Ante las murallas de Estrasburgo
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechaza el 99% de los recursos que recibe La mayor¨ªa de portazos responden a problemas de forma
Cada vez que Ernesto Sojo supera una barrera judicial, se encuentra de frente otra m¨¢s alta. Ahora est¨¢, abatido, ante la muralla del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que ha rechazado su recurso contra Ruman¨ªa, el pa¨ªs donde se arruin¨®. Estrasburgo le ha cerrado la puerta y ha dejado sin respuesta nueve a?os de litigios.
El de Sojo (Bilbao, 1948) es uno de los 86.201 recursos inadmitidos a tr¨¢mite durante el 2012 en Estrasburgo, m¨¢s de los que recibi¨® en todo el a?o (65.200) por los acumulados de a?os anteriores, seg¨²n datos del propio tribunal. Solo el 1% son admitidas a tr¨¢mite. El tribunal ten¨ªa, el pasado 31 de octubre, un balance 107.600 casos pendientes de resolver, pero desde que introdujo la figura del juez ¨²nico en 2010, el tr¨¢mite de admisibilidad se ha aligerado y la carga de causas a la espera de ser admitidas han ca¨ªdo en picado. El protocolo 15, que fue aprobado en 2012 pero a¨²n no ha entrado en vigor, reduce de seis a cuatro meses el plazo para recurrir ante Estrasburgo desde que se agota la v¨ªa interna de la justicia de los Estados (el Supremo y el Constitucional, en Espa?a).
¡°Estrasburgo no debe ser una ¨²ltima instancia interna. Y ellos tienen claro que deber¨ªa actuar en circunstancias excepcionales¡±, explica el catedr¨¢tico de Derecho Internacional P¨²blico de la Universidad de Barcelona Jordi Bonet. ¡°Si los Estados aplicaran bien el Convenio Europeo de Derechos Humanos, a Estrasburgo llegar¨ªan casos contados¡±, apunta.
Poca esperanza para las fosas del franquismo
La sentencia de la Gran Sala en la que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos confirmaba el pasado 21 de octubre no tener competencias para juzgar si Rusia hab¨ªa violado la obligaci¨®n de investigar las desapariciones/muertes de la masacre de Katyn (art¨ªculo 2 del Convenio). Pero adem¨¢s, y a diferencia de la sentencia de Sala, afirm¨® que tampoco pod¨ªa concluir que hab¨ªa existido violaci¨®n del art¨ªculo 3 del Convenio (prohibici¨®n de tortura y malos trataos) respecto al trato dado por Rusia a los familares de aquellos desaparecidos que durante a?os hab¨ªan demandado una investigaci¨®n. Estrasburgo s¨®lo conden¨® a Mosc¨² por su falta de colaboraci¨®n con el Tribunal (art¨ªculo 38 del Convenio). Esta sentencia fue el ¨²ltimo jarro de agua fr¨ªa para aquellos que ven en Estrasburgo una oportunidad para que Espa?a abra las fosas del franquismo.
En los ¨²ltimos a?os, el Tribunal ha rechazado su competencia respecto a todas las demandas presentados por familiares de desaparecidos durante el franquismo. Ya apenas quedan casos en tr¨¢mite de adminisibilidad, entre ellos el de la familia Garc¨ªa Baiz¨¢n. Al alegar que las demandas se han realizado fuera de plazo, Estrasburgo evita tener que examinar si Espa?a viola su obligaci¨®n de aclarar las circunstancias de esas muertes. ¡°Si antes de la sentencia de la Gran Sala sobre la masacre de Katyn, el escenario ante Estrasburgo era ya pr¨¢cticamente inviable, esta ¨²ltima decisi¨®n cierra a¨²n m¨¢s toda v¨ªa de acceso al TEDH. El problema no es cu¨¢les son las obligaciones internacionales en materia de desaparecidos, pues en palabras del mismo Tribunal, en el caso de una desaparici¨®n la falta de informaci¨®n sobre el paradero y la suerte de la persona desaparecida da lugar a un hecho continuado, que haya comenzando cuando haya comenzado s¨®lo acabar¨¢ cuando, precisamente, se conozca qu¨¦ le ocurri¨® a esa persona, donde est¨¢ y en su caso, se recuperen sus restos. La cuesti¨®n es c¨®mo Estrasburgo ha ido interpretando su competencia temporal sobre este tipo de hechos. En resumen, lo que se ha dicho es que la obligaci¨®n existe, pero que no es competente para examinar si los Estados la han cumplido o cumplen¡±, explica el profesor de Derecho Internacional P¨²blico de la Universidad Complutense y Director de Invetigaci¨®n de Rights International Spain, Javier Chinch¨®n.
