200 millones en 2014 para ¡®adelgazar¡¯ el submarino S-80
Industria ampl¨ªa la financiaci¨®n para resolver el sobrepeso de m¨¢s de 120 toneladas del primer sumergible de dise?o espa?ol


El Ministerio de Industria aportar¨¢ el a?o pr¨®ximo 208,7 millones de euros para corregir el sobrepeso del S-80, el primer submarino de nueva generaci¨®n de dise?o ¨ªntegramente espa?ol.
?En teor¨ªa, se trata de un cr¨¦dito reembolsable, a inter¨¦s cero, que el astillero p¨²blico Navantia deber¨¢ devolver cuando entregue el sumergible a la Armada. Lo m¨¢s probable, sin embargo, es que los 15.000 millones adelantados ya por Industria para financiar los grandes programas de armamento acaben siendo condonados, pues ni en el escenario m¨¢s optimista dispondr¨¢ Defensa a medio plazo de presupuesto suficiente para reintegrar esta cantidad al Tesoro.
A¨²n no se sabe cu¨¢nto costar¨¢ subsanar el problema de dise?o del S-80. S¨ª se sabe que la desviaci¨®n en el peso es de aproximadamente el 7% del desplazamiento en rosca (sin combustible ni pertrechos), que estaba previsto en 1.700 toneladas. Es decir, unas 120, en vez de las 70 que se calcul¨® inicialmente.
Seg¨²n los expertos, el exceso de peso hace que el centro de gravedad del buque se aproxime al de empuje, lo que puede provocar un efecto peonza, adem¨¢s de impedirle emerger. Para evitarlo, hay que alargar el casco entre siete y 10 metros, lo que a?ade otras 20 toneladas y eleva el sobrepeso a un total de 140.
Lo habitual es que Industria prefinancie hasta el 60% de los nuevos programas de armamento, con el argumento de que se trata de subvencionar desarrollos tecnol¨®gicos. Sin embargo, dicho departamento ya hab¨ªa desembolsado m¨¢s de 1.300 millones para el submarino S-80, por lo que estar¨ªa agotada casi toda la prefinanciaci¨®n prevista, lo que ha obligado al Gobierno a aumentarla en m¨¢s de 800 millones, hasta completar los 2.135 del presupuesto total del programa. Los primeros 208,7 se desembolsar¨¢n en 2014.
Esta f¨®rmula permite mantener por el momento la ficci¨®n de que no aumenta el coste de los cuatro submarinos encargados por la Armada. Pero nadie duda de que, al final, se disparar¨¢ el presupuesto muy por encima de los 2.135 millones previstos. Algunos expertos estiman el sobrecoste en unos 800 millones.
Defensa se niega a o¨ªr hablar de revisar el precio de los submarinos hasta que reciba el primero de ellos y compruebe que funciona. S¨®lo entonces decidir¨¢ si mantiene el pedido de cuatro unidades y a qu¨¦ precio. Pero, dado el retraso del proyecto, eso no ser¨¢ antes de 2017.
Por indicaci¨®n de la firma estadounidense Electric Boat, que ha firmado un contrato de asesoramiento con la Armada por valor de 14 millones, la construcci¨®n del primer submarino de la serie, el S-81 Isaac Peral, se ha paralizado, por lo que ser¨¢ el ¨²ltimo en salir del astillero. La raz¨®n es sencilla: el S-81 est¨¢ ya construido en m¨¢s del 70%, por lo que habr¨ªa que serrarlo para alargar el casco; mientras que la construcci¨®n del S-82, que se convertir¨¢ en el primero de la serie, va por menos de la mitad.
El S-80 no solo es el proyecto m¨¢s costoso de la industria militar espa?ola, sino que puede convertirse en su mayor fiasco. De momento, ha da?ado la imagen internacional de Navantia ¡ªque hab¨ªa alcanzado gran prestigio con la venta de fragatas a Noruega o Australia¡ª y amenaza con dejar a Espa?a fuera del lucrativo mercado de submarinos.
Aunque Defensa insiste en que estos problemas son frecuentes en prototipos, el informe preliminar de Electric Boat se?ala graves deficiencias en los mecanismos de control y procedimientos de ingenier¨ªa. Fuentes de Navantia aseguran que los responsables del programa han sido sustituidos (incluido el director del astillero de Cartagena) y al frente del mismo se ha puesto al almirante retirado Jos¨¦ Manuel Sanjurjo, bajo dependencia directa del presidente de la compa?¨ªa, Jos¨¦ Manuel Revuelta.
Estos cambios, fruto de la reorganizaci¨®n de la empresa, no suponen depuraci¨®n alguna de responsabilidades. Y tampoco la ha habido en la Armada, que ten¨ªa la obligaci¨®n de supervisar la marcha del proyecto.
Ni una auditor¨ªa p¨²blica, ni una comisi¨®n de investigaci¨®n, ni una comparecencia parlamentaria. Algunos expertos se?alan que si nadie pide responsabilidades es porque estas pueden estar repartidas: la jubilaci¨®n forzosa de los ingenieros m¨¢s experimentados de Navantia y la decisi¨®n de dise?ar un submarino en solitario (tras romper con el astillero franc¨¦s DCN) le corresponder¨ªan al anterior Gobierno.
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