El chivatazo a ETA en el Fais¨¢n llega a juicio tras siete a?os de bronca pol¨ªtica
Los jefes policiales Pami¨¦s y Ballesteros, ¨²nicos procesados en la Audiencia Nacional
La Audiencia Nacional celebra desde hoy ¡ªy al menos hasta el pr¨®ximo mi¨¦rcoles¡ª el juicio sobre el caso Fais¨¢n, el supuesto chivatazo que frustr¨® una operaci¨®n policial contra ETA en 2006. En el banquillo de los acusados se sientan dos altos mandos policiales con muchos a?os de lucha antiterrorista en el Pa¨ªs Vasco: el ex jefe superior de Polic¨ªa en esa comunidad, Enrique Pami¨¦s, y el inspector jefe Jos¨¦ Mar¨ªa Ballesteros. Ambos est¨¢n acusados de colaboraci¨®n con organizaci¨®n terrorista y revelaci¨®n de secretos con grave da?o para la causa p¨²blica. Se trata de uno de los casos que ha generado mayor divisi¨®n y bronca pol¨ªtica durante la fase terminal de la banda y que fue utilizado con insistencia por el PP contra el entonces ministro del Interior y actual jefe de la oposici¨®n, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba.
El bar Fais¨¢n, en el n¨²cleo fronterizo de Behobia, en Ir¨²n, sirvi¨® durante dos d¨¦cadas como centro neur¨¢lgico del aparato de extorsi¨®n econ¨®mica de ETA, el llamado impuesto revolucionario. El 4 de mayo de 2006, la unidad de Informaci¨®n del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa en San Sebasti¨¢n iba a asestar un notable golpe a la red de recaudaci¨®n de fondos etarra, culminando una investigaci¨®n iniciada ocho a?os antes. Los agentes ten¨ªan informaci¨®n de que el recaudador de la banda Jos¨¦ Luis Cau Aldalur, refugiado en Francia, iba a entrar en Espa?a para que el due?o del Fais¨¢n, Joseba Elosua, le entregara nueve millones de pesetas (54.000 euros) que el d¨ªa anterior hab¨ªa recibido este de manos del fallecido dirigente del PNV Gorka Agirre, en un almuerzo en una sidrer¨ªa de Oiartzun.
El despliegue policial en la localidad guipuzcoana estaba ya preparado cuando, para sorpresa de los agentes, Elosua sali¨® disparado hacia Francia en un coche acompa?ado por su yerno, Carmelo Luqu¨ªn. El dispositivo de seguimiento de la gendarmer¨ªa francesa detect¨® que Elosua y Luquin se reunieron con Cau Aldalur en el bar Talotegui, de Bayona. El recaudador etarra no cruz¨® ese d¨ªa la frontera hacia Espa?a, como estaba previsto. Tras el encuentro, de apenas media hora, el due?o del bar Fais¨¢n y su yerno regresaron a Ir¨²n.
Los agentes espa?oles, con autorizaci¨®n judicial, hab¨ªan instalado en el Ford Focus de Elosua una radiobaliza que les permiti¨® escuchar la conversaci¨®n de ambos familiares tanto a la ida como a la vuelta. Elosua le contaba a Luquin detalles de movimientos policiales que supuestamente solo deber¨ªan conocer los agentes. Esa misma tarde, tras leer la transcripci¨®n de la conversaci¨®n, el comisario Carlos Germ¨¢n, que dirig¨ªa el dispositivo contra las finanzas etarras, concluy¨® que se hab¨ªa producido un chivatazo en sus propias filas.
El ¡°Urogallo¡±, nombre de la operaci¨®n policial contra el aparato de extorsi¨®n, se convert¨ªa inevitablemente en el caso Fais¨¢n, sobre el chivatazo a ETA. Seg¨²n el relato de hechos del fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista, fue el jefe superior de Polic¨ªa en el Pa¨ªs Vasco, Enrique Pami¨¦s, el principal responsable de obstaculizar la operaci¨®n. Pami¨¦s, estima el fiscal, buscaba impedir la detenci¨®n del dirigente peneuvista Gorka Agirre. Para ello, pidi¨® al inspector Ballesteros que entrara en el bar Fais¨¢n y facilitara a Elosua un tel¨¦fono m¨®vil con el que comunicar a Elosua la advertencia de que Cau Aldalur no acudiera a Espa?a. Pami¨¦s eligi¨® a Ballesteros porque, al trabajar en la comisar¨ªa de Vitoria y estar especializado en la lucha contra el yihadismo y no contra el terrorismo etarra, no ser¨ªa reconocido por los agentes de la comisar¨ªa de San Sebasti¨¢n.
