Hacer pedagog¨ªa

No deja de resultar sorprendente el dramatismo con que se ha acogido en este pa¨ªs la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo sobre la doctrina Parot, que supone su anulaci¨®n en la pr¨¢ctica. Primero, porque ya se daba por hecho que as¨ª iba a ser cuando en julio de 2012, la Peque?a Sala del Tribunal de Estrasburgo dio la raz¨®n a la demanda de la etarra In¨¦s Del R¨ªo, que recurri¨® una aplicaci¨®n retroactiva de la ley por la que fue condenada. Y, segundo, porque en los propios tribunales espa?oles fue muy debatida. De tal modo que en el Tribunal Constitucional cinco de seis magistrados se opusieron a la misma cuando se debati¨®.

En vez de asumir lo que era pr¨¢cticamente inevitable y hacer pedagog¨ªa, el Gobierno hizo una campa?a para evitar que la Gran Sala de Estrasburgo ratificara lo que hab¨ªa adelantado la Peque?a. Puso el acento en que algunos de los etarras afectados estaban condenados por asesinatos m¨²ltiples y que en la lista hab¨ªa violadores que provocan un gran rechazo social. Lo que resumi¨® en el lema de que no debe valer lo mismo haber cometido un asesinato que 23. La consecuencia de este discurso ha sido que surjan voces que reclaman al Gobierno que se salte la sentencia de Estrasburgo, entre ellas una voz autorizada, como la AVT.

Es verdad que es muy importante ante la sentencia anulatoria de la doctrina Parot, que va a excarcelar a decenas de etarras, tener en cuenta los sentimientos de las v¨ªctimas del terrorismo y de la opini¨®n p¨²blica, en general. Pero el Gobierno pod¨ªa haber actuado de otra manera y haber preparado, con tiempo, el terreno haciendo pedagog¨ªa.

En primer lugar, los etarras que pueden ser excarcelados llevan ya una media de 25 a?os de condena cumplida, algo que se ignora, e incluso algunos de ellos est¨¢n arrepentidos y acogidos a la v¨ªa Nanclares. Tampoco ha puesto el acento el Gobierno en que, a diferencia de cuando se aprob¨® la doctrina Parot, hoy ETA ha cesado definitivamente, tras cuatro a?os sin cometer un asesinato, por lo que no hay peligro de que los presuntos excarcelados reincidan.

Pero, por encima de todo, las sentencias est¨¢n para cumplirlas. Y la del Tribunal de Estrasburgo forma parte del sistema judicial espa?ol, algo que conviene recordar porque ya se escuchan voces que hablan de ¡°injerencias extranjeras¡±.

Habr¨¢ que recordar, en este sentido, que en junio de 2009 aval¨® la Ley de Partidos, que supuso, en su d¨ªa, la ilegalizaci¨®n de la izquierda abertzale, que tanto agrad¨® al partido que hoy gobierna. Lo que demuestra, tambi¨¦n, la imparcialidad del tribunal europeo. Es m¨¢s. Posiblemente, sea m¨¢s imparcial que todos nosotros -tribunales, partidos, asociaciones...- que, a fin de cuentas, la presi¨®n del terrorismo ha condicionado de modo determinante nuestras vidas.