Inc¨®gnitas
El nuevo curso pol¨ªtico comienza bajo el signo de la incertidumbre
Comienza el nuevo curso pol¨ªtico bajo el signo de la incertidumbre, dada la existencia de m¨²ltiples inc¨®gnitas que aqu¨ª resumir¨¦ en tres, sin que se sepa a¨²n c¨®mo se podr¨¢n despejar. Y la m¨¢s inmediata es, por supuesto, el ataque a¨¦reo de castigo contra el r¨¦gimen sirio de Bachar El Asad por haber masacrado con armas prohibidas a su propia poblaci¨®n indefensa. Un ataque pretendidamente quir¨²rgico, tan aparentemente limpio como si fuera una pr¨¢ctica de tiro al blanco, que ya se ha visto frustrado antes de empezar, dada la retirada decidida por el Parlamento brit¨¢nico, que ha venido a enfriar el ardor guerrero que parec¨ªa animar a los principales mandatarios occidentales. No se sabe a¨²n c¨®mo acabar¨¢ la nueva aventura militar de la superpotencia. Pero el solo hecho de que Obama se haya cre¨ªdo dispuesto a cumplir su amenaza, tras trazar la l¨ªnea roja del uso de armas qu¨ªmicas, demuestra una inquietante continuidad con su antecesor republicano, dado el evidente paralelismo con la invasi¨®n de Irak (2003) decidida por George W. Bush tras el ultim¨¢tum de las imaginarias armas de destrucci¨®n masiva.
Pero el aut¨¦ntico precedente del ataque contra Siria no es la invasi¨®n de Irak, sino el bombardeo de Kosovo por parte de la OTAN decidido por el presidente Clinton en marzo de 1999 (cuarenta d¨ªas despu¨¦s de ser sometido a impeachment en el Senado por el caso Lewinsky). Era la primera vez tras muchos a?os de respeto al derecho internacional en que se romp¨ªa el tab¨² de no emprender acciones armadas sin una resoluci¨®n formal del Consejo de Seguridad. Pues bien, el presidente Clinton rompi¨® el tab¨², se salt¨® a la ONU y moviliz¨® a toda la OTAN para bombardear durante dos semanas a las fuerzas serbias. Que es lo mismo que solo cuatro a?os despu¨¦s hizo el Tr¨ªo de las Azores contra las fuerzas iraqu¨ªes tras sentirse autorizado por el ejemplo clintoniano. Y ahora Obama ha vuelto a sentirse autorizado por el mismo precedente para dise?ar un ataque a¨¦reo contra las fuerzas sirias calcado del bombardeo de Kosovo. Pero la situaci¨®n de Oriente Medio en 2013 no tiene nada que ver con la de los Balcanes en 1999. Y si entonces las posibles consecuencias del ataque parec¨ªan bajo control, hoy, en cambio, son literalmente incalculables, corri¨¦ndose el riesgo de provocar una aut¨¦ntica cat¨¢strofe internacional.
La segunda inc¨®gnita es la suerte que vaya a correr la presunta reactivaci¨®n econ¨®mica. La propaganda pol¨ªtica del Gobierno espa?ol ha lanzado la especie de que la segunda recesi¨®n est¨¢ terminando y nos hallamos en v¨ªsperas de una pr¨®xima recuperaci¨®n, como demostrar¨ªa el t¨ªmido crecimiento econ¨®mico habido en Francia y Alemania durante el segundo trimestre. A partir de ese dato se lanzan las campanas al vuelo y se anuncia alegremente que Espa?a empezar¨¢ a crecer ya desde este tercer trimestre a punto de concluir. Pero ese anuncio publicitario carece de fundamento. Por el contrario, las variables fundamentales de la econom¨ªa espa?ola (desempleo, renta, consumo y cr¨¦dito) contin¨²an estando deprimidas por la pol¨ªtica de ajuste fiscal decretada por Bruselas y administrada por el Gobierno de Rajoy. De modo que, como no haya un cambio neto en la pol¨ªtica econ¨®mica de austeridad a ultranza, continuaremos hundidos en la depresi¨®n. Es verdad que ese cambio de pol¨ªtica podr¨ªa ser autorizado por la potencia hegem¨®nica europea, tras las inmediatas elecciones alemanas. Pero no parece demasiado probable, pues con una coalici¨®n u otra, Merkel seguir¨¢ aplicando el mismo ordoliberalismo que exige estricta estabilidad fiscal. Y por lo dem¨¢s, para este oto?o se anuncian negros nubarrones procedentes tanto de la superpotencia estadounidense, ¡ªpues sus facilidades cuantitativas de liquidez est¨¢n a punto de concluir¡ª como de los pa¨ªses emergentes, cuyo modelo de crecimiento comienza a saturarse. As¨ª que no cabe descartar en absoluto que la segunda recesi¨®n se prolongue todav¨ªa durante varios trimestres m¨¢s: a ver qu¨¦ pasa este pr¨®ximo invierno con el desempleo, con el consumo, con el d¨¦ficit fiscal y con la deuda p¨²blica. Y queda la peor inc¨®gnita por despejar: el caso B¨¢rcenas, la variable independiente de la que depende la confianza tanto dom¨¦stica como externa en la marca Espa?a. Si, como parece, el PP hace valer su monopolio del poder pol¨ªtico y judicial y logra tapar definitivamente tan vergonzoso asunto, de poco servir¨¢ que a Madrid le toque la loter¨ªa ol¨ªmpica en contra de las apuestas, pues eso significar¨ªa la berlusconizaci¨®n definitiva de Espa?a. As¨ª que todo depende de la corta vida instructora que le quede al juez Ruz. Pero a juzgar por la suerte que han corrido los discos duros de B¨¢rcenas, cabe temerse lo peor.
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