Ruman¨ªa es uno de los pa¨ªses que m¨¢s recursos en contra recibe: el TEDH gestion¨® 10.221 demandas contra Bucarest en 2012, frente a las 2.491 contra Alemania o las 905 contra Espa?a. La Comisi¨®n Europea emiti¨® en enero un informe muy cr¨ªtico con la justicia rumana y advirti¨® de que la situaci¨®n en el pa¨ªs ¡°sigue siendo muy preocupante¡± por las ¡°presiones ejercidas sobre las instituciones judiciales y la falta de respeto hacia la independencia de la justicia¡±.
Pese a la tesitura, Sojo aterriz¨® en Bocsa, un pueblo en la zona monta?osa y deprimida de Caras Severin, al oeste del pa¨ªs, en 1998. Dos a?os despu¨¦s, guiado por los consejos de varios lugare?os, hab¨ªa invertido dos millones de euros en una serrer¨ªa. Fue el primer paso hacia el cenagal de la justicia rumana, un laberinto de sobornos, falsificaciones y amenazas. Marius Gutue, su socio sobre el terreno al que hab¨ªa cedido todos los poderes, llev¨® la empresa a la bancarrota mientras ¨¦l segu¨ªa mandando dinero desde Bilbao, donde se ocupaba de sus otros negocios. Le revoc¨® el poder en 2004, pero ya era demasiado tarde. Se hab¨ªa hipotecado para financiar los gastos de la compa?¨ªa y ahora, con 700 euros de pensi¨®n, sigue pagando las deudas de esa traici¨®n. ¡°Me denunci¨® el Ayuntamiento de Bocsa porque no pagaba las tasas municipales. Cuando me enter¨¦, ped¨ª ver la contabilidad de la empresa ¡ªunas hojas manuscritas donde sus socios apuntaban los movimientos¡ª y me amenazaron con cinco a?os de c¨¢rcel por el impago de impuestos y de la seguridad social de los trabajadores¡±, recuerda atropellado. Gutue sigui¨® actuando como su representante, incluso ante los tribunales, hasta 2005.
Embrollado en una docena de pleitos, a los que no fue llamado a declarar, excepto en una ocasi¨®n, Sojo acudi¨® a Estrasburgo tras pedir el auxilio a la desesperada a la Embajada Espa?ola en Bucarest: ¡°Se?or Sojo, despu¨¦s de lo hablado con el Sr. Fiscal de Ruman¨ªa, le sugiero que acuda al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo para que le solucionen su tema dado que en Ruman¨ªa su caso no tiene v¨ªas de soluci¨®n¡±.
Era el 15 de abril de 2011 y crey¨® en un hilillo de ilusi¨®n. Un mes despu¨¦s, su recurso hab¨ªa llegado al castillo de la justicia del Consejo de Europa (que incluye a 47 pa¨ªses). Solo hac¨ªa falta aguardar la respuesta un a?o. Y lleg¨® la tormenta. Como en la enorme mayor¨ªa de los casos, seg¨²n los expertos, su recurso no se ajustaba a los art¨ªculos 34 y 35 del convenio. Es decir, que no hab¨ªa agotado la v¨ªa interna o hab¨ªa superado los seis meses tras la sentencia de ¨²ltima instancia dentro de Ruman¨ªa ¡ªalgo obvio, asegura, porque no era consciente de que se le estaba juzgando en ese pa¨ªs¡ª, o estaba mal fundada. Estrasburgo tampoco admite causas presentadas por una parte del Estado contra el propio Estado ¡ªfue el caso, en 2004, del recurso del Gobierno vasco contra la Ley de Partidos que ilegalizaba Batasuna¡ª o las an¨®nimas o contra una ley en abstracto ¡ªdebe demandar el afectado directo¡ª.
¡°Clama al cielo que un tribunal garantista no haga instancia limpia. Contradice las ideas europeas de justicia argumentada¡±, declara el abogado de Sojo, Manuel Canto. ¡°Es cierto que hay un procedimiento acelerado de rechazo de recursos y se cumple la formalidad de justificarlo, pero se hace de una manera muy generalista¡±, explica el catedr¨¢tico Bonet.
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