El fiscal dice que Matas aprovech¨® su cargo en beneficio de su esposa

¡°No tenemos el cad¨¢ver sobre la mesa, pero la contrataci¨®n [de Maite Areal, la esposa del expresidente balear Jaume Matas] era ficticia¡°, ha afirmado el fiscal Pedro Horrach al exponer sus conclusiones finales ante el jurado, durante el juicio contra el exministro. Matas, con una primera condena firme de nueve meses de c¨¢rcel, es juzgado por supuesto cohecho impropio, por la supuesta d¨¢diva de 42.000 euros, las n¨®minas que su mujer percibi¨® durante un a?o, como aparente relaciones p¨²blicas del hotel Valpara¨ªso de Palma. A Matas el fiscal le pide 9.000 euros de multa y el retorno de lo cobrado por su esposa.

¡°Nadie me ha acusado de apropiarme de un euro p¨²blico, en cinco a?os¡°, ha asegurado en cambio el expresidente Matas en su ¨²ltima palabra ante el jurado. ¡°Estoy siendo investigado y en el 95% de las acusaciones, he demostrado mi inocencia".

Sin embargo, Horrach ha destacado que, de haberse cometido los mismos hechos ahora y no en 2007, el delito estar¨ªa penado con c¨¢rcel. Pero, sobre todo, ha subrayado la dificultad de la prueba del delito entre poderosos. ¡°Era una pura y dura comisi¨®n¡°, ha afirmado el fiscal. ¡°El amiguismo y las influencias estaban y est¨¢n al orden del d¨ªa¡°. Y ha puntualizado: "Si Matas hubiera ganado las elecciones, ella hubiera seguido siendo la supuesta relaciones p¨²blicas del hotel".

En el relato que el fiscal ha hecho ante el jurado, ha asegurado que el Gobierno de Matas factur¨® 400.000 euros en el hotel Valpara¨ªso, que fich¨® a la mujer del presidente, Maite Areal, por 3.000 euros al mes. El empresario que le pagaba dijo al declarar en el juicio que esa partida era una nimiedad.

¡°Miente Matas y miente su mujer¡°, ha atacado Horrach. ¡°No hay una sola prueba, testigo, documento que acredite qu¨¦ trabajo efectu¨® Maite Areal en el hotel de Palma que le pag¨®".

En las jornadas anteriores, los empresarios que contrataron a la esposa de Matas durante un a?o como comercial aseguraron que lo hicieron por sus relaciones. "Lo ¨²nico que me interesaba era que me trajese clientes, sus contactos y relaciones. El resultado fue fatal. Punto pelota. La desped¨ª. Pag¨¢bamos 2.000 euros cada mes y el resultado, cero patatero", resumi¨® Miguel Martorell. "Era la mujer de un exministro y de un presidente, y yo un desgraciado hijo de un conductor", confes¨®. Este episodio de supuesto cohecho ha prescrito, pero Martorell y su socio fueron testigos del fiscal en el juicio que se celebra en Palma sobre otros pagos semejantes.

El empresario hotelero Miquel Ramis contrat¨® a Areal "presionado" por su amigo Matas "para hacerle un favor". Tampoco sac¨® rendimiento de la colaboraci¨®n de Areal.

Maestra de escuela, Maite Areal, con cinco a?os de experiencia como sustituta e interina en dos colegios religiosos de Mallorca, entre 2000 y 2005 fue asesora en el Gabinete de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de Madrid. Fue nombrada mientras Matas era ministro de Medio Ambiente (2000-2003). Areal tuvo un puesto de libre designaci¨®n, de confianza pol¨ªtica del PP. Al regresar a Palma, fue colocada en la asesor¨ªa Martorell y luego en el hotel Valpara¨ªso.

Areal reconoci¨® al tribunal que no ten¨ªa especializaci¨®n en idiomas o en pedagog¨ªa alguna, narr¨® que s¨ª fue azafata de congresos, administrativa, vendedora de pisos y dependiente en la tienda de electrodom¨¦sticos familiar.

La mujer del exministro y expresidente Matas, Maite Areal, no cuaj¨® en su ocupaci¨®n en el hotel ni de comercial externa, porque ni acudi¨® a trabajar ni logr¨® contratos, aunque s¨ª cobr¨®. Matas asumi¨® que, "como cualquier padre de familia", hab¨ªa pedido un trabajo para su esposa. El fiscal describi¨® la ¨¦poca y el estilo de Matas, el de la corrupci¨®n sistem¨¢tica, como la de "los semidioses" de los excesos, la petici¨®n de favores y las listas negras de quienes no atend¨ªan al pacto.

En el caso Palma Arena, matriz de esta causa, figuran investigaciones de la Guardia Civil sobre la supuesta pasi¨®n por el lujo y las compras en joyer¨ªas y tiendas de decoraci¨®n de Maite Areal, as¨ª como sus supuestos pagos en billetes de 500 euros. Una vendedora de frutas del mercado del Olivar de Palma desvel¨® que una vez us¨® uno de esos billetes para comprar una lechuga. Quiz¨¢s es una leyenda.