Las ¡®presiones¡¯ de Aznar el mecenas

La pasi¨®n art¨ªstica del expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar por Gerardo Rueda no es m¨¢s que ¡°otro exponente de su inter¨¦s por convertir la cultura espa?ola en un punto clave de la exportaci¨®n mundial de la marca Espa?a¡±. Esa es la interpretaci¨®n que hacen en su entorno de los mensajes de sus familiares (su hijo mayor, Jos¨¦ Mar¨ªa) y amigos y colaboradores pol¨ªticos (Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz-Gallard¨®n y Mercedes de la Merced) para interesarse por la compra para la Fundaci¨®n Caja Madrid de buena parte de la colecci¨®n privada del artista, primero por 54 millones, que luego se rebajaron a seis, y su instalaci¨®n en un museo en pleno coraz¨®n del paseo del Prado de la capital.

Aznar y su gente no quieren ocultar ¡°las gestiones¡± a favor de Rueda, al que el expresidente califica como su ¡°pintor y escultor favorito¡±, pero tambi¨¦n con otros muchos creadores. Las interpretan solo con el objeto de promocionar la cultura espa?ola ¡°antes, durante y despu¨¦s¡± de su paso por la presidencia del Gobierno. No lo oculta porque ¡°todo est¨¢ en sus memorias¡±, advierten en su equipo. No hay m¨¢s que leerlas. Y la recomendaci¨®n, efectivamente, es cierta. Aznar cuenta en El compromiso del poder, su segundo tomo de recuerdos de su etapa de ocho a?os en La Moncloa, numerosos casos de su conflictiva y nunca resuelta relaci¨®n con el mundo de la cultura y el arte. Un amor poco correspondido, admite. Y con muchos prejuicios, por ambas partes.

Garc¨ªa Lorca. En 1998, dos a?os despu¨¦s de la llegada al poder del pol¨ªtico del PP, se celebr¨® en Espa?a el centenario del nacimiento del poeta granadino Federico Garc¨ªa Lorca. El a?o anterior su sobrina nieta, Laura Garc¨ªa Lorca, a la que el expresidente a¨²n no conoc¨ªa, se dirigi¨® a ¨¦l para explayarse sobre los problemas del patronato municipal que reg¨ªa la casa museo de la Huerta de San Vicente. Aznar admite que habl¨® con Francisco Gonz¨¢lez, presidente de Argentaria, todav¨ªa banco p¨²blico, para pedirle que la entidad apoyase los actos del centenario y la rehabilitaci¨®n del complejo. Gonz¨¢lez respondi¨®, y mediante un convenio, Argentaria puso 80 millones de pesetas (¡°entonces era una cantidad respetable¡±) para acabar con los dolores de cabeza de los familiares del autor implicados. Aznar sugiere que por el sectarismo de la izquierda contra ¨¦l y su incipiente relaci¨®n con la familia del poeta luego no se hizo el gran centro cultural en Granada sobre Lorca que ¨¦l dej¨® asentado en los presupuestos.

Cu¨¦ntame. Los viernes, durante su etapa en La Moncloa se organizaban citas de lectura de poes¨ªa y veladas de cine. Aznar revela que en una de esas jornadas, con Imanol Arias, Ana Duato, su marido y productor Miguel ?ngel Bernardeau, Tina S¨¢inz, Assumpta Serna y Ra¨²l del Pozo surgi¨® la idea de la famosa serie Cu¨¦ntame, de recreaci¨®n de nuestro pasado m¨¢s reciente. Tiempo despu¨¦s, Duato le inform¨® de que el proyecto estaba atascado en TVE. Aznar se interes¨® por el asunto y logr¨® que los directivos del ente p¨²blico lo reconsideraran.

El museo del Prado. En el caso del proyecto de ampliaci¨®n del Museo del Prado, que ya hab¨ªa lanzado desde la oposici¨®n, la llegada al Gobierno de Aznar le sirvi¨® para agilizar gestiones y tomar impulso. Un problema fue que hab¨ªa que desalojar la sede de Aldeasa para liberar all¨ª 3.000 metros cuadrados de oficinas para el museo. Aldeasa pertenec¨ªa a Patrimonio del Estado. Aznar llam¨® a su entonces responsable, Pablo Isla, ahora m¨¢ximo directivo de Zara, y, tras un primer intento fallido en el que casi le colg¨®, le orden¨® que desalojara el inmueble en un mes. Isla ejecut¨® el mandato eficazmente.

Bot¨ªn y la Residencia de Estudiantes. La m¨ªtica Residencia de Estudiantes tambi¨¦n languidec¨ªa. El expresidente del Gobierno aprovech¨® una inauguraci¨®n de la exposici¨®n del pintor Sorolla en Nueva York en la Hispanic Society para pedir al presidente del Banco de Santander, Emilio Bot¨ªn, que aportase 400 millones de pesetas para crear all¨ª la Biblioteca de la Edad de Plata.