Las obras del Congreso de los Diputados sellan tiros del 23-F

Unos minutos intensos de lluvia sobre Madrid han ocasionado m¨¢s problemas de los que nadie en el Congreso de los Diputados pudo imaginar. El Pleno de la C¨¢mara no pudo empezar a las nueve de la ma?ana porque una cascada de agua penetraba a esa hora por la techumbre de la tribuna de prensa del Congreso y de ah¨ª las aguas segu¨ªan su camino natural hacia abajo, directamente a los esca?os de Izquierda Plural y algunos del PSOE. Dos horas de aplazamiento se necesitaron para evitar que el agua siguiera cayendo. Todos pensaron de inmediato en las obras que se desarrollan en el Congreso desde el pasado diciembre y que finalizar¨¢n el pr¨®ximo mes de noviembre.

Pasadas las horas el incidente tuvo otra derivaci¨®n porque un grupo de informadores repar¨® a primeras horas de la noche en que algunos de los disparos del los guardias civiles que siguieron al golpista Antonio Tejero el 23 de febrero de 1981 hab¨ªan desaparecido del techo de la tribuna de prensa.

Las fuentes oficiales parlamentarias consultadas aseguraron que la instrucci¨®n de dejar para siempre las huellas del intento golpista se mantiene inalterable. Hoy se investigar¨¢. No obstante, esas mismas fuentes se?alan que la arquitecta que lleva la obra asegura que ning¨²n disparo se ha sellado. Las fotograf¨ªas y grabaciones que existen del tramo del techo que ahora aparece alisado muestran con nitidez que all¨ª hubo tiros.

Al tiempo, la constructora Dragados quiso dejar a salvo su reputaci¨®n. ¡°Dragados quiere precisar que la inundaci¨®n en la tribuna de prensa del Hemiciclo del Congreso y las filtraciones de la cubierta, a consecuencia de una importante tromba de agua, justo al comienzo de la sesi¨®n plenaria, se han producido con independencia de las obras que se est¨¢n llevando a cabo, tal y como confirma el informe elaborado por el servicio t¨¦cnico del Congreso. Las filtraciones de agua en el interior de la c¨¢mara han tenido lugar como consecuencia del taponamiento de varios desag¨¹es antiguos embutidos en las paredes del edificio y no tiene nada que ver por tanto con la obra de remodelaci¨®n en ejecuci¨®n¡±.

Durante las dos horas de interrupci¨®n del pleno la distensi¨®n domin¨® el ambiente en el Congreso y se repiti¨® el chiste f¨¢cil entre los diputados de que ¡°el Congreso hace aguas¡±. Algunos resaltaron la mala suerte de que en la tribuna de invitados estuviera una delegaci¨®n de parlamentarios japoneses que vivieron todo el episodio. ¡°Pod¨ªan haber sido de cualquier otro lugar del mundo pero no de Jap¨®n¡±, comentaba un diputado a sus compa?eros con el recuerdo vivo de la elecci¨®n de Tokio para los juegos ol¨ªmpicos.