El escrito del fiscal se?ala que el 4 de mayo a las 11.23 Ballesteros entreg¨® a Elos¨²a su propio tel¨¦fono m¨®vil con el n¨²mero de Pami¨¦s ya marcado. Seg¨²n el mismo relato, el jefe superior de Polic¨ªa del Pa¨ªs Vasco indic¨® al hostelero que Cau Aldalur no cruzara la frontera bajo ning¨²n concepto porque ser¨ªa detenido. Para hacer cre¨ªble su mensaje, Pami¨¦s supuestamente dio a Elosua detalles de la operaci¨®n policial: le dijo que le ven¨ªan controlando desde hace tiempo, que sab¨ªa de la comida con Gorka Agirre del d¨ªa anterior ¡ªen la que tambi¨¦n particip¨® el terrorista Ram¨®n Sagarzazu¡ª y que sab¨ªan lo de las ¡°nueve botellas de vino¡±, expresi¨®n con la que los propios recaudadores etarras se refer¨ªan a los nueve millones entregados por el hist¨®rico dirigente del PNV.
Tras esta comunicaci¨®n, que dur¨® ocho minutos, Elosua sali¨® por una puerta trasera del bar hacia una lonja, situada a 200 metros del mismo, y donde los investigadores supon¨ªan que el hostelero guardaba el dinero, las cartas de extorsi¨®n y los sellos con anagramas de ETA. Durante media hora estuvo all¨ª. Posteriormente cruz¨® la frontera en coche con su yerno para reunirse con Cau Aldalur.
La operaci¨®n policial tuvo que posponerse hasta el 22 de junio de 2006. En esa fecha todos los integrantes de la red de extorsi¨®n fueron detenidos, pero en los registros no se hallaron ni los 54.000 euros ni cartas de ETA solicitando el impuesto revolucionario.
Antenas y discrepancias jur¨ªdicas
Las antenas de telefon¨ªa m¨®vil en el espacio fronterizo a ambos lados del Bidasoa, el testimonio de Joseba Elosua y el an¨¢lisis de las escuchas del coche de este ser¨¢n claves en el juicio del caso Fais¨¢n. En la vista oral est¨¢n citados 110 testigos, la mayor¨ªa de ellos personas que, seg¨²n los registros telef¨®nicos, estuvieron el d¨ªa del chivatazo en las ¨¢reas de cobertura del bar Fais¨¢n.
Las implicaciones pol¨ªticas del caso Fais¨¢n han hecho que este haya quemado siempre entre las manos a los jueces y fiscales que lo han investigado. Algunas acusaciones populares se empe?aron en el procesamiento del ex director general de la Polic¨ªa Victor Garc¨ªa Hidalgo, subordinado de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Garc¨ªa Hidalgo recibi¨® dos llamadas del jefe superior de Polic¨ªa en el Pa¨ªs Vasco, Enrique Pami¨¦s, en la ma?ana en que se produjo el supuesto soplo, y lleg¨® a estar procesado por colaboraci¨®n con organizaci¨®n terrorista. Sin embargo, finalmente, la causa contra ¨¦l se archiv¨® a petici¨®n de la Fiscal¨ªa. Previamente, en 2011, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional hab¨ªa hallado ¡°inconsistencias relevantes¡± en la investigaci¨®n del chivatazo, como que esta fuera encomendada al mismo polic¨ªa, Carlos Germ¨¢n, encargado de llevar a cabo la fallida operaci¨®n contra el aparato de extorsi¨®n etarra durante la tregua de la banda en 2006.
La acusaci¨®n prosigui¨® contra Pami¨¦s, con 29 a?os de servicio en el Pa¨ªs Vasco y la detenci¨®n de casi 500 etarras en su hoja de servicio, y Ballesteros. El fiscal encargado del caso, Carlos Bautista, solo acept¨® procesar a los dos polic¨ªas por colaboraci¨®n con banda terrorista despu¨¦s de recibir ¨®rdenes en este sentido del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce.
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