Rajoy ve un ¡°enorme error¡± reformar la Constituci¨®n para evitar la crisis catalana

Despu¨¦s de fuertes presiones empresariales, en la ¨²ltima semana ha habido muchos movimientos de acercamiento entre el Gobierno y la Generalitat. Pero todos los interlocutores consultados insisten en que se trata de una cuesti¨®n m¨¢s formal que de fondo, porque las posiciones siguen alejad¨ªsimas y se da pr¨¢cticamente por hecho que antes de final de a?o habr¨¢ fecha y pregunta para la consulta. El Gobierno mostr¨® este martes ese doble juego. Por un lado, despleg¨® las buenas formas y plante¨® la posibilidad de aparcar el prometido contrainforme sobre las inversiones en Catalu?a, y por otro Mariano Rajoy cerr¨® la puerta que quiere abrir el PSOE, esto es la reforma constitucional.

Rajoy, en un discurso que parec¨ªa m¨¢s pensado para su propio partido y su entorno medi¨¢tico, que le presionan para que sea tajante con Catalu?a, fue claro: ¡°Si hay propuestas, estar¨¦ abierto al di¨¢logo, pero hay algunos temas sobre los que a m¨ª no se me puede pedir que ceda. El art¨ªculo 1 y 2 de la Constituci¨®n, Espa?a y la soberan¨ªa nacional para m¨ª no son negociables. Y para usted estoy seguro de que tampoco¡±, le espet¨® en el Senado al socialista Jos¨¦ Montilla, anterior president de la Generalitat. Rajoy fue muy aplaudido por la bancada popular.

Esos dos art¨ªculos, sobre todo el segundo ¡ª¡°La Constituci¨®n se fundamenta en la indisoluble unidad de la Naci¨®n espa?ola, patria com¨²n e indivisible de todos los espa?oles¡±¡ª, son los que, seg¨²n el Gobierno, frenar¨¢n cualquier intento de consulta que puedan hacer las instituciones catalanas.

El presidente de la firma insiste en que Catalu?a ¡°es parte esencial de Espa?a¡±

En realidad, la reforma de la Constituci¨®n que plantea el PSOE no incluye tocar esos art¨ªculos. El PSOE, como el PP ¡ªno as¨ª el PSC¡ª, rechaza la autodeterminaci¨®n. Rubalcaba plantea ahondar en un Estado federal y mejorar el reconocimiento de Catalu?a para dar una salida a la tensi¨®n. Pero Rajoy no ve esta salida. De hecho, este martes, adem¨¢s de esa defensa de la Constituci¨®n, lanz¨® otro mensaje pol¨ªtico a¨²n m¨¢s de fondo, dirigido a Rubalcaba y a Artur Mas.

¡°Tengo la impresi¨®n de que plantear una reforma de la Constituci¨®n para dar satisfacci¨®n a alguien que no se va a sentir satisfecho con esa reforma de la Constituci¨®n es un enorme error. Yo desde luego no lo voy a hacer¡±, plante¨® el presidente, de nuevo con grandes aplausos del PP. El mensaje era evidente: Rajoy le dice a Rubalcaba que ni Mas ni los independentistas se van a contentar con la reforma constitucional, con lo que no vale la pena iniciar ese viaje. Desde el PSOE, sin embargo, insisten en que el presidente est¨¢ obligado a intentar esa salida o proponer una alternativa, porque el tiempo no arreglar¨¢ este problema, m¨¢s bien lo agravar¨¢, como le dijo Montilla.

Tanto el PSOE como CiU creen que uno de los problemas fundamentales de esta situaci¨®n est¨¢ en el PP y sus barones, que en su opini¨®n no dejan a Rajoy ning¨²n margen de maniobra. A la vez, tanto el PSOE como el PP creen que Mas ha ido tan lejos que tambi¨¦n tiene poqu¨ªsimo espacio para girar. Y, por ¨²ltimo, el PP cree que Rubalcaba ha hecho esta apuesta de la reforma de la Constituci¨®n como salida a su crisis interna con el PSC. Lo cierto es que todos culpan a los dem¨¢s, pero la situaci¨®n parece lejos de resolverse. El Gobierno insiste en que la ¨²nica salida es reforzar y defender el Estado de las autonom¨ªas, y no la v¨ªa federal. ¡°No estamos dando la respuesta del silencio, estamos dando la respuesta de la afirmaci¨®n de este Estado de las autonom¨ªas¡±, contest¨® Crist¨®bal Montoro a Joan Saura, otro destacado miembro del Gobierno tripartito, este por ICV.

Y mientras este debate sobre las soluciones se produc¨ªa en el Senado, desde el Gobierno se lanzaban otros mensajes de acercamiento o al menos de no agresi¨®n a la Generalitat.

El secretario de Estado de Administraciones P¨²blicas, Antonio Beteta, asegur¨® que Hacienda no redactar¨¢ un ¡°contrainforme¡± sobre los supuestos agravios del Gobierno central a Catalu?a denunciados por la Generalitat hasta que ¡°el conjunto de la parte catalana se ponga de acuerdo¡±. Beteta se refer¨ªa a las discusiones entre Francesc Homs, que present¨® la lista de agravios, y Josep Antoni Duran. Lo cierto es que Montoro prometi¨® ese contrainforme hace tres semanas y est¨¢ hecho, pero el Gobierno parece aparcarlo para mostrar buena voluntad. Los gestos siguen, aunque el fondo no parece cambiar.