Confidentes de alto riesgo
Los polic¨ªas acusados en el ¡®caso Fais¨¢n¡¯ desvelan los tratos que manten¨ªan con sus informantes en ETA. El exterrorista Romano protagoniza la vista oral
El curr¨ªculo profesional del comisario Enrique Pami¨¦s, un referente en la lucha contra ETA, lo componen siete p¨¢ginas cargadas de desarticulaciones de comandos, grupos de kale borroka y entramados de apoyo a la banda terrorista. El documento rese?a medio centenar de grandes golpes a la organizaci¨®n desde 1983 entre ellos el desmantelamiento de los comandos Donosti y Nafarroa y la descifrado de los papeles de Susper, que llevaron al arresto de 150 miembros de ETA en distintas operaciones. Tambi¨¦n recoge el curr¨ªculo una lista de 63 medallas, cruces y felicitaciones p¨²blicas que dif¨ªcilmente cabr¨ªan en la pechera de un solo uniforme.
Sin embargo, en la rese?a profesional, destaca una frase: ¡°Existen diversos servicios que no pueden figuran en el presente documento debido a que su consecuci¨®n vino motivada por fuentes internas de la propia organizaci¨®n terrorista, las cuales fueron conseguidas y dirigidas directamente por ¨¦l¡±. Ahora Pami¨¦s es el primer mando policial antiterrorista que es juzgado justamente por supuesta colaboraci¨®n con la banda que combati¨® durante a?os.
Pami¨¦s, ex jefe superior de Polic¨ªa del Pa¨ªs Vasco y principal acusado del caso Fais¨¢n sobre el chivatazo policial a ETA en 2006, cuyo juicio termina este lunes, tiene un don especial para el trato con confidentes y para infiltrar agentes en la organizaci¨®n. Quienes lo conocen, lo definen como un ¡°madero, madero¡±, que no reh¨²ye el contacto y las transacciones con elementos ambiguos del entorno terrorista para lograr arrestos. Esta semana, el m¨¢s productivo de sus confidentes, Romano, una mina de informaci¨®n que unas fuentes sit¨²an en la direcci¨®n de ETA y otras en la cantera de la banda, devolvi¨® a Pami¨¦s los favores de dos d¨¦cadas.
Romano, que ya no tiene cuentas pendientes en Espa?a, acudi¨® a la Audiencia Nacional para dar veracidad a la principal coartada de Pami¨¦s. Era la primera vez en la historia judicial que un confidente de la lucha contra ETA testificaba para defender a su controlador. La defensa del comisario sostiene que el cruce de llamadas del 4 de mayo de 2006 con el inspector Jos¨¦ Mar¨ªa Ballesteros no tiene que ver con el aviso al due?o del bar Fais¨¢n de Ir¨²n, centro del cobro del impuesto revolucionario, de que ese d¨ªa se iba a desencadenar una operaci¨®n contra el entramado de extorsi¨®n etarra. La versi¨®n del entonces m¨¢ximo dirigente policial en Euskadi es que las llamadas buscaban organizar la cobertura de un encuentro que iba a mantener con Romano en la estaci¨®n de Bayona, en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s.
La declaraci¨®n del confidente era un movimiento arriesgado de la defensa de Pami¨¦s. Reconocer la relaci¨®n con la fuente implicaba tambi¨¦n admitir algunos tratos que, pese a ser conocidos por los superiores del comisario, son contrarios a la ley. Llevar a Romano a declarar supon¨ªa tambi¨¦n el riesgo de que este pudiera ser identificado por los miembros de ETA a los que delat¨®, un peligro evidente para su integridad.
Romano afirm¨® que recibi¨® ¡°ayuda econ¨®mica¡± del comisario. ¡°No viv¨ªa de lo que me daba el se?or Carlos [as¨ª se refer¨ªa al comisario], pero s¨ª recib¨ª alguna ayuda tras tener discrepancias con la organizaci¨®n y ser expulsado temporalmente¡±, afirm¨® el confidente policial. El miembro de ETA asegur¨® que sus tratos con el comisario le evitaron ser detenido y conseguir documentaci¨®n para moverse desde los Alpes italianos hasta Francia. ¡°Carlos velaba por mi seguridad y por la continuidad en la obtenci¨®n de datos. Yo he corrido peligro todo el tiempo que he estado colaborando¡±, asegur¨®.
