El fiscal del Estado se enfrenta a Justicia
Eduardo Torres-Dulce admite sus ¡°discrepancias de fondo¡± con el ministerio y se considera ninguneado por decisiones del Gobierno
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, se encuentra en una situaci¨®n complicada, enfrentado al Ministerio de Justicia y debilitado por varios varapalos judiciales a decisiones personales, seg¨²n fuentes de la Fiscal¨ªa y del Gobierno. La versi¨®n oficial del fiscal es que no est¨¢ enfrentado a Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y deja a salvo esa relaci¨®n personal, pero s¨ª admite que mantiene ¡°discrepancias de fondo¡± con el equipo del ministro. Tanto que, seg¨²n esa versi¨®n oficial, ve ninguneada a la fiscal¨ªa y a la carrera judicial.
Niega tajantemente que vaya a dimitir, pero admite que tuvo que plantarse por actuaciones concretas del Gobierno que le han relegado sistem¨¢ticamente. No oculta Torres-Dulce su rechazo a reformas legales en marcha por el ministerio como la del C¨®digo Penal y el C¨®digo Procesal Penal que sustituir¨¢ a la ley de Enjuiciamiento Criminal. Entre las discrepancias admitidas por la fiscal¨ªa y el Ministerio de Justicia se incluye el reciente nombramiento del llamado corresponsal en Eurojust ¡ªorganismo europeo de coordinaci¨®n judicial¡ª que, pese a ser un fiscal de carrera, fue decisi¨®n exclusiva de Gallard¨®n. Torres-Dulce se enter¨® una vez decidido.
El ministerio nombr¨® para ese cargo a la fiscal Teresa G¨¢lvez sin consultar a Torres-Dulce; y, seg¨²n la fiscal¨ªa, la designaci¨®n alteraba el orden l¨®gico y org¨¢nico del cargo. Adem¨¢s, el ministerio p¨²blico hab¨ªa trabajado desde la etapa de C¨¢ndido Conde-Pumpido en un proyecto de fiscal europeo con el que recientemente acab¨® Gallard¨®n, de nuevo al margen de Torres-Dulce. Seg¨²n la versi¨®n oficial de la fiscal¨ªa, Espa?a era pionera en el proyecto y se hab¨ªan dedicado medios personales y materiales para sacarlo adelante. Recientemente el ministro acord¨® con Francia y Alemania sumarse a su proyecto, que no tiene nada que ver con el que defend¨ªan los dos ¨²ltimos fiscales generales. Torres-Dulce tambi¨¦n se enter¨® cuando estaba consumado.
Niega tajantemente que vaya a dimitir, pero admite que tuvo que plantarse por actuaciones concretas del Gobierno
Otra de las discrepancias tiene que ver con la convocatoria de plazas en la Administraci¨®n de Justicia. El Gobierno acept¨® convocar 50 plazas entre jueces y fiscales. En un Consejo Fiscal, Torres-Dulce traslad¨® su impresi¨®n de que se atribuir¨ªa la mitad a jueces y la mitad a fiscales, con posibilidad de primar al ministerio p¨²blico para que pueda asumir nuevas funciones instructoras. Sin embargo, seg¨²n la fiscal¨ªa, la convocatoria a¨²n no oficial podr¨ªa estar destinada solo a jueces.
En este cap¨ªtulo se incluye tambi¨¦n el decreto que Justicia aprob¨® el pasado 20 de septiembre para limitar a situaciones excepcionales la sustituci¨®n de fiscales, como ya se hizo antes con los jueces. Ese decreto fue informado negativamente por el Consejo Fiscal y por el propio Torres-Dulce, pero Justicia hizo caso omiso. La radical oposici¨®n al texto por parte de la fiscal¨ªa no sirvi¨® de nada y Torres-Dulce volvi¨® a perder la batalla.
Ese decreto ha recibido igualmente la cr¨ªtica de las asociaciones de fiscales. Seg¨²n la Uni¨®n Progresista de Fiscales (UPF), supone ¡°la supresi¨®n o reducci¨®n dr¨¢stica de los fiscales sustitutos¡± y ¡°causar¨¢ un grave perjuicio al servicio p¨²blico que la administraci¨®n de justicia presta a los ciudadanos, incrementando la carga de trabajo de los fiscales titulares que impedir¨¢ el adecuado estudio y tratamiento de los delitos de mayor gravedad y complejidad¡±. ¡°Pudiendo propiciar incluso¡±, a?ade la asociaci¨®n, ¡°espacios de impunidad con relaci¨®n a determinados fen¨®menos delictivos que preocupan de manera especial a la ciudadan¨ªa (delitos econ¨®micos, delitos medioambientales, delitos de corrupci¨®n¡)¡±.
El fiscal general tampoco ha ocultado su discrepancia p¨²blica con proyectos legislativos emblem¨¢ticos de Gallard¨®n. El pasado 16 de octubre, ante el Rey y la c¨²pula de la Justicia, Torres-Dulce arremeti¨® contra el borrador de C¨®digo Procesal Penal porque, seg¨²n dijo, ¡°incurre en una grave incongruencia al atribuir la direcci¨®n de la investigaci¨®n al fiscal y negarle la capacidad de maniobra necesaria para llevarla a buen t¨¦rmino¡±. ¡°Le somete a un constante escrutinio de su actividad por parte del juez de garant¨ªas y por las partes desconocido en el derecho comparado e incompatible con cualquier perspectiva de eficacia¡±, dijo. Justicia no contempla incluir esas modificaciones en el texto que prepara. Hace casi un a?o el Consejo Fiscal hizo tambi¨¦n un informe muy cr¨ªtico con el C¨®digo Penal de Gallard¨®n en el que aseguraba que da ¡°respuestas desproporcionadas¡±, sin que Justicia las haya tenido en cuenta en el texto que envi¨® al Congreso.
No oculta Torres-Dulce su rechazo a reformas legales puestas en marcha por el ministerio, como la del C¨®digo Penal?
A esa situaci¨®n dif¨ªcil de Torres-Dulce con respecto al Gobierno se unen varios varapalos judiciales a controvertidas decisiones personales. Por ejemplo, la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el llamado caso Fais¨¢n supone una derrota de su decisi¨®n personal de acusar a los dos polic¨ªas de colaboraci¨®n con ETA. Esa decisi¨®n provoc¨® la situaci¨®n ins¨®lita de que el fiscal del caso, Carlos Bautista, hizo p¨²blica su discrepancia y la de la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional con la orden que recibi¨® de Torres-Dulce.
Ya antes, en el inicio de su mandato al frente de la fiscal¨ªa, la Justicia desautoriz¨® su pol¨¦mica orden de investigar la destrucci¨®n de los trenes del 11-M.
La pasada semana, la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional anul¨® la decisi¨®n de la Fiscal¨ªa General del Estado de expulsar al fiscal Juan Antonio Frago de la carrera fiscal. La resoluci¨®n no solo anula la primera expulsi¨®n de un fiscal en la historia constitucional, sino que da por hecho que la Fiscal¨ªa vulner¨® sus derechos fundamentales. Es decir, que sentencia que la instituci¨®n garante de los derechos y del principio de legalidad los ha vulnerado. El fiscal fue expulsado por falta continuada muy grave por desobediencia de ¨®rdenes de su superior.
Propuesto por Gallard¨®n
El nombramiento de Eduardo Torres-Dulce tras la victoria del PP en las elecciones generales de 2011 fue iniciativa personal del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Casi dos a?os despu¨¦s ambos aseguran que mantienen su relaci¨®n personal por encima de la larga lista de discrepancias entre las actuaciones de la Fiscal¨ªa General del Estado y el Ministerio de Justicia.
Gallard¨®n, fiscal de carrera aunque pr¨¢cticamente no haya ejercido como tal, propuso el nombre de Torres-Dulce al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Seg¨²n fuentes de la fiscal¨ªa, la relaci¨®n de Torres-Dulce con Rajoy era y es ahora pr¨¢cticamente inexistente, m¨¢s all¨¢ de lo estrictamente protocolario.
A?aden que, a diferencia de su predecesor C¨¢ndido Conde-Pumpido, el actual fiscal general carece de peso pol¨ªtico en el Gobierno para imponer los criterios del ministerio p¨²blico en decisiones como las reformas legales de Gallard¨®n, nombramientos y decisiones vinculadas a procesos judiciales.
La actuaci¨®n de la fiscal¨ªa en asuntos llamativos como el caso G¨¹rtel ha sido controvertida. Por ejemplo, Torres-Dulce retras¨® la judicializaci¨®n de los papeles de B¨¢rcenas tras ser publicados en EL PA?S e inici¨® una investigaci¨®n de la propia fiscal¨ªa por entender que no estaban vinculados a G¨¹rtel, hasta que apareci¨® la posibilidad de que lo investigara el juez Javier G¨®mez Berm¨²dez. Entonces vari¨® de criterio y pidi¨® la acumulaci¨®n en el sumario que instruye Pablo Ruz.
Tambi¨¦n ha sido controvertido el recurso de la fiscal¨ªa a la imputaci¨®n de la infanta Cristina. En los ¨²ltimos d¨ªas, Torres-Dulce ha dejado claro p¨²blicamente que mantendr¨¢ su oposici¨®n a que sea citada por el juez de Palma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.