¡°Olv¨ªdate de tus amigos, ya les hemos volado la cabeza por tu culpa¡±
Cuatro cordobeses frustraron en M¨¦xico hace un mes un secuestro virtual como el de Delorean
Francisco, Jos¨¦, Javier y Bibiano son cuatro amigos cordobeses, de unos 30 a?os, que hace un mes pasaron varias semanas en M¨¦xico, donde lograron frustar un secuestro virtual. Las circunstancias fueron muy similares a las que sufri¨® el grupo Delorean, con la salvedad de que estos cuatro j¨®venes cordobeses decidieron romper la comunicaci¨®n telef¨®nica con sus secuestradores virtuales y lograron escapar del chantaje.
La noche del pasado 17 de septiembre, los cuatro dorm¨ªan en una habitaci¨®n del Hotel Alikar, un modesto hospedaje en la localidad de La Crucecita, en el estado de Oaxaca. Sobre las tres de la madrugada, son¨® el tel¨¦fono. Un hombre, que se identificaba como miembro del c¨¢rtel de Huatulco, les advert¨ªa de que iban a asaltar el hotel para eliminar a un grupo rival y les ped¨ªa que bajaran por parejas a la recepci¨®n.?
Siguiendo las instrucciones, el grupo se dividi¨® y, mientras Javier y Bibiano bajaron por su cuenta, Francisco y Jos¨¦ ganaron algo de tiempo, aduciendo que el primero estaba muy enfermo y necesitaba medicinas, momento que aprovecharon para alertar a trav¨¦s de mensajes de tel¨¦fono a sus amigos en Espa?a de que estaba ocurriendo algo raro.
La forma de actuar de los secuestradores fue la misma que con Delorean. Les pidieron que tomaran un taxi para alojarse en otro hotel en las cercan¨ªas, que comprasen varios tel¨¦fonos m¨®viles de prepago y apagaran los suyos, para as¨ª evitar cualquier contacto con el exterior.
Con el grupo dividido, Javier y Bibiano se subieron al coche que hab¨ªan alquilado en el pa¨ªs americano y se alojaron en un hospedaje de las cercan¨ªas, donde comenzaron a aflorar sus dudas sobre lo ocurrido. Especialmente cuando el presunto narco empez¨® a hacerles preguntas personales sobre su profesi¨®n y la de sus padres.
"En ese momento, tem¨ª por mi vida", afirma Javier. "Est¨¢bamos en un hotel a cinco minutos de la selva. Sent¨ª la sensaci¨®n de que iban a presentarse all¨ª, por lo que decidimos irnos y buscar a nuestros amigos". Por esta raz¨®n, volvieron a su hotel original, donde comprobaron que no se hab¨ªa producido ning¨²n asalto y recogieron sus pertenencias.
Tras el secuestro, la Embajada les pidi¨® abandonar el pa¨ªs y les dijo que era una "locura" viajar en coche alquilado por M¨¦xico
La historia de la otra pareja de j¨®venes, Francisco y Jos¨¦, fue distinta. Ellos cogieron un taxi cualquiera, desconfiados de que estuviera confabulado con el c¨¢rtel, y pidieron parar en un establecimiento con la excusa de comprar medicinas para Francisco. En aquel momento, un error de los presuntos narcos delat¨® el montaje. "Cuando todav¨ªa est¨¢bamos en la gasolinera, nos preguntaron cu¨¢nto nos quedaba para llegar al hotel. Y eso no cuadraba con la historia de que nos ten¨ªan vigilados", explica.
Finalmente, los dos grupos de amigos consiguieron contactar entre ellos y alojarse en un establecimiento de cuatro estrellas, donde avisaron al Consulado Espa?ol, que no daba cr¨¦dito a la historia. En aquel momento, por precauci¨®n, a¨²n manten¨ªan contacto con los presuntos secuestradores, a los que confund¨ªan pidi¨¦ndoles informaci¨®n sobre sus amigos, sin que los narcos supieran que estaban ya reunidos.
Tras cortar finalmente la comunicaci¨®n con el presunto c¨¢rtel, Javier recibi¨® un mensaje de texto en el tel¨¦fono de prepago en el que se le¨ªa: "Olv¨ªdate de tus amigos, ya les hemos volado la cabeza por tu culpa. Vay¨¢nse a la verga". Fue el epitafio a algo que Jos¨¦ y Francisco ahora pueden definir como "una aventura", pero que en aquel momento les hizo temer por su vida.
"Cuando al salir del hotel vi una furgoneta en la puerta, me asust¨¦ de verdad", indica Francisco, mientras que Jos¨¦ especifica que dej¨® sus pertenencias dentro porque en ese momento s¨®lo tem¨ªa por su vida. Pero apostilla que hasta ese momento no sintieron ning¨²n tipo de miedo en M¨¦xico, y que lo ocurrido es algo puntual.
A pesar de que la Embajada espa?ola les pidi¨® que abandonaran el pa¨ªs y les dijo que era una "locura" viajar en coche alquilado por M¨¦xico, el grupo de j¨®venes continu¨® su viaje y permaneci¨® en tierras aztecas 12 d¨ªas m¨¢s.
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