El etarra confirm¨® que tanto el polic¨ªa como ¨¦l acud¨ªan solos a las citas. Sin embargo, cometi¨® un desliz. En un momento del interrogatorio se refiri¨® al comisario como su ¡°amigo¡±. Esto fue utilizado por el fiscal, Carlos Bautista, para desvirtuar su declaraci¨®n y calificarla de ¡°una falacia, envuelta en una burla, envuelta en una mentira¡±. Bautista, un temible esgrimista verbal, compar¨® en su alegato final del pasado jueves el chivatazo con una acci¨®n de Torrente. Esas palabras escocieron a los acusados y a otros polic¨ªas dedicados a tareas de informaci¨®n que acudieron al juicio.
La relaci¨®n de las fuerzas de seguridad con los confidentes no tiene m¨¢s l¨ªmites que el C¨®digo Penal, pero en no pocas ocasiones los agentes tienen que conceder aparentes favores a los informantes para que la fuente siga manando. Y no es la primera vez que un agente se ve envuelto en problemas con la justicia por el trato a un confidente. En 2010, dos exjefes de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) de la Costa del Sol fueron absueltos por el Tribunal Supremo tras ser condenados por ayudar a escapar a Marruecos a un confidente que hab¨ªa sido reclamado por Italia.
El juicio destapa la bronca policial
El juicio del caso Fais¨¢n sobre el chivatazo policial a ETA en mayo de 2006 enfrenta ma?ana lunes su sesi¨®n final en la Audiencia Nacional. Las acusaciones populares-que representan a la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo (AVT), Dignidad y Justicia y al PP- y las defensas de los dos polic¨ªas procesados por el soplo que frustr¨® una operaci¨®n contra el aparato de extorsi¨®n etarra expondr¨¢n sus informes finales antes de que el proceso quede visto para sentencia. La vista oral contra el comisario Enrique Pami¨¦s y el inspector jefe Jos¨¦ Mar¨ªa Ballesteros, un polic¨ªa que en su carrera ha tocado casi todos los palos de la seguridad ciudadana, dif¨ªcilmente servir¨¢ para decantar al tribunal a favor o en contra de los acusados. Los magistrados deber¨¢n valorar si los indicios presentados por la fiscal¨ªa y las acusaciones son suficientes para condenar a los agentes por revelaci¨®n de secreto y, en el peor de los casos, por colaboraci¨®n con organizaci¨®n terrorista. Sin embargo, si algo han puesto de relieve los cuatro d¨ªas de juicio es el enfrentamiento apenas soterrado entre dos bandos policiales: el que defiende a los dos acusados y el que secunda a Carlos Germ¨¢n, el comisario que investig¨® la filtraci¨®n y que tambi¨¦n llevaba las pesquisas sobre la red de extorsi¨®n etarra radicada en el bar Fais¨¢n de Ir¨²n, frustradas por el chivatazo.
En el juicio, Germ¨¢n y su equipo se han empleado a fondo para desvirtuar las coartadas de los dos acusados. Sin embargo, otros mandos policiales han arrojado sombras sobre la actuaci¨®n de este investigador, que tras el caso Fais¨¢n fue destinado a Asuntos Internos y al que varias fuentes policiales acusan de ¡°ir por libre¡± en sus pesquisas. Jos¨¦ Cabanillas, el comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia en 2006, declar¨® en el juicio que su subordinado Germ¨¢n le pidi¨® hasta tres veces destruir la grabaci¨®n en la que el due?o del bar Fais¨¢n, Joseba Elosua, le cuenta a su yerno la conversaci¨®n que ha mantenido con un supuesto polic¨ªa con los detalles de la operaci¨®n contra las finanzas etarras.
El caso Fais¨¢n fue utilizado por el PP para desgastar al Gobierno socialista de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y, sobre todo, al sucesor de este al frente del PSOE, el exministro del Interior Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. El partido conservador una vez en el poder ha mantenido la acusaci¨®n contra los dos polic¨ªas por revelaci¨®n de secretos y colaboraci¨®n con organizaci¨®n terrorista. Sin embargo, el abogado del partido ha mantenido una posici¨®n absolutamente discreta en el juicio, en paralelo a la rebaja en la carga declarativa del director general de la Polic¨ªa, Ignacio Cosido. Este, en la oposici¨®n, exigi¨® repetidamente la dimisi¨®n de Rubalcaba. Ahora, duda de que haya algo ¡°reprobable penalmente¡±.
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