El Gobierno se prepara para asumir la sentencia contra la ¡®doctrina Parot¡¯

La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo decidir¨¢ en las pr¨®ximas semanas ¡ªalgunas fuentes se?alan que a fines de octubre¡ª la probable anulaci¨®n de la doctrina Parot, seg¨²n los c¨¢lculos del Gobierno, lo que supondr¨ªa la excarcelaci¨®n de 61 presos veteranos de ETA, en una primera tanda, y de otros 76, en una segunda m¨¢s prolongada en el tiempo.

En total, 137, la cuarta parte de los casi 600 presos de la banda terrorista. A la lista habr¨ªa que a?adir una treintena de presos comunes, algunos por casos tan graves como violaciones, que provocan un gran rechazo social.

Pese a la ¡°alarma social¡± que el Ministerio del Interior ha denunciado ante Estrasburgo, el Gobierno ha manifestado que acatar¨¢ la decisi¨®n del tribunal europeo y que los tribunales espa?oles adaptar¨¢n la sentencia. Esta actitud del Gobierno supone un cambio respecto a la mantenida en marzo, cuando se produjo la vista del caso en Estrasburgo. Entonces, el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez, asegur¨® que se aplicar¨ªa ¡°ingenier¨ªa jur¨ªdica¡± para soslayar la decisi¨®n del alto tribunal europeo. Lo que el Ministerio de Interior s¨ª tratar¨¢ de impedir es que la salida de los presos etarras de las c¨¢rceles se produzca de modo masivo.

A su vez, tanto el presidente de la Audiencia Nacional, ?ngel Juanes, como el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ya han adelantado que acatar¨¢n la sentencia. El Gobierno teme que, aunque los tribunales sentenciadores revisar¨¢n caso a caso los previsibles recursos individuales de presos afectados por el mismo supuesto que la etarra In¨¦s del R¨ªo, se produzca una soluci¨®n en cadena. Durante la vista, en marzo, de la doctrina Parot ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, el Gobierno se emple¨® a fondo con pa¨ªses europeos afines, a trav¨¦s de v¨ªas diplom¨¢ticas, para tratar de influir para que el alto tribunal no aboliera dicha doctrina.

El Gobierno ha cambiado de actitud y est¨¢ asumiendo la probable decisi¨®n de Estrasburgo contraria a sus intereses pol¨ªticos ahora que se acerca la sentencia.

En el caso de los presos etarras, el Ejecutivo apost¨® por mantener la presi¨®n para lograr la disoluci¨®n de ETA. Por ello decidi¨® defender la doctrina Parot, como un instrumento m¨¢s de presi¨®n, cuando pod¨ªa haberse mantenido neutral, esperar la decisi¨®n del tribunal europeo y acatar la sentencia. Esto le sugirieron a Mariano Rajoy los principales l¨ªderes de los partidos vascos: I?igo Urkullu, del PNV, y Patxi L¨®pez, del PSE.

Con su actitud, el Gobierno se arriesg¨® a compartir un probable varapalo con el Tribunal Supremo, que cre¨® la doctrina Parot, y con el Constitucional que la aval¨®. Hay que recordar que las decisiones de ambos tribunales tuvieron una fuerte contestaci¨®n interna al considerar que la doctrina Parot implicaba una ¡°irregularidad¡± al aplicar de modo retroactivo una norma posterior a la ley por la que los etarras hab¨ªan sido juzgados y condenados.

Esta posici¨®n es precisamente la que mantuvo la Peque?a Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, hace un a?o, y la que probablemente ratificar¨¢ la Gran sala pr¨®ximamente. El Ministerio del Interior admite que los etarras excarcelados, que en su mayor¨ªa han cumplido muchos a?os de c¨¢rcel, no ser¨ªan un peligro. M¨¢s a¨²n cuando ETA ha cesado definitivamente e incluso cuando algunos de ellos han rechazado el terrorismo, se han acogido a la v¨ªa Nanclares y salen de la c¨¢rcel los fines de semana.

Al Gobierno le preocupa m¨¢s el efecto que pueda provocar la salida masiva de presos etarras en las asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo, en una parte de la derecha medi¨¢tica y de sus sectores m¨¢s radicales. Esto explica sus movimientos en Europa para evitar que esos sectores le acusen de pasividad en el caso de una probable sentencia derogatoria. Mayor problema se le plantea con algunos violadores porque no tiene garant¨ªas de que no vayan a reincidir en sus delitos. El fin de la doctrina Parot ser¨ªa un elemento de distensi¨®n en la pol¨ªtica vasca a a?adir a los dos a?os de cese definitivo del terrorismo, seg¨²n coinciden el PNV y el PSE. El propio PP vasco es menos beligerante que el Gobierno a favor de la doctrina Parot.

Existe el riesgo de que la izquierda abertzale se lo tome como una victoria propia por la actitud beligerante del Gobierno del PP a favor de dicha doctrina. Pero la decisi¨®n puede servir para que los Gobiernos central y vasco caminen juntos y los principales partidos vascos logren un acuerdo para ordenar el final de ETA, como lo hubo cuando el terrorismo estaba en activo.