Oportunidades
La Diada de 2014 rizar¨¢ el rizo en la espectacular escenificaci¨®n de una 'performance' palingen¨¦sica
El a?o pasado por estas fechas, tras la apoteosis de la gran manifestaci¨®n barcelonesa de la Diada, escrib¨ª en esta columna que parec¨ªamos asistir al nacimiento de una cismog¨¦nesis explosiva: la s¨²bita emergencia por generaci¨®n espont¨¢nea de un estado emocional colectivo (una catarsis p¨²blica) en demanda de secesi¨®n. Este a?o se ha repetido la representaci¨®n dramat¨²rgica solo que corregida y aumentada, con una parte muy significativa de la sociedad catalana (no tanto el pueblo trabajador pero s¨ª la peque?a burgues¨ªa y gran parte de la juventud urbana cualificada) participando con festivo entusiasmo en un embriagador auto de fe nacional que anuncia performativamente el pr¨®ximo advenimiento de la redenci¨®n pol¨ªtica de Catalu?a. Y como no hay dos sin tres, podemos estar seguros de que la Diada de 2014 rizar¨¢ el rizo en la espectacular escenificaci¨®n de una performancepalingen¨¦sica, que representar¨¢ el renacimiento de una naci¨®n trescientos a?os despu¨¦s de la ca¨ªda original que la predestin¨® a serlo.
?C¨®mo se entiende este espectacular pero incuestionable ¨¦xito del movimiento secesionista catal¨¢n? Los te¨®ricos de la movilizaci¨®n colectiva, a partir de autores como Chuck Tilly y Sid Tarrow, lo explican mediante el concepto de ¡°estructura de oportunidades pol¨ªticas¡± (EOP): una contingente conjunci¨®n de coincidencias fortuitas presididas por la debilidad del poder p¨²blico, la deslegitimaci¨®n de las autoridades, la p¨¦rdida de confianza en las instituciones y la volatilidad de las alianzas de clase, que favorece durante un breve lapso de tiempo las oportunidades de ruptura del statu quo en vigor. Ahora o nunca. Y eso es lo que est¨¢ ocurriendo en Catalu?a (como en Espa?a, Portugal o Grecia) desde 2010, cuando coincidi¨® el inicio del austericidio decretado por el directorio europeo con la sentencia del Tribunal Constitucional contra el nuevo Estatut refrendado por el pueblo catal¨¢n.
A partir de ah¨ª, los letales efectos sociales de la crisis, unidos al indigno comportamiento de las ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas, hicieron el resto, dejando a la ofendida y humillada ciudadan¨ªa abierta a prestar o¨ªdos a cualquier propuesta de ardor justiciero. Y a diferencia de Grecia, Portugal y Espa?a, cuyos movimientos sociales dirigieron su protesta desde abajo contra los de arriba, abriendo un conflicto vertical (el pueblo contra las ¨¦lites y contra la troika), en Catalu?a por el contrario los activistas del independentismo acertaron a redirigir la ira interclasista contra el Estado central, abriendo un conflicto horizontal entre Espa?a y Catalu?a: el pueblo contra Madrid. Todo ello legitimado con un encuadre polarizador que plantea alternativas mutuamente excluyentes para las que se rechaza la conjunci¨®n copulativa (del tipo ¡°y/y¡±) sin ofrecer m¨¢s salida que la disyuntiva (¡°o/o¡±): o democracia o legalidad, o independencia o expolio fiscal, o Catalu?a o Espa?a. Un framing polarizador que disuelve el apoyo a los partidos centrales (CiU, PSC, PP) para otorg¨¢rselo a los radicales (ERC, CUP, Cs).
Los independentistas acertaron a redirigir la ira interclasista contra el Estado central
Pero claro est¨¢, una vez que se abren, y si no se aprovechan bien, las ventanas de oportunidad se cierran m¨¢s pronto que tarde. Quiero decir que esa coyuntura de oportunidades para movilizarse con ¨¦xito, o esa EOP favorable que se abri¨® en 2010, caduca en 2015 aproximadamente, que es cuando se espera que la crisis econ¨®mica haya pasado definitivamente y las clases medias espa?olas y catalanas recuperen sus expectativas de integraci¨®n y ascenso social. De ah¨ª la magia pitag¨®rica de 2014, la fecha sagrada de la ¨²ltima oportunidad de redenci¨®n nacional que no se puede sobrepasar sin haber celebrado la consulta de autodeterminaci¨®n. Como se suele decir, con expresi¨®n verbalmente performativa: s¨ª o s¨ª, sin disyuntiva posible.
Mientras tanto, la sucesi¨®n de semejantes acontecimientos est¨¢ sorprendiendo a las ¨¦lites espa?olas y catalanas a contrapi¨¦, sin dejarles margen apenas para reaccionar. Temiendo ser anegado por la marea secesionista, Artur Mas aprovech¨® la oportunidad para convocar elecciones cuasi constituyentes a la espera de colocarse a la cabeza de la manifestaci¨®n. Pero se equivoc¨®, pues sus bases sociales le retiraron su apoyo y se qued¨® colgado a merced de la agenda independentista. De ah¨ª que ahora trate de evadirse de la trampa de 2014, esperando que la EOP pase de largo para recuperar el control de la situaci¨®n. Y tambi¨¦n Rajoy aguarda impasible a que el tiempo pase, resistiendo amarrado a su mayor¨ªa absoluta como si fuera Ulises frente a las sirenas de la Escila de la crisis y el Caribdis de la secesi¨®n. Pero si cree que el paso del tiempo solo juega a su favor se equivoca, pues en 2015 no se sabe si habr¨¢ terminado la crisis, pero lo que s¨ª es seguro es que perder¨¢ la mayor¨ªa absoluta que le salvaguarda por ahora.
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