El PNV se asegura la estabilidad con el PSE y corteja a Bildu sobre la paz
Quiroga apela a Urkullu para que propicie la entrada del PP en el pacto fiscal
El PNV ya ha aprendido el alto coste de perseverar en la idea del gobierno en solitario confiado en la geometr¨ªa variable. Lo intent¨® en el arranque de la legislatura pero fracas¨® con estr¨¦pito cuando la resistencia de EH Bildu y PSE-EE, por motivaciones diferentes, obligaron por primera vez en la historia del Parlamento vasco a I?igo Urkullu a retirar sus presupuestos. A partir de ah¨ª, la catarsis. Los nacionalistas llamaron en junio al PSE-EE y en tres meses, incluido agosto como periodo h¨¢bil de negociaciones, han llegado a un acuerdo por la reactivaci¨®n econ¨®mica que garantiza, sobre todo, la estabilidad al Gobierno vasco por medio de la aprobaci¨®n de las cuentas hasta 2015.
En el empe?o, el PNV ha renegado de algunas convicciones ideol¨®gicas porque asume ahora una reforma fiscal en la que nunca ha cre¨ªdo, que obliga a pagar m¨¢s a quien m¨¢s gana y que lleva el debate al Parlamento cuando el marco jur¨ªdico de Euskadi concede la potestad tributaria a las Juntas Generales de cada territorio vasco. ¡°Sabemos que tenemos que pagar un peaje¡±, admiti¨® uno de los negociadores del PNV consciente de que se brinda al PSE-EE la oportunidad de recuperar una capacidad de decisi¨®n que hab¨ªa perdido en las urnas de las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas tras salir del Gobierno.
Con este acuerdo se recupera en el Pa¨ªs Vasco la imagen de los Gobiernos de coalici¨®n PNV-PSE de la etapa del lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza y que tambi¨¦n se extendieron a Bizkaia. Pero en esta ocasi¨®n ambos partidos descartan las contraprestaciones institucionales, aunque la firma del pacto, prevista para el pr¨®ximo lunes en la Lehendakaritza, estar¨¢ rodeada del mayor boato pol¨ªtico con la presencia de I?igo Urkullu, Andoni Ortuzar (presidente del PNV) y Patxi L¨®pez (l¨ªder del PSE).
Todos ellos rubricar¨¢n un documento de 17 p¨¢ginas y dos anexos. En su contenido se incluye destinar 6.290 millones de euros en los pr¨®ximos tres a?os a la puesta en marcha de planes de reactivaci¨®n econ¨®mica, con 1.800 millones en avales a empresas, y lucha contra el paro, as¨ª como medidas para garantizar la financiaci¨®n en materia de educaci¨®n, sanidad y pol¨ªticas sociales y afrontar la revisi¨®n del entramado institucional para hacerlo m¨¢s eficiente. Todo ello aplicando una reforma fiscal m¨¢s distributiva, con un f¨¦rreo ejercicio del fraude que aporte una recaudaci¨®n de 1.500 millones m¨¢s en tres a?os.
Pero este pacto carece de los votos suficientes para su perceptiva aprobaci¨®n en los Parlamentos forales de ?lava y Gipuzkoa. Por ello, el PNV, sobre todo, y el PSE-EE buscan los votos de un tercer socio. Con el PP se antoja m¨¢s factible el acuerdo porque EH Bildu ya ha repudiado el pacto. El primer contacto, ayer en el Parlamento, apenas sirvi¨® para constatar que toda aproximaci¨®n ser¨¢ tras el acto de la firma del lunes.
Arantza Quiroga, presidenta del PP vasco, quer¨ªa estar en la foto del lunes y ha apelado al lehendakari Urkullu para que propicie un acuerdo a tres. PNV y PSE-EE han entendido que era demasiado precipitado y as¨ª se lo dijeron durante el encuentro de dos horas mantenido ayer, y que deja las puertas abiertas porque interesa a las dos partes.
En paralelo, el PNV tampoco quiere circunscribir su capacidad de entendimiento desde el poder con los dos partidos constitucionalistas porque teme que dar¨ªa as¨ª una baza demasiado golosa a su rival directo, EH Bildu. Por eso, cuando la convocatoria para ayer de la ponencia de paz y convivencia presupon¨ªa su disoluci¨®n ¡ªtras la retirada del PSE-EE, que se sumaba a la renuncia inicial de PP y UPyD¡ª, los nacionalistas sorprendieron a todos al proponer la continuidad de los trabajos en el Parlamento. Lo anunci¨® Joseba Egibar, su portavoz, apenas dos horas despu¨¦s de que el propio lehendakari mostrara su escepticismo al mantenimiento de la ponencia. ¡°Ser¨ªa muy f¨¢cil que PNV y EH Bildu siguieran adelante, pero ser¨ªa tanto como seguir construyendo Euskadi en base a trincheras¡±, hab¨ªa dicho Urkullu.
La izquierda abertzale acogi¨® la maniobra de Egibar con id¨¦ntico escepticismo, consciente de que as¨ª el PNV gana tiempo y no les deja el campo libre para construir un discurso de entreguismo a la voluntad del PSE-EE. Eso s¨ª, EH Bildu tomar¨¢ la palabra a Egibar y desplegar¨¢ de inmediato una incesante bater¨ªa de actuaciones para dinamizar la ponencia. Para entonces, Urkullu, que apoya desde la distancia la consulta soberanista en Catalu?a pero no facilita ese debate en Euskadi, se asegura una acci¨®n de gobierno sin sobresaltos y apuntala su perfil y su compromiso con la paz.
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