci¨®n de los delitos que el juez trataba de averiguar.
Antes de tomar la decisi¨®n, alguien debi¨® sopesar las consecuencias. Quiz¨¢ lo hicieron pero las despreciaron. En el C¨®digo Penal existe un precepto que castiga con la pena de seis meses a tres a?os de prisi¨®n a aquel que conociendo la existencia de un hecho delictivo, en este caso p¨²blico y notorio, procede a la destrucci¨®n, alteraci¨®n o inutilizaci¨®n del cuerpo, los efectos o los instrumentos del delito con la ¨²nica finalidad de impedir o en todo caso dificultar su descubrimiento.
Me imagino que el juez tomar¨¢ las medidas para averiguar lo sucedido y sacar las consecuencias oportunas. Espero que el Partido Popular, como organizaci¨®n pol¨ªtica que act¨²a dentro de las pautas constitucionales y de la observancia de la ley, pondr¨¢ en marcha una investigaci¨®n para determinar qui¨¦n o qui¨¦nes fueron los autores de esta decisi¨®n delictiva.
No se puede jugar impunemente con la moral colectiva. Es imprescindible una depuraci¨®n interna que facilite los datos necesarios para rescatar la muy deteriorada confianza que los ciudadanos tienen en la pol¨ªtica y en los pol¨ªticos. Las justificaciones que hemos escuchado degradan a los que defienden el encubrimiento delictivo y ofenden a los que se pretende convencer con argumentos embaucadores y burdas trampas dial¨¦cticas. Los ciudadanos debemos estar seriamente preocupados al observar las pr¨¢cticas marrulleras que realizan algunos responsables del Partido Popular ignorando sus compromisos constitucionales.
Traspasar las barreras del C¨®digo Penal con una conducta tan n¨ªtidamente delictiva como la que se desprende de la destrucci¨®n de los discos de los ordenadores que manejaba el principal sospechoso de un esc¨¢ndalo que ha traspasado nuestras fronteras, es algo que no pueden soportar nuestro sistema democr¨¢tico y la respetabilidad de nuestro pa¨ªs en el seno de la comunidad internacional y de sus instituciones. ?Qu¨¦ bochorno!
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn es abogado, magistrado em¨¦rito del Tribunal Supremo, comisionado de la Comisi¨®n Internacional de Juristas (Ginebra).
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