El desarme de ETA, a c¨¢mara lenta
Los conocedores del proceso enfr¨ªan las expectativas de un final inminente de la banda terrorista
ETA responder¨¢ en las pr¨®ximas semanas a la reclamaci¨®n de desarme y de asunci¨®n de la reinserci¨®n individual de sus presos, realizada antes del verano por el Foro Social, un grupo de expertos internacionales en la resoluci¨®n de conflictos convocado por la organizaci¨®n pacifista vasca Lokarri. Pero las expectativas de que ETA asuma esas peticiones de modo inminente se han enfriado, seg¨²n conocedores del proceso.
¡°No se va producir un desarme de manera inminente. Va a dosificarse en los pr¨®ximos meses. Ser¨¢ a c¨¢mara lenta¡±, vaticinan conocedores de la situaci¨®n. Lo que se espera de ETA es el compromiso de retomar el di¨¢logo con expertos internacionales para buscar nuevas f¨®rmulas. ETA rechaza de plano la propuesta que este verano le ha dirigido el PNV para que el Gobierno vasco verifique su desarme, una vez que el Ejecutivo de Rajoy haya dejado clara su negativa a sentarse a dialogar con la banda sobre un plan de paz por presos.
Por su parte, el Comit¨¦ de Verificaci¨®n Internacional del cese definitivo de ETA, coordinado por Ram Manikaningam, que anunci¨® que en septiembre dar¨ªa por cumplida su funci¨®n, est¨¢ a la espera de una comunicaci¨®n de la banda que, posiblemente, requiera de su continuidad para un eventual desarme. Pero Sortu necesitar¨¢ a¨²n tiempo para convencer a ETA de que su desarme debe ser unilateral ante la inequ¨ªvoca decisi¨®n del Gobierno de Rajoy de rechazar el di¨¢logo, algo que la banda no termina de asumir. Conocedores del proceso tampoco esperan que ETA acepte de modo n¨ªtido la propuesta del Foro Social de asumir la reinserci¨®n individual de sus presos, lo que mejorar¨ªa su situaci¨®n carcelaria.
ETA va a esperar a la decisi¨®n del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo sobre la doctrina Parot, previsiblemente en septiembre, para fijar su posici¨®n. Una resoluci¨®n del alto tribunal europeo contraria a la doctrina Parot supondr¨ªa la excarcelaci¨®n de medio centenar de presos veteranos de ETA, sobre un colectivo cercano a 600. La banda necesita ese tiempo para articular c¨®mo materializa la decisi¨®n de asumir la reinserci¨®n individual de sus presos, seg¨²n las mismas fuentes. No obstante, Sortu mantiene las iniciativas que ten¨ªa previstas para el inicio del curso: encuentros en M¨¦xico con la participaci¨®n de personalidades latinoamericanas, el 16 y 17 de septiembre, y una Conferencia de Alcaldes por la Paz en Aiete (San Sebasti¨¢n), convocada por el regidor de esta ciudad, Juan Carlos Izaguirre, de Bildu, en la que pretende citar a alcaldes de ciudades simb¨®licas como Belfast y Bogot¨¢. Al inicio del verano se especul¨® con que el encuentro de los alcaldes en Aiete pod¨ªa ser el de la consolidaci¨®n del final de ETA del mismo modo que la primera cita en Aiete, en octubre de 2011, fue la cobertura internacional para que la banda anunciara su cese definitivo. Pero ahora, nadie osa comparar ambas citas. ¡°Este Aiete no va a tener la importancia de aquel¡±, admiten en Sortu.
El Gobierno vasco y los principales partidos ¡ªPNV, PSE y PP¡ª coinciden en que son ETA y Sortu quienes tienen que hacer el esfuerzo principal para consolidar el final del terrorismo, con su desarme y disoluci¨®n. El paso del tiempo fortalece esta posici¨®n porque no solo la opini¨®n espa?ola, sino tambi¨¦n la vasca, da por amortizado el final de ETA. Predomina la opini¨®n de que deben disolverse sobre la de que el Gobierno debe sentarse con la banda para acordar el final.
De tal modo que si ETA no avanza en el desarme y en la aceptaci¨®n de la legalidad penitenciaria tanto la ponencia parlamentaria como el Plan de Paz, que el Gobierno vasco quiere poner en marcha en septiembre ¡ªcon iniciativas a favor de las v¨ªctimas, de la memoria, de la convivencia y de la paz¡ª es dif¨ªcil que cuajen. Los desacuerdos de fondo entre los cuatro principales partidos vascos sobre el final de ETA solo pueden superarse con un revulsivo como el desarme de la banda, admiten la mayor¨ªa de partidos.
La par¨¢lisis le resulta muy c¨®moda al Gobierno de Rajoy porque la ausencia de iniciativas (ni siquiera acercamientos de presos a c¨¢rceles del Pa¨ªs Vasco) le evita problemas con sus sectores m¨¢s radicales y con las asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo m¨¢s beligerantes. Cuenta, adem¨¢s, con que ETA, como organizaci¨®n, no va a regresar al terrorismo porque dos a?os despu¨¦s de su cese definitivo dispone de pocas decenas de miembros en activo, recursos muy escasos y un brazo pol¨ªtico, Sortu, opuesto frontalmente a cualquier nueva aventura criminal. Y, finalmente, cuenta con que el tiempo corre a su favor porque la par¨¢lisis aumenta las contradicciones entre quienes est¨¢n en las instituciones, Bildu, y los que est¨¢n en la c¨¢rcel.
El riesgo de la par¨¢lisis
El viernes, en su primer Consejo de Gobierno tras las vacaciones, el lehendakari, I?igo Urkullu, del PNV, destac¨® que su "m¨¢xima prioridad en el camino del fin del terrorismo es el desarme y la disoluci¨®n de ETA". Tambi¨¦n dirigi¨® un mensaje a Sortu para que asuma su responsabilidad en "la injustificable historia criminal de ETA". Y a Rajoy le dijo que "hay otros pasos que pueden ayudar en la normalizaci¨®n, como modificar la pol¨ªtica penitenciaria" (acercamientos de presos, reinserci¨®n...) una vez verificado el cese definitivo de la banda, aunque no se haya disuelto.
Si la par¨¢lisis en la consolidaci¨®n del fin del terrorismo es c¨®moda para Rajoy, no sucede lo mismo con Urkullu. Ambos comparten, con la mayor¨ªa del arco parlamentario vasco, que ETA tiene la principal responsabilidad en el fin del terrorismo, con su desarme, su disoluci¨®n, el reconocimiento del da?o causado y la asunci¨®n de la legalidad penitenciaria por sus presos. Y que Sortu asuma su responsabilidad en su antigua complicidad con el terrorismo, lo que desbloquear¨ªa la ponencia parlamentaria de paz. Pero Urkullu, como le dijo a Rajoy en su encuentro en La Moncloa el pasado 15 de julio, cree que contribuir¨ªa a que ETA d¨¦ los pasos que faltan para cerrar el ciclo terrorista la flexibilizaci¨®n de su pol¨ªtica penitenciaria. El lehendakari teme que el paso del tiempo sin avances afecte a la convivencia vasca y el Estado de derecho pierda la oportunidad de imponerse sobre el esp¨ªritu de revancha que emana desde los extremos, gana espacio con la par¨¢lisis y puede ser un futuro riesgo